De manera diferente a cuando se hace con uno convencional, cuando se tiene un coche híbrido, por lo general, el seguro de este suele implicar una serie de pautas bastante menores, incluso en el precio. Esto ocurre por su tecnología, como con los eléctricos puros, donde se les hace ver con unas condiciones bastante mejores que en un vehículo de combustión. Pero, ¿cómo es y en qué momento se paga?
La contratación de su seguro beneficiará tu bolsillo
Los gastos derivados de tener un coche en propiedad pueden suponer tener que hacer frente a un importante desembolso económico cuando incluimos el combustible, el mantenimiento o los diferentes impuestos. Sin embargo, el seguro no debe ser una preocupación cuando lo haces conduciendo un coche híbrido.
Y es que, la creciente popularización de estos vehículos, su elevado valor residual y una serie de ofertas competitivas de financiación y leasing, están provocando un aumento de las ventas de este tipo de vehículos frente a los clásicos con motor de gasolina o diésel. Además, comparado con los de motor térmico tradicional, la compra de un híbrido no resulta más cara.
Como tal, esta alternativa de movilidad ofrece una mayor autonomía en comparación con los que pueden ser los 100% eléctricos. Además, según el fabricante, se pueden encontrar híbridos enchufables u otros que se recargan con la propia energía que genera el coche cuando se mueve. La realidad en este sentido nos dice que la contratación de este tipo de seguros es posible beneficiarse de interesantes descuentos en la prima.
Cómo es
La principal atención de esto es porque este tipo de automóviles tienen un mantenimiento que queda reducido a la revisión de batería y motor eléctrico, por lo que al momento de su contratación las compañías permiten que disfrutemos de distintas particularidades que lo hagan mucho más asequible.
De todas formas, en un seguro para coche híbrido se suelen incluir las mismas garantías que las pólizas pensadas para vehículos de gasolina o diésel, pero añaden protección para supuestos especiales que pueden suceder a este tipo de vehículos. Por ejemplo, en el caso de los híbridos enchufables, suelen incluir una cobertura especial de asistencia en carretera si el coche se queda sin carga en la batería, para que pueda ser trasladado por una grúa al punto de recarga más cercano o bien recibir la asistencia de un coche recarga móvil.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que siguen siendo accesibles para elegir sus modalidades clásicas. Esto es, a terceros, a terceros ampliado, a terceros completo y a todo riesgo, con o sin franquicia, a lo que se le añade el que según las compañías, podemos tener, también, un mayor ahorro por buena conducción.
La periodicidad y cuantía sí puede variar
De esta manera, un conductor mayor de 25 años, con todos los puntos del carné de conducir, con un buen historial y que haga un uso poco frecuente del vehículo, tenderá a contar con una póliza de seguro con un precio inferior. Añadiendo estos aspectos a un vehículo con una potencia y cilindrada baja, que duerma en garaje y sin accesorios extras muy caros, podrá reducir más aún el precio de su seguro de coche.
Es aquí cuando notamos el aspecto de la cuestión, el pago. Porque, en el caso de los coches híbridos, la cuantía del seguro se hace en fecha posterior al del comienzo de la póliza. En caso de pagos fraccionados, para los recibos sucesivos, se tiene la posibilidad de elegir el día del mes que más nos convenga.
Queda claro que la póliza tiene una periodicidad anual, pero existen matices. La mayoría de los asegurados hacen coincidir el abono con el momento del vencimiento, pero también existe la modalidad del pago fraccionado. En el resto de escenarios, lo más habitual es que el pago de la prima se realice anualmente.