Comienza el despegue del coche eléctrico: su mercado se impondrá al diésel en 2024
Los últimos informes al respecto del coche eléctrico son del todo esperanzadores, sobre todo en el mercado, donde ya se empieza a mover que su rentabilidad frente al diésel podrá llegar con fechas para 2024. Un hecho satisfactorio que pondrá a los vehículos de nueva generación en el centro de la atención pública. Tanto, que a los fabricantes no les ha quedado más remedio que apostar todo por ellos.
No hay vuelta atrás. La realidad es que el coche eléctrico se va a terminar imponiendo en el mercado ante el diésel y el resto de motores de combustión, y mucho más pronto que tarde. Las nuevas normas anticontaminación y las homologaciones de emisiones así lo están ya provocando, incluso con la desaparición de convencionales en los próximos meses.
El horizonte es del coche eléctrico
Cada lanzamiento de un nuevo coche deja también clara la apuesta ya de todos los fabricantes por la electrificación, que suma nuevas versiones a la gama o incluso la copa. Un resultado que ha hecho porque sean las mismas marcas las que se hayan decantado por ellos, como hemos visto en los últimos meses.
Para ello ya hay fecha: 2024. Lo explicó recientemente el director ejecutivo de Audi, Markus Duesmann, pero lo confirmó el último estudio elaborado por Bain & Company, que se suma también a los referidos por Bloomberg New Energy Finance (BNEF). Las dos son entidades reconocidas en todo el mundo por sus certeros análisis del mercado del automóvil.
En esas, ambas extrapolan que estos vehículos electrificados están empezando a convertirse en una alternativa cada vez más común. Con ellos persiste el impulso global de los mismos, ayudado por incentivos y políticas gubernamentales. En 2024, según refleja el informe, en torno al 12% de los automóviles nuevos vendidos en todo el mundo serán totalmente eléctricos. Mientras que, en 2040, esa cifra será superior al 50%; en 2050 dominarán las ventas.
Los costes de fabricación se igualarán en tres años
Una de las previsiones más cercanas la acabamos de conocer del prestigioso banco de inversiones UBS, publicada por The Guardian. En ella se estimó que la fabricación de un coche eléctrico costará lo mismo que un diésel y el resto de los de combustión interna ya en 2024, en apenas 3 años.
Esto nos lleva directamente al reciente anuncio de Audi. Y es que la marca de los aros está planteando que el rendimiento de las ventas de sus coches eléctricos debería aumentar del 5,5 al 11% en 2025. Para lograr estas cifras, Audi cuenta con que se mantengan los incentivos a la compra de vehículos eléctricos en los diferentes mercados en los que opera.
El propio Dussman reflejó, a su vez, lo cerca que estamos de ver cómo el coche eléctrico se impone al vehículo diésel. «En dos o tres años, nuestros electrificados serán tan rentables como los motores de combustión», decía. Una de las grandes consecuencias de esta situación próxima vendría de la mano del abaratamiento de las baterías.
Porque uno de los motivos por los que el coche eléctrico tiene precios bastante elevados hoy en comparación con un diésel o gasolina es precisamente por ellas. Es un componente muy valioso que supone el 40% de su precio y que, dependiendo del fabricante, puede llegar a superar los 5.000 euros.
Con todo, los datos que manejan los estudios mencionados y las marcas es que se abaratarían hasta los 100 dólares por Kwh. Más tarde, su precio será un 58% más bajo en 2030 en relación a 2020. Además, no sólo su coste será menor, sino que con la generación de baterías sólidas se incrementaría su capacidad y valor energético en hasta un 50% respecto a las actuales.
Los fabricantes se pasan a los electrificados
En los últimos años hemos visto como la mayoría de las marcas han incorporado versiones electrificadas a sus gamas de modelos. Los vehículos híbridos e híbridos enchufables conviven en muchos casos con las versiones de gasolina y diésel. Incluso algunos fabricantes han lanzado modelos 100% eléctricos.
Sin embargo, lo cierto es que, con vistas tanto a 2024 como a los años venideros, cada vez más son las marcas y fabricantes que se han decantado por la completa transición ecológica del coche eléctrico ante el diésel, llegando a producir únicamente automóviles de nueva generación eléctrica.
Uno de los más sorprendentes fue Audi, quien comunicó el pasado junio que no fabricarán ningún coche de gasolina o diesel a partir de 2026. Antes lo hizo el Grupo PSA de Peugeot, Citroën, Opel, DS y Vauxhall, quien anunció ya en 2019 que para 2025 toda su gama de vehículos será eléctrica o híbrida enchufable. Junto a ellos se adentran los de Fiat (exclusivamente eléctrica en 2030), Ford (entre 2024 y 2026) y Honda, que dejará de vender coches de combustión en Europa a finales de 2022.