Los coches eléctricos cada vez son algo menos ‘exótico’, y están convirtiéndose en algo más habitual en las carreteras. Sobre todo si en este grupo incluimos a los híbridos e híbridos enchufables, que llevan también sistemas de propulsión eléctricos. Pero la tecnología que esconden no es compartida, ni mucho menos, y tampoco parecida. Centrándonos únicamente en las baterías que almacenan su energía eléctrica, podemos diferenciar entre níquel y litio. ¿Cuál es la diferencia?
Los coches eléctricos puros, los que se mueven con energía eléctrica en exclusiva, recurren a las baterías de litio. Sin embargo, los coches híbridos también cuentan –según el modelo- con baterías de níquel; o más bien, de hidruro de níquel-metal. En los dispositivos móviles y otras productos correspondientes a la tecnología de consumo habían sido abandonadas, pero los fabricantes del sector automovilístico han recuperado estas baterías de níquel ¿sabes por qué?
Qué diferencia a las baterías de níquel y de litio, y por qué los coches híbridos las han ‘recuperado’
El gran problema de los coches eléctricos está en el precio. Es lo provoca que, por el momento, junto con la autonomía, sea el factor decisivo de unas ventas reducidas respecto a las alternativas de propulsión. Y este elevado precio está justificado por el gran coste que suponen las baterías de iones de litio.
Ahora mismo la mayor ventaja es el precio, para las de hidruro de níquel-metal, y es evidente que cuando se reduzca el coste de producción de las baterías de ión-litio, probablemente acabarán siendo abandonadas.
Las ventajas de una batería de hidruro de níquel-metal
El precio de fabricación es de aproximadamente la mitad que el de las baterías de ión-litio, si revisamos el coste por kilovatio-hora. Sus prestaciones se han mejorado, además, para aumentar la capacidad en relación al peso y espacio que ocupan, de tal manera que se han reducido las distancias. Ahora bien, la principal ventaja está en que son duraderas y, sobre todo, más seguras que las de litio. No se utilizan líquidos inflamables, luego sus sistemas de refrigeración, y los controles electrónicos son más simples.
Las ventajas de una batería de ión-litio
Las baterías de litio que se utilizan el los coches eléctricos tienen una densidad energética mayor, y son más ligeras y compactas. Esto las hace perfectas para montar en un coche propulsado por energía eléctrica en exclusiva, donde toda la autonomía depende de este sistema de almacenamiento, o casi. Además, este tipo de baterías no sufren del denominado efecto memoria.