Puede que tengas dudas y que no sepas qué elegir, si realmente quieres un PC o un ordenador de sobremesa o prefieres un portátil. La ventaja del segundo es bastante lógica y su propio nombre lo indica: es portátil, podemos llevarlo a cualquier parte, nos da más libertad. Pero hay muchos otros motivos por los que un PC es mejor que un portátil si no sabes por qué opción decidirte.
Aunque si quieres llevarlo a cualquier parte no hay duda ni debate, sí lo hay si lo que quieres es usar un ordenador casi siempre en casa. Un ordenador que no vamos a mover de nuestro salón, dormitorio o despacho… En ese caso, un PC.
Más potencia
Vamos a conseguir, generalmente, más potencia. Dependerá del modelo de uno y otro, claro, pero lo más habitual es que tengamos mucho mejor rendimiento y potencia con un PC que con un ordenador portátil, mucho más pequeño. ¿Solo lo quieres para navegar por Internet o comprar online o ver tu correo electrónico? No necesitas esto y te sirve cualquier cosa (incluso una tablet) pero sí debes tenerlo en cuenta si vas a editar fotografías o vídeos, jugar por Internet…
Más pantalla
Podemos usar un portátil con un cable HDMI para usar una pantalla grande. Pero requiere una inversión mayor y más esfuerzo. Generalmente tendremos siempre una pantalla más grande en un PC. Los ordenadores portátiles suelen ofrecernos unas 15 pulgadas o 17 pulgadas en los casos más grandes pero generalmente nunca tendremos más que esto. En un PC puedes tener pantallas de más de 20 pulgadas sin ningún problema, monitores grandes, curvos…
Más puertos
Aunque podemos multiplicar los puertos con adaptadores, un PC siempre te va a ofrecer más. Tienes más puertos USB, tienes más puertos HDMI… Además, podemos añadir más siempre que lo necesitemos y tenemos más flexibilidad. En un portátil tenemos limitaciones, aunque utilices un adaptador o multiplicador.
A medida
Podemos elegir cada pieza para tener nuestro ordenador ideal si usamos un PC, no si tienes un ordenador portátil. ¿No quieres WiFi? No tienes por qué tenerlo. Puedes construir el tuyo según lo que necesites y totalmente adaptado a tus necesidades o tus usos. Con un portátil debemos buscar algo que nos encaje pero no podemos elegir pieza a pieza qué queremos que tenga o cómo queremos que sea.
Reparación más sencilla
A largo plazo, arreglar un portátil te costará más. Es mucho más complejo sustituir cualquier pieza en un ordenador portátil que en un PC. Desde lo más básico, como puede ser un error en el teclado, hasta fallos en el disco duro. En un PC podemos abrir y cambiar casi cualquier pieza sin ser experto. En un portátil será más difícil.
Más fácil de actualizar
No a nivel de software sino a nivel de hardware. Si se queda obsoleta cualquier pieza o cualquier parte del ordenador, es mucho más fácil cambiarla o actualizarla en un PC que en un portátil. Si necesitas cambiar el disco duro, por ejemplo, será mucho más fácil abrir en tu ordenador de sobremesa que en el portátil.
Más barato
También es más barato apostar por un PC que por un portátil, en la mayoría de los casos y en igualdad de condiciones. Podemos pagar por un diseño extrafino y bonito en un ordenador que puedes llevar a cualquier parte pero con las mismas características generalmente pagarás menos por un ordenador de sobremesa.
Más difícil de robar
Es una razón obvia pero es más difícil robar un PC que un ordenador portátil. ¿Es una ventaja? Normalmente no compraremos un ordenador pensando en que entrarán ladrones en nuestra casa o nuestra oficina y qué se van a llevar pero es lógico que guardarte un portátil ultraslim es mucho más sencillo que robar un ordenador de sobremesa. Ya sea en la oficina, en casa o en cualquier parte.
Menos ruido
Aunque dependerá del modelo en sí, como en otros aspectos de esta lista, un PC normalmente será más silencioso que un ordenador portátil gracias a que ofrece más espacio para ventiladores y una mejor refrigeración que un dispositivo más pequeño. Seguro que si tienes un portátil habrás visto que hace mucho ruido en algunas ocasiones o incluso que se sobrecalienta en determinados casos.
Siempre encendido
Puedes dejarlo siempre encendido sin ningún problema. Un ordenador portátil también si configuras los ajustes de energía y está enchufado pero no está pensado con este fin y puede ser un problema a largo plazo. En el caso del ordenador de sobremesa puedes dejarlo de noche encendido si quieres ejecutar cualquier programa o si quieres minar criptomonedas mientras duermes.
