La solución de los fabricantes a las cifras de ventas de los coches eléctricos no es bajar precios, sino dejar de fabricarlos
Volkswagen es la primera marca que reconoce que hay una fuerte reticencia en el mercado con respecto a la compra del vehículo eléctrico. Sin embargo, la solución no ha sido reducir el precio, sino disminuir la producción de coches eléctricos ante la negativa de los clientes a comprarlos.
España tiene como objetivo para el año 2030 que, al menos, 5 millones de vehículos que circulen por las calles sean eléctricos o híbridos enchufables. Esta cifra es una exigencia de la Ley Climática Europea acordada por los 27 países de la Unión Europea en 2021. Sin embargo, el número de ventas no es nada halagüeño. La falta de disposición a la compra hace pensar que será complicado alcanzar esa cifra.
Volkswagen reduce la fabricación de EV
En lo que suele ser una medida habitual para cualquier tipo de fabricante, si no se vende el stock, se reduce o paraliza la fabricación. Según fuentes, Volkswagen ha introducido medidas para reducir temporalmente la producción de modelos eléctricos en una de sus plantas alemanas.
Según el consejo de trabajo del fabricante de automóviles alemán, se canceló un turno en la planta de Emden de Volkswagen en Baja Sajonia durante las próximas dos semanas antes de un período extendido de cuatro semanas de vacaciones de verano para los trabajadores en las líneas de vehículos eléctricos en julio y agosto.
Los detalles de la reducción de los turnos fueron proporcionados por Manfred Wulff, jefe del comité de empresa de la planta de Emden. “Estamos experimentando una fuerte reticencia de los clientes en el sector de los vehículos eléctricos”. Wulff dijo que originalmente se planeó que la producción del sedán ID 7 comenzara en julio, pero ahora se retrasó para «más adelante este año». En un comunicado, un portavoz de la planta de Volkswagen Emden dijo: “Confiamos en que la utilización de la planta aumentará nuevamente con el lanzamiento del ID 7 a fines de año”. La producción de modelos con motor de combustión continúa sin cambios.
Por qué no se quieren coches eléctricos
Que la adopción de los coches eléctricos no esté siendo muy alta en España tiene que ver con varias causas. Según un estudio de Plenoil, la causa número uno que disuade a nuestros conductores es el elevado precio que tienen los coches eléctricos (lo ha reflejado el 61,3% de los encuestados). Además, tampoco ayuda mucho la percepción sobre el sistema de recarga de este tipo de vehículos, citando otras problemáticas como la escasez de puntos de recarga (46,6%), el tiempo de carga (35,7%), el precio de la electricidad (32,6%) y la idea de que este tipo de coches no son el futuro (27,4%). Con todos estos condicionantes, no es de extrañar que el 50,3% de los españoles ni piensen en comprar un vehículo eléctrico en los próximos años.
En cuanto al estado de las infraestructura actuales de recarga del vehículo eléctrico en España, el 70% de los encuestados la definió como insuficiente. Esto aplica sobre todo a trayectos largos, ya que un 15,5 % cree que es incluso este estado de los cargadores no se puede considerar ni suficiente para viajes de larga distancia. Como mucho para entornos urbanos.
Cualquiera de nosotros puede imaginar el trastorno que supone parar a cargar durante tanto tiempo en medio de un viaje de por sí agotador por carretera, mucho más después de haber previsto exactamente en qué puntos de nuestro recorrido disponemos de la posibilidad de cargar, Tal vez las grandes ciudades y sus alrededores sean las mejor posicionadas en este sentido, aunque la velocidad a la que han crecido los puntos de carga en los últimos años nos hacen pensar que cualquier carencia en este sentido será solucionada.
En cuanto a los encuestados que al menos podrían considerar la opción de apostar por el eléctrico, son el 39,1 % de los encuestados. Por contra, sólo un 9,7 % cree que lo hará con cierta seguridad en el futuro y acabará dando el salto a la movilidad eléctrica.
Para paliar el alto precio de los coches eléctricos, en los últimos tiempos se han puesto en marcha ciertas ayudas económicas para la compra de un coche eléctrico que se pueden solicitar, como las del Plan MOVES III o ciertos incentivos fiscales. Sin embargo, la lentitud en su concesión también es un elemento de disuasión. Solo el 50,2 % de los españoles se plantea solicitarlas, mientras que el 26,7 % solo lo haría si puede servir para equiparar el precio del coche eléctrico al de uno de combustión. Resulta cuanto menos llamativo que de estos conductores que consideran viable apostar por el eléctrico de cara a futuro, un 23,1 % no las solicitaría en ningún caso, sin especificarse los motivos concretos, pero siendo seguramente ese laberinto administrativo por el que las comunidades autónomas no pagan el dinero que el Estado reparte parte de lo que está mal.