Esta es la conclusión de un estudio de la Royal Economic Society británica tras realizar 100.000 encuestas en más de 30 paises. A pesar de esto en España, el gobierno está diciendo que va a poner ordenadores en las aulas. Otros especialistas en el tema discuten que no debe haber ordenadores en el aula, sino aulas de ordenadores. ¿Menudo lío no?
El estudio ha dado lugar a dos (no uno, sino dos) artículos en The Register (aqui el primero y aqui el segundo), de diferentes autores, comentando el tema. La verdad es que la cosa da cierto morbo, no se puede negar, asi que no me extraña que, en la prestigiosa publicación técnica, se hayan puesto manos a la obra a tratar de exprimirle todo el jugo posible al mencionado informe.
Pues el estudio dice que ni una cosa ni la otra. Segun lo que se menciona, el simple hecho de tener contacto con un ordenador hace que los niños empeoren sus resultados en Matematicas, Ciencias y en Lenguaje. Y se afirma que al evitar este pernicioso contacto los resultados vuelven a mejorar.
Parece que la causa de tan singulares efectos tiene algo que ver con que el niño con un ordenador en casa y en el aula es más reticente a la hora de realizar los deberes escolares. A mi juicio, y con mi experiencia (absolutamente parcial) de padre de hijos con deberes y ordenador en casa, esta es una cuestión que tiene más relación con la responsabilidad de los padres en enseñar a sus hijos a asumir sus responsabilidades, que con el influjo maléfico que pudiera ejercer el pobre artilugio (el ordenador) por sí mismo.
Por otra parte, el tema de los ordenadores en los colegios parece una cuestion puramente publicitaria o, peor aún, política. Porque nadie termina de aclarar cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar con esta medida. Antes bien, parece que se siga el principio de que «no sabemos que queremos enseñar a los niños, pero queremos que lo aprendan muy bien», y para eso se les dota de unos medios que llaman la atención al mencionarse en los telediarios, aunque jamás sabremos si son los más adecuados, puesto que no sabemos para qué los queremos. Asi que aquí tampoco tenemos un problema de los ordenadores, sino de la educación.
Creo que a todos nos resulta evidente que los niños que realizan un uso moderado (y supervisado por padres y profesores) de los sistemas de información no solo no tienen por qué ver mermados sus resultados académicos sino que, más bien al contrario, se verán beneficiados por el uso de esta herramienta de trabajo. La cuestión pendiente es cuantitativa sobre qué significa «un uso moderado», y cualitativa sobre si cualquier uso del ordenador es beneficioso. Por ejemplo, gracias al ordenador podrían aprender a leer.
Afortunadamente el estudio también dice algunas otras cosas de gran interés. Segun parece, en aquellos hogares donde se tienen más de 500 libros, los resultados de los niños son significativamente mejores. El estudio no lo dice, pero me parece a mi que lo que cuenta en este factor es que los libros sean leidos, y no solo acumulados. Pero para este viaje no hacian falta estas alforjas. Un niño leerá tanto más si sus padres leen. Y el niño con sólido hábito de lectura tendrá no solo mayor capacidad de asimilar aprendizajes, sino que tendrá una mayor apertura de mente y capacidad de percibir lo que le rodea. Para este niño, un ordenador, con la adecuada guía de sus padres y profesores, se convertirá en una potente herramienta de trabajo e impulso de la creatividad.