Oculus Go análisis: la realidad virtual necesitaba unas gafas independientes de PC y móvil

La realidad virtual no es algo nuevo y llevamos años viendo películas que nos muestran este “futuro”. Sin embargo, nunca hemos estado tan cerca de tener realidad virtual asequible y presente en nuestros hogares como podemos tener ahora mismo un televisor, un móvil o un ordenador. Si hasta ahora estábamos comprometidos por gafas dependientes de PC y móvil, Oculus Go supone el paso al frente que necesitábamos. Nosotros las hemos probado y os contamos las impresiones de las Oculus Go en su análisis.
La realidad virtual es algo así como la eterna promesa. Si buscamos noticias de hace 5 años seguro que las cosas pintaban mejor de las que realmente son ahora. Aunque no estamos aquí para buscar culpables, lo cierto es existen muchos factores como el precio, el contenido o la comodidad de la tecnología. Un paso en el sentido correcto pasaría por un dispositivo asequible de calidad y que tuviera disponible una buena cantidad de contenido.
Secciones del análisis:
Con este análisis, vamos a comprobar si Oculus Go es un paso en la buena dirección o es el paso clave en la buena dirección que todos los fabricantes deberían tomar. Con un precio de 219 euros para la versión de 32GB y 269 euros para la versión de 64GB, las Oculus Go, fabricadas por Xiaomi, aspiran a establecer un antes y un después para la realidad virtual y su llega a las masas.
¿Lo conseguirá?
Oculus Go: prestaciones técnicas
Antes de meternos de lleno con el análisis, vamos a hacer un repaso por sus características técnicas:
- Dimensiones: 190mm x 105mm x 115mm
- Peso: 467 gramos
- Batería de Ion-litio de entre 2 y 2,5 horas
- Carga completa en 3 horas
- Conexión USB micro
- Pantalla de 5,5 pulgadas 2560 x 1440 WQHD con 538ppi en dos paneles LCD
- Tasa de refresco de 60Hz o 72Hz según aplicación
- Procesador Qualcomm Snapdragon 821 Mobile VR Platform
- Altavoces 3D y micrófono integrados
- WiFi y Bluetooth
- Almacenamiento de 32 o 64 gigas
- Controlador inalámbrico con unas dimensiones de 111mm x 37mm x 57mm y un peso de 65 gramos
Oculus Go: caja, presentación y diseño
Nada más abrir la caja vemos que estamos ante un producto de calidad y diseño cuidado. El plástico gris es protagonista tanto en las gafas de realidad virtual como en el mando inalámbrico de control. Además, la caja incluye una cinta para asegurar el mando o el cargador de corriente.








Lo cierto es que no lucen como unas gafas de alta gama como las Oculus Rift y las HTC Vive, pero estamos ante un producto muy bien construido. Además, su peso está bastante contenido y no tenemos el problema de tener que añadirle además un smartphone para hacerlo funcionar.
La espuma de las gafas cubierta de tela de malla hace que llevarlas sea cómodo. Además, tenemos tiras ajustables elásticas tanto en los laterales como en la parte superior de la cabeza. En unos segundos tendremos firmemente aseguradas a la nuestra cara las gafas, aunque desde el minuto 0 detectamos un problema algo molesto que le resta puntos al resultado final.
En la zona de la nariz, donde se apoyan las gafas, podemos ver algo de luz entrando. Esto estropea ligeramente la experiencia final, aunque dependerá de la nariz de cada uno la cantidad de luz. Eso sí, de cara a la una segunda versión es recomendable que hagan algo al respecto.
Más allá de eso, no es molesto ni pesa demasiado, pudiéndolo tener bastante tiempo puesto sin problemas. En la parte superior tenemos acceso al botón de encendido, aunque las gafas detectan automáticamente cuando las llevamos puestas. Además, tenemos el botón de volumen. En la parte izquierda tenemos el puerto de carga y uno de auriculares, aunque la experiencia con el sonido 3D es más que satisfactoria.
Oculus Go: la importancia del control y el sonido
Las Oculus Go incorporan un único mando de control que está realmente logrado. Tenemos un gatillo en la parte trasera, dos botones en la delantera y el panel táctil de control. El tamaño no es ni grande ni pequeño para una mano normal y la ergonomía está muy lograda.






