En España existen únicamente dos plataformas para ver todo el fútbol por la tele. Por un lado, tenemos a Movistar que cuenta con los derechos de emisión de competiciones como LaLiga o la Champions. Por otro lado, tenemos a Orange que ha recomprado estos derechos y emite todos los partidos dentro de su oferta de televisión. No nos olvidamos de DAZN, con los derechos de la Premier League o la Copa del Rey, ni del partido en abierto que se emite en Gol por la TDT. Sin embargo, todo esto sería muy diferente de no existir una obligación impuesta por la CNMC a Movistar de compartir.
Movistar cuenta con los derechos de LaLiga española hasta la temporada 2021/2022 y los nuevos derechos para continuar emitiendo esta competición se subastarán pronto, entrando en funcionamiento a partir de la temporada 2022/2023. En Europa, Movistar ha conseguido los derechos para emitir la UEFA Champions League, Europa League y Europa Conference League en el ciclo entre la temporada 2021-22 hasta 2023-24. Sin embargo, muchas de esas competiciones serán emitidas también por Orange, algo que nunca ha terminado de convencer a Movistar.
Compartir los derechos del fútbol hasta 2023
Durante este fin de semana hemos conocido que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha denegado la petición de Movistar para levantar el compromiso de compartir derechos del fútbol. El regulador español de la competencia afirmó que Telefónica los debería mantener al menos hasta 2023 esta obligación.
Esta noticia se produce pocos días después de saber que Jean-François Fallacher, nuevo CEO de Orange, aprovechó la rueda de prensa de presentación de resultados para mostrar su descontento sobre la fórmula aplicada en España para los derechos del fútbol. Este cree que se deberían abonar los derechos en función de las altas a este deporte, y no de la televisión en general. Esto ya llevó a Vodafone a decir adiós a este tipo de contenido en el año 2018.
Para el que se pregunte por el origen de este compromiso, todo se remonta al año 2015 con la compra de DTS (Canal+) por parte de Movistar. Para autorizar la operación, la CNMC introdujo la obligación de que Telefónica compartiera el 50% de sus canales premium (cine, series, deportes) durante los tres siguientes años. Más tarde, este organismo volvió a prorrogar la obligación hasta 2023.
Han pasado ya 6 años desde esa condición impuesta por la CNMC y nadie está contento. Movistar cree que esto les discrimina y que el mercado español ya no es el mismo que en 2015. Orange tampoco está contenta y cree que se debería aplicar otra fórmula. Por su parte, Vodafone siempre ha expresado su rechazo a esta forma de hacer las cosas.