Científicos crean una IA que puede detectar vida extraterrestre, pero no entienden cómo funciona
Los científicos que exploran el espacio y buscan vida extraterrestre comienzan a aprovechar las ventajas de la inteligencia artificial. Un grupo ha creado una IA que podría encontrar especies alienígenas, pero han dado forma a un algoritmo tan complejo que ni siquiera entienden cómo funciona del todo. ¿Se puede confiar en su creación?
A día de hoy, cualquier herramienta que se pueda utilizar para intentar encontrar vida en otros planetas, es bienvenida. Los especialistas están totalmente volcados en esta misión para que se pueda encontrar «algo» lo antes posible. Por ello, este nuevo proyecto ha generado mucho interés.
Un programa muy avanzado
Lo que han creado estos científicos es una IA que ha sido sometida a un profundo sistema de entrenamiento en el cual se ha utilizado una combinación de restos de meteoritos, fósiles, compuestos químicos creados en laboratorio y células vivas. Es decir, se ha creado de una manera muy distinta a las IA habituales que usamos para hablar o resumir textos. Han trabajado duro para que esta inteligencia artificial llegue a tener la posibilidad de analizar muestras físicas recogidas en otros planetas, estrellas y en cualquier otro lugar del espacio que pueda abrir una vía de descubrimiento.
Tal y como informan en el estudio publicado hace unas horas en PNAS, su software es capaz, por el momento, de realizar un reconocimiento eficaz sobre el origen de una muestra. Con un nivel del 90% de acierto, puede distinguir una muestra biológica de una no biológica, lo que será clave a la hora de discernir si alguno de los materiales que analice tienen rastro de formas de vida o no.
Más cerca de descubrir vida
La buena noticia es que la inteligencia artificial en cuestión ya se está usando y dicen sus creadores que no hay ningún inconveniente en continuar haciendo pruebas con ella. Solo hay que proporcionarle muestras y datos que pueda analizar para llegar a descubrir mucha más información de la que se podría imaginar. En su estudio ponen el ejemplo del análisis de las rocas de Marte que recolectó el vehículo Curiosity, sobre las que se puede llegar a obtener mucha información de interés.
El motivo por el cual esta inteligencia artificial podría triunfar en la búsqueda de vida es porque utiliza un sistema distinto a los habituales. Lo que hace es analizar las distribuciones moleculares buscando modelos que puedan encajar con lo que se entendería como una forma de vida. Así, se da prioridad a la búsqueda de señales extraterrestres bioquímicas que se alejan de lo que se tendría que buscar para detectar una forma de vida humana. La IA no se concentra en la búsqueda de ADN o aminoácidos como sería normal en el caso de la vida que conocemos en la Tierra, lo que proporciona más posibilidades de que se llegue a descubrir alguna forma de vida inesperada.
También mencionan desde el Instituto Carnegie de Washington DC que no solo van a utilizar esta tecnología para intentar encontrar vida, sino que será una manera de poder aportar más descubrimientos sobre el origen de la raza humana. Comentan que, quién sabe si alguno de los descubrimientos que se hagan pueda relacionar la vida en la Tierra con la vida existente en otro lugar de la galaxia.
En las pruebas que se han realizado se llegaron a analizar más de 100 muestras físicas, muchas de ellas procedentes de la Tierra. Los resultados muestran cómo la IA ha diferenciado entre aquello que tiene origen en algo vivo, como huesos o conchas, y lo que ha sido creado en un laboratorio. Pero no tienen claro qué tipo de análisis ha hecho el algoritmo y cómo ha llegado a esas conclusiones. Después de que entrenaran a la inteligencia artificial, esta alcanzó esa habilidad que ya han confirmado que tiene y no pueden explicar cómo se llevan a cabo sus procesos. Pero saben que, con un 90%, sus resultados son buenos, por lo que consideran que es una buena idea utilizar la tecnología.
Ahora que ya tienen el software, lo que se han planteado son dos objetivos. Primero, van a comenzar a analizar todas las muestras posibles recogidas en Marte para comprobar si, en algún momento, hubo rastros de vida. También seguirán, en paralelo, trabajando con muestras de la Tierra, porque saben que así la IA continuará aprendiendo. Y, en segundo lugar, quieren buscar biosferas distintas a las de nuestro planeta que puedan ayudar en la exploración del universo. Así que parece un proyecto prometedor en el que al final, importará poco que entiendan o no cómo funciona la IA. Lo relevante serán los resultados.