Europa arreglará uno de los grandes fallos de los coches eléctricos en España

Nuestro país se encuentra inmerso en un círculo vicioso en el que la baja demanda de coches eléctricos no presiona lo suficiente para que las eléctricas se pongan las pilas con la instalación de los puntos de carga. Así que Europa ha entrado en juego para poner orden a este asunto.
Sin puntos de carga suficientes, muchos potenciales compradores desechan la idea de optar por este tipo de vehículos, así que la Unión Europea ha dicho basta para cumplir con los objetivos marcados en la venta de coches eléctricos y cargadores.
Normativa europea de carga de coches eléctricos
España deberá tener cargadores para coches eléctricos cada 60 km a partir de 2026, según la nueva normativa europea. Una que España está lejos de cumplir, pero tendrá que ponerse las pilas y solucionar uno de los mayores problemas de los coches eléctricos en nuestro país. Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) detalla que en España hay actualmente 20.243 cargadores de vehículos eléctricos en las carreteras. El objetivo para final de 2023 es que haya 45.063. Además, 8 de cada 10 son de carga lenta.
Concretamente, Bruselas obligará en breve a los países miembro a instalar cargadores para coches eléctricos cada 60 km en la red básica de carreteras y cada 100 km en la red de vías transeuropeas. Esto podría ser el catalizador para otro de los grandes problemas que tiene nuestra red de electrolineras. Se calcula que 40.000 electrolineras se encuentran en un limbo donde los cargadores están ya instalados (o en proceso de ello), pero no tienen suministro eléctrico.
Preocupación por los puntos de recarga
A la hora de plantearse comprar un coche eléctrico, la preocupación por la combinación entre la autonomía más corta de estos vehículos eléctricos frente a la de combustión unida a un estado que deja mucho que desear en cuanto a puntos de recarga es uno de los motivos que más desincentivan la compra de EV.
Prueba de ello es un estudio realizado por Plenoil como parte de su proyecto Transición Posible y que mostraba que algo más de la mitad de los conductores españoles (50,3%) no se plantea comprar un vehículo eléctrico en los próximos años.
Entre las principales causas para no querer comprar un EV están su elevado precio (61,3%), la escasez de puntos de recarga (46,6%), el tiempo de carga (35,7%), el precio de la electricidad (32,6%) y la idea de que este tipo de coches no son el futuro (27,4%).
A la pregunta concreta sobre la percepción en relación al desarrollo de la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico en España, el 70 % de los encuestados considera que es insuficiente para que sea el vehículo principal (36 %) o totalmente insuficiente (33,8 %), mientras que un 15,5 % cree que es suficiente para entornos urbanos, pero no para trayectos de larga distancia.
La preocupación por los puntos de recarga es objetiva. El último informe de la ANFAC indica que vamos muy por detrás de los objetivos marcados y en una posición claramente desventajada respecto a otros países de Europa en cuanto a infraestructuras de carga de vehículos eléctricos. La brecha con otros países europeos comienza a ser difícil de salvar y, por ejemplo, España arroja un valor de 245 puntos de recarga por millón de habitantes, siendo la media europea de 573. Destacan países como Países Bajos (4.760), Francia (686) o Alemania (567).