Así compatibiliza Renault la tecnología de los F1 con sus eléctricos
Desde que la Fórmula 1 diera el salto a los motores híbridos en el 2014, la marca de Renault ha ido evolucionando y compatibilizando su tecnología usada en sus coches de competición para afrontar y mejorar ampliamente sus coches 100% eléctricos. Lo vimos en primer lugar en modelos como el Zoe, que tiempo después de su concepción llegó con una especificación mayor y bastante eficiente. Una técnica que les ha ido arrojando muy buenos resultados por el camino.
La gran baza de Renault con la Fórmula 1
La Fórmula 1 siempre ha estado asociado a tecnología puntera, tecnología que se usa para probar e incluso más tarde implementarlo en los vehículos de calle que luego nos encontramos en el día a día. Sin embargo, con la eléctrica, a pesar de que cuentan a día de hoy con motores híbridos desde hace unos años, el salto a la electrificación total se está resistiendo.
Incluso ha dado cabida a otro campeonato en paralelo, la Fórmula E, donde la marca estuvo involucrada en sus primeros años con su variante deportiva, e-Dams. De todos modos, y con la Fórmula 1 como el gran y mayor escaparate automovilístico del mundo, se ha visto muy beneficiada puesto que han sabido transportar esa tecnología hacia los 100% eléctricos de hoy.
En concreto se trata de la gama E-Tech, la misma que ya se viene anunciando y publicitando en sus monoplazas (ahora con Alpine, la marca de competición de la compañía). Esta es la que mueve a muchos sus coches híbridos, y que está inspirada en la que utilizan los F1, algo de lo que muy pocos coches eléctricos pueden presumir.
Cómo es
En esa dirección, el Grupo francés ha invertido grandes sumas de dinero en la tecnología actual y De Meo, el máximo dirigente de los galos, quiere exprimir al máximo esa inversión, amortizándola durante más tiempo, como parte del plan de Luca para aumentar la rentabilidad de la marca.
Y es que las motorizaciones E-Tech de Renault son, desde hace algunos años, su ofensiva tecnológica con la que la firma del rombo pretende ofrecer vehículos eficientes con un buen nivel de dinamismo y prestaciones a sus mandos. En esa columna vertebral de Renault se encuentran, por una lado, nuevas cajas de cambios sin embrague y, en segundo lugar, la incorporación de varios motores eléctricos.
Esta, por su parte, se basa en principios comunes al de los monoplazas que actualmente compiten en el ‘Gran Circo’: la consecución de la máxima eficiencia tanto a la hora de recuperar energía como cuando hay que utilizarla de nuevo. Así, en los modelos Renault E-Tech eléctricos esta energía puede emplearse para ayudar a mover al motor al acelerar, o para garantizar un rodaje en modo 100% eléctrico durante el mayor número posible de kilómetros.
Asimismo, la tecnología híbrida de Renault empleada en modelos como el Clio, Arkana, Captur o Mégane, entre otros, se ha desarrollado con nuevas patentes que provienen en su mayoría de la tecnología empleada por el departamento de competición en la Fórmula 1. En su caso, la gran baza de estos modelos híbridos es que presumen de una autonomía exclusivamente eléctrica de entre 50 y 80 kilómetros, y de hasta 65 kilómetros en conducción urbana.
Los eléctricos e híbridos comparten otros sistemas de la F1
Estas son distancias más que suficientes para el uso diario que necesitan la mayoría de los conductores, que sólo tendrán que enchufar su vehículo a la red para, en apenas tres horas en una toma de 3,7 kW tener de nuevo la batería cargada al máximo. Tanto el Captur E-TECH como el Mégane Sport Tourer E-Tech montan una transmisión automática multimodo proveniente de la que utilizan en Fórmula 1, sin embrague ni sincronizadores, que permite el funcionamiento individual o combinado de los tres motores, contemplando hasta 15 escenarios diferentes.
En todos los casos, apoyados por la tecnología de la F1, estos Renault usan sistemas eléctricos que, mediante la recuperación de energía en fases de deceleración y frenada, la E-Tech recupera la energía cinética-térmica que habitualmente se pierde en esas situaciones. El fin es transformarla en energía eléctrica, que va a parar a la batería y de aquí al motor eléctrico, para que sirva de apoyo al de combustión o para impulsar por sí mismo al vehículo.
Para el futuro, la del rombo todo lo apuesta por el nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico, que utilizará baterías ternarias de ion-litio, originarias de los F1, resultado de lo mejor que saben hacer actualmente Renault y LG, con un 20% más de capacidad energética por volumen que la del Renault Zoe.