Su uso es sencillo para navegar por menús y para acceder a las diferentes aplicaciones, usando el controlador como si de un puntero láser se tratara. Para disfrutar de aplicaciones de vídeo o experiencias es más que suficiente, pero a la hora de los juegos vemos la funcionalidad algo reducida debido a la escasez de botones.
Como ha hemos comentado, las Oculus Go cuentan con altavoces colocados a la altura de las orejas en las correas de sujeción laterales. Esta es una buena solución con la que podemos prescindir de auriculares. El fabricante habla de sonido espacial o 3D y lo cierto es que la experiencia es buena con sonido alto y claro. Para momentos en que queremos más privacidad o exista demasiado ruido ambiente, tendremos que recurrir a los auriculares gracias a la toma Jack de 3,5.
Oculus Go: aplicaciones
Como sucede con todo, la cantidad de aplicaciones y contenidos marcará el éxito de una tecnología en concreto. De nada sirve vender decodificadores 4K cuando la oferta se limita a 4 canales. Pues lo mismo con la realidad virtual. Por suerte, Oculus lleva tiempo construyendo un ecosistema que nos asegura tener acceso a aplicaciones y experiencias.
En total, tenemos más de 1.000 juegos de realidad virtual, aplicaciones sociales o experiencias 360°. En vídeo tenemos a Netflix o Hulu, además de otras plataformas con la CNN o Discovery. A nivel de juego también tenemos presencia con experiencias como Coaster Combat, Anshar Online, Death Horizon o la interesante The Jurassic World: Apatosaurus VR Experience.
Eso sí, todavía necesitan encontrar ese juego clave que atraiga a las masas y que se convierta en una razón de compra de las gafas de realidad virtual Oculus Go. De la misma forma que hacen los fabricantes de consola con sus títulos propios, el fabricante de gafas necesita ese éxito que “venda solas las gafas”.
Oculus Go: inicio y rendimiento
Aunque Oculus Go no necesita un PC o un móvil para funcionar, sí es necesario instalar su aplicación en un terminal iOS o Android para realizar la configuración inicial. Vincularemos las gafas con el móvil y seguiremos unos pasos sencillos que nos permitirán definir aspectos como el qué mano vamos a usar el controlador o la red WiFi a la que se conectarán las gafas.
A partir de ahí ya no necesitamos el móvil para nada más, aunque podemos seguir usándolo para acceder a la tienda, descargar o comprar aplicaciones. Verdaderamente, el éxito de estas Oculus Go está en que el teléfono móvil simplemente sea un accesorio de configuración inicial.
Una vez configurado todo, ya podemos empezar a navegar por los diferentes menús con el controlador a modo de puntero láser. La verdad es que los menús son intuitivos y el control es sencillo. En pocos minutos estaremos completamente familiarizados. En la parte superior veremos todas las aplicaciones disponibles y en la inferior más información, además de acceso a la configuración.
Una diferencia con otras gafas más caras es que no nos podemos mover por el espacio. Las gafas detectan el movimiento de nuestra cabeza y los giros en 360 grados, pero no cambiará nada si andamos hacia delante o hacia atrás. Esto está reservado a modelos más caros o nuevas versiones que llegarán en el futuro. La experiencia es como estar en un vagón de una montaña rusa o una cabina de un piloto de aviones.
La duración de la batería es de hasta tres horas y en nuestra pruebas hemos estado algo más de dos horas sin problemas. No es una duración exagerada, pero tampoco está lejos de otros rivales. La carga tarda unas tres horas en completarse, por lo que estaremos atentos al nivel de batería para asegurarnos de poder utilizarla cuando lo necesitemos.
Abrir una aplicación es sencillo, bastando con apuntar con el controlador y pulsando sobre el botón. En unos pocos segundos estará cargada, ya sea Netflix o uno de los cientos de juegos que tenemos disponibles. En el terreno del vídeo hay poco que objetar a una gran experiencia, pero en los juegos tenemos bastantes limitaciones por su procesador.
Todo funciona de forma fluida, pero el apartado gráfico está lejos de soluciones mucho más caras o que aprovechan la potencia de un PC. Esto es algo evidente si atendemos al coste de las gafas y hay que dejar claro que estamos ante una experiencia de juego móvil aderezada con realidad virtual. Si buscas un uso exclusivo para juegos, es posible que debas ahorrar un poco más.
Oculus Go: impresiones finales
Las Oculus Go van a en la dirección que necesita la realidad virtual para llegar a las masas. Un precio ajustado que muchos se plantearían pagar por una buena experiencia, sobre todo a la hora de ver vídeos o disfrutar de experiencia de 360 grados. La buena construcción, los materiales y los acabados son otro punto a favor.
Por el contrario, la falta de potencia para mover juegos más ambiciosos, un controlador más específico para juegos (aunque se venda de forma opcional) y los problemas con la luz en la zona de la nariz restan puntos a una más que satisfactoria experiencia. El precio de 219 euros por la versión con 32GB o el de 269 euros por la de 64 gigas hacen que estemos ante una compra más que interesante.
Oculus Go: puntos a favor y en contra
A favor
- Precio
- Comodidad
- No dependencia de PC o móvil
En contra
- Potencia
- Luz zona nariz
- Catálogo amplio, pero faltan juegos de primer nivel
NOTA FINAL: 9