La tecnología WiGig, que opera sobre la banda de 60 GHz, ha permitido hacer streaming inalámbrico con una fluidez absoluta en dos monitores con resolución 4K 3098 x 2160 píxeles. Esta tecnología, aseguran, será el sustituto de los cables desde 2016.
La tecnología WiGig para la transferencia inalámbrica de imagen se postula como sustituto definitivo de los cables. Así, en el IDF 2014 en San Francisco ha demostrado, de la mano de DisplayLink, que sus capacidades son suficientes para ello, y no sólo con las resoluciones más extendidas actualmente, sino también con las proyectadas como «estándares» para dentro de unos años. Esta tecnología de transferencia inalámbrica forma parte de la WiFi Alliance, aunque más concretamente de una división denominada WiGig. Se trata del protocoloIEEE 802.11 ad, que permite operar sobre las bandas de 2.4 GHz, 5 GHZ y 60 GHz con una tasa de transferencia de 7 Gbits por segundo, es decir, 0,875 GB por segundo (896 MB por segundo).
Con esta tasa de transferencia, tal y como demostró DisplayLink, es posible hacer streaming inalámbrico de vídeo en resolución 4K 3098 x 2160 píxeles a dos monitores de forma simultánea y desde un ordenador portátil. Y es que, si bien es cierto que el ordenador portátil que se utilizó no incorporaba una pantalla compatible con esta resolución de forma nativa, sí montaba los componentes de hardware necesarios para la reproducción de vídeo en esta resolución, la que se plantea como estándar del futuro, aunque actualmente es la resolución Full HD 1920 x 1080 píxeles la más popular y aún se mantiene la resolución HD 1280 x 720 píxeles con una importante presencia.
Con respecto a las tecnologías actuales utilizadas para las conexiones WiFi, según aseguran los estándares actuales son insuficientes para la transferencia de este tipo de «archivo», es decir, un formato de vídeo realmente pesado. Sin embargo, esta tecnología, aún en forma de «prototipo», es capaz de resolver las transferencias con total fluidez en un campo de 10 metros como máximo y en 2016 comenzará a estar presente en nuestros ordenadores. No obstante, comentan que no será hasta 2020 cuando realmente se pueda plantear como «estándar» en el mercado.