El coche eléctrico en España podría no contar más con impuestos innecesarios

El coche eléctrico se encuentra todavía con un lento despliegue, de ahí que el sector de la automoción haya propuesto al gobierno español eliminar sus altas cargas fiscales en forma de impuestos. Lo han hecho, de nuevo, los concesionarios y fabricantes, las patronales del sector como Anfac, Faconauto, Ganvam y Sernauto. Este es un planteamiento del que no es la primera vez que llega al gobierno, pero del que ven con urgencia para acercar estos vehículos al usuario.
La gran mayoría de países de Europa están puestas manos a la obra en la difícil tarea de cómo reactivar la industria del automóvil tras las crisis generada por la pandemia. Algo de lo que la Unión Europea también debe participar en ese esfuerzo. Sin embargo, para que los cambios sucedan, gobiernos como el de España deben seguir puestas en escena en facilitar ese desarrollo.
Piden eliminar su elevada carga fiscal
Y ahí, la última propuesta de las patronales, como Anfac o Faconauto, es la de levantar al coche eléctrico de impuestos como el medioambiental, que vendría a sustituir al actual Impuesto de matriculación, entre otros.
El motivo no es otro que conseguir que se abaraten el precio de compra de estos modelos y hacerlos más atractivos para el consumidor. Sí, es verdad que el Gobierno presentó el pasado julio el PERTE, un proyecto para ayudar a su recuperación, pero son las patronales las que todavía ven insuficiente esta medida si los impuestos del coche eléctrico siguen siendo tan elevados.
Porque, por más que se consiga crear un ecosistema que desarrolle el vehículo eléctrico y conectado, las altas cargas fiscales, en muchos casos, dejan sus miras con cierta lejanía, especialmente para aquellos que lo hacen pasándose desde el vehículo de combustión convencional.
Así, han sido estas mismas asociaciones del automóvil en España las que han trasladado al Ministerio de Hacienda un documento con la propuesta de toda una reforma fiscal con el eléctrico en el centro. Y para ello buscan seguir el modelo noruego.
El modelo noruego como plan a seguir
Ante la falta de competitividad del coche eléctrico respecto al de combustión por su mayor precio, menor autonomía y mayor dificultad de recarga, son los fabricantes de este tipo de vehículos los que quieren reducir esas barreras. En primer lugar lo quieren hacer empezando por la fiscalidad siguiendo el modelo que ha utilizado Noruega, que es líder europeo en el sector, para impulsar las ventas de eléctricos 100%.
Y es que sí. España todavía está muy lejos de llegar a cifras suficientes para el despliegue de la movilidad eléctrica en estos automóviles Cero Emisiones, de ahí la gran preocupación de las patronales. Para ello, tal y como han anunciado, se dirigen por la necesidad de sustituir el actual impuesto de matriculación por un nuevo impuesto medioambiental, basado en las emisiones de CO2 y la antigüedad de los turismos.
La propuesta es que se aplique anualmente a todos los vehículos sujetos al de matriculación, así como se plantea la posibilidad de incluir bonificaciones, en función de la renta o para zonas de baja densidad. También se encuentra el IVA, del cual actualmente se sigue contando con un 21% sobre el precio de compra, uno de los más altos de Europa. Esto hace, también, porque sea un obstáculo de los que muchos lo hacen reticentes.
Ante ello, lo que plantean es, o bien su eliminación, o bien una aplicación de un tipo reducido para la compra de vehículos según sus características medioambientales. Si echamos un vistazo por los diferentes países, el IVA varía notablemente en función de cada territorio. De los 15 % de Luxemburgo, se puede llegar a los 20 % de Italia o Portugal y hasta el 25 % en Suecia.
Otras reducciones
En el caso del impuesto de circulación, que se calcula según la potencia fiscal de cada vehículo, se pide que los electrificados, desde híbridos hasta cero emisiones, estén bonificados del 75% al 100% en el pago de esta tasa según sus emisiones.
En la línea de tipos impositivos, también se ha propuesto homogeneizar el impuesto de transmisiones patrimoniales que regula cada comunidad autónoma y que grava la compraventa en el mercado de ocasión. La propuesta sigue la línea de que este impuesto se regule según las emisiones de cada vehículo (en el caso de este mercado) para facilitar e impulsar la renovación del parque por modelos menos contaminantes.
Ante este primer acercamiento, lo que se vislumbra es que algunas de estas medidas puedan llegar, y que el planteamiento de rebajar estos impuestos al coche eléctrico se haga antes de lo previsto. Como tal, la lógica nos invita a decir que lo que se podrá hacer antes es reducir o eximir del pago de las tasas a las que se enfrentan los conductores y compradores de un vehículo, sustituyendo el impuesto de matriculación y el de circulación y reduciendo o suprimiendo el IVA.