Parece increíble, pero es cierto: este conductor perdió 321 puntos del carnet
Una de las principales misiones de la Dirección General de Tráfico, aunque en ocasiones solamente veamos el afán recaudatorio, es la de controlar que se cumplan las normas de circulación y esto haga que haya más seguridad en las carreteras y menos accidentes. Es por ello que puede también sancionar a los conductores que cometen conductas imprudentes o prohibidas, incluyendo entre estas actuaciones la retirada de una cantidad de puntos del carnet de conducir.
El carnet por puntos entró en vigor en 2006 bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y con esta normativa se calcula que más de 300.000 conductores han perdido su carnet al quedarse sin puntos. Por defecto, un conductor tiene un saldo original de 12 puntos (8 en conductores nóveles) y se puede ampliar hasta 15. ¿Qué sucede si al mismo conductor le retiran 321 puntos?
Conductor tramposo con -321 puntos
La Dirección General de Tráfico es la encargada de hacer cumplir las leyes de tráfico, incluidas en el Reglamento General de Circulación. Entre sus competencias también está penalizar a los conductores que las incumplan, con radares de velocidad, cámaras de control de semáforos, controles de alcoholemia y dispositivos de vigilancia en carretera. Si la infracción es lo suficientemente grave, además de una multa también conlleva retirada de puntos.
Sin embargo, como se suele decir, «hecha la ley, hecha la trampa». Un gran ejemplo es el caso de un ciudadano residente en España y de origen armenio. Este ha acumulado una cantidad de infracciones graves con las que ha acumulado un saldo negativo de 321 puntos perdidos.
El tema tiene truco, pues el conductor realmente no era un peligro al volante y se mereció todas esas sanciones, sino que este ciudadano de 28 años asumió las sanciones de hasta 91 motoristas. Se trata de un clásico caso de venta de tus puntos, pero el conductor cruzó el límite.
Entre los casos de las sanciones que asumió como suyas para que otros conductores no perdieran sus puntos (hay que recordar que al quedarse a cero, se retira el carnet hasta que se realicen cursos de concienciación vial y se recupere; si se circula sin carnet puede haber multas de hasta 6.000 euros) se encontraban incluso infracciones cometidas por personas del sexo opuesto o por empleados de empresas para las que no trabajaba.
Pagar por no perder puntos
El conductor cobraba a los motoristas cantidades de entre 70 y 200 euros por punto por asumir la sanción, además del importe de las propias multas. En el caso de las infracciones más graves, en las que se pierden de golpe 6 puntos, el tramposo cobraba entre 420 y 1.200 euros.
Por si fuera poco el crédito ilimitado que parecía tener, en el que perdía puntos cuando ya tenía el resultado a cero, tenía el carnet de conducir caducado y ni siquiera tenía el carnet de motos, aunque la gran mayoría de sanciones eran de conductores de este tipo de vehículo.
El detonante por el que la Guardia Civil se percató de que algo iba mal y esto iba a ser un negocio fraudulento hasta las últimas consecuencias llegó cuando el ciudadano de origen armenio se imputó una infracción considerada como muy grave por casi atropellar a un Guardia Civil. El suceso sucedió en Mallorca y en ese momento se investigó que él estaba en Valencia.
Además de este tramposo, también han sido imputados por delito de falsedad documental los 91 motoristas que se aprovecharon de los servicios prestados por este conductor que venía sus puntos.