Más allá de su uso urbano para movernos en la ciudad, los problemas de batería de nuestros patinetes eléctricos siguen siendo molestos, tanto a la hora de su utilización como en su carga. Aunque la batería suele ser una queja común, los patinetes eléctricos pueden presentar diversos fallos que conviene conocer si estás pensando en comprar uno o acabas de hacerlo. A continuación te explicamos cuáles son los fallos técnicos más sonados y sus posibles soluciones.
Los patinetes eléctricos se han convertido en toda un arma de movilidad, experimentando un auge imparable que hace difícil no pensar en ellos como opción para desplazarnos en nuestro día a día. Entrados también en la denominada micromovilidad, es una línea que está llamando la atención de muchos usuarios que ven ellos el acompañante perfecto para desplazarse, así como de diversas empresas y flotas de vehículos. Aun así, tampoco es extraño que podamos percibir algunos problemas relacionados con su batería, especialmente a la hora de cargar estos patinetes eléctricos.
Debido a que la normativa al respecto es aún muy joven, y de hecho continúa mejorándose y definiéndose en la actualidad, es común que sus usuarios cometan muchos errores usándolos.
Pero ya no solo en cuanto a normas de circulación, el aspecto donde más se duda sobre ellos, sino también en cuanto a su funcionamiento. Son muchos los que piensan por tener tan solo dos ruedas, una batería y un motor eléctrico, entre otros elementos, estarán exentos de sufrir problemas. Y nada más lejos de la realidad, especialmente en lo que se refiere a esas mismas unidades, tanto de almacenamiento como de potencia.
Porque sí; aunque tengan la función de moverse por cualquier ambiente, estos siguen siendo dispositivos electrónicos como lo son nuestros móviles, tablets o portátiles, en su caso. Por lo tanto, es bastante normal que en algún momento podamos sufrir alguna avería. De hecho, son sistemas que también se desgastan con el tiempo. La batería es uno de los componentes más expuestos y sensibles, lo que hace que, a la hora de realizar la carga, se pueda sufrir algún contratiempo.
Cuál es su vida útil
En primer lugar, ¿qué hay de cierto en esa afirmación popular que establece que la primera vez que se carga este o cualquier otro aparato eléctrico hay que hacerlo un mínimo de 8 horas? Pues no necesariamente. Las antiguas baterías sí necesitaban este margen para estabilizarse, pero hoy en día no tiene sentido, ya que la mayor parte de ellas viene con más de la mitad de carga por defecto.
Ante esto, es crucial conocer la vida útil de nuestro equipo. Esta información nos la dará de una manera más precisa la marca a la que nos hayamos dirigido, puesto que también depende de algún factor que el fabricante haya podido establecer. Pero por lo general, y antes de dar cualquier tipo de problemas en la batería, los patinetes eléctricos suelen mediar entre los dos y los tres años. Esto con un uso normal tanto en la frecuencia como a la hora de conducirlo.
Asimismo, también hay que tener en cuenta es que existen dos tipos de baterías para ellos. Estas son las de litio y las de gel. Cada una de estas tiene diferente duración y su mantenimiento, aunque es similar, también tiene algunas diferencias. Por ejemplo; en lo que se refiere a las de litio, estas suelen tener unos 1.000 ciclos de carga; cuando se pasa este número de ciclos, no es que la batería deje de funcionar de golpe, pero sí que perderá progresivamente su capacidad.
Por ende, antes de proceder, debes identificar qué tipo de batería usa tu patinete. Esto es bastante importante puesto que, si a la hora de su carga se sufren percances, o directamente no funciona, será más fácil reconocer el fallo que impide su normal funcionamiento y el motivo por el que no lo hace. Como tal, esta información la puedes encontrar en su caja o en el manual.
A su vez, la capacidad de la batería es sin dudas el aspecto clave, pues a mayor amperios o miliamperios, mayor cantidad de kilómetros podrá durar la batería. Esto significa que en iguales condiciones de peso, velocidad de conducción, tipo de terreno… una batería con 8000 mAh suele durar el doble de kilómetros que una de 4000 mAh.
Cómo es su mantenimiento
Es muy importante cuidar cada uno de los componentes eléctricos, ya que su funcionamiento depende un 80% de ellos. De todas formas, siempre recomendamos acudir a un especialista o al fabricante de nuestro VMP (vehículo de movilidad personal) para asegurarnos de que no van a haber ningún tipo de contratiempos, tanto para nuestra seguridad como para la del patinete.
En este sentido, es necesario recalcar que cuentan con un mantenimiento periódico. No es que tengamos que estar constantemente encima de él, pero sí que cada cierto tiempo habrá que revisar algunos componentes básicos, especialmente para no sufrir algunos daños frecuentes, como mencionaremos a continuación.
Así, para evitar que tengamos problemas de carga en la batería de nuestros patinetes eléctricos, nos aseguraremos de que todas las piezas que lo rodean estén en buena sintonía. Por supuesto, los externos como los neumáticos, luces o motor eléctrico también. Pero en este caso nos referimos a la unidad de almacenamiento.
- Lo más importante para evitar reducir su vida útil es no acelerar rápidamente, pasando de cero al máximo en solo unos segundos.
- Al almacenar las baterías de litio, de la misma forma que las de gel, tendrás que cargarlas y después desconectarlas. De esta manera mantendrán el 70-80% de su carga total.
- La autonomía de una batería de litio, al ser mayor que una de gel, nos permitirá no tener que volver a cargarla hasta que pasen dos meses aproximadamente. Asimismo, las podrás guardar inclinadas sin ningún problema.
Problemas más comunes
Una vez identificadas, es importante que sepas también que la batería de litio para los mismos es mucho más común que la de gel. Sin embargo, y si bien tu patinete usa en su caso una de gel, no debes preocuparte. Es verdad que es menos común, pero esto tampoco quiere decir que sea obsoleta, ni mucho menos.
Su mantenimiento es bastante parecido; como hemos dicho, una de gel puede durar máximo dos años y una de litio hasta cuatro. De esta manera, el uso que le demos al patinete eléctrico afectará la durabilidad de la batería a largo plazo. Como todo, hay varios factores que influirán en el rendimiento diario de las baterías. Estos son algunos como el peso del conductor, la velocidad a la que se desplace y el tipo de terreno.
Igualmente, y aunque seamos conductores de poco peso, que no frecuentemos velocidades muy altas o que nos movamos por calles en perfecto estado o sin baches que puedan afectar a las mismas, existen una serie de problemas que pueden afectar seriamente a la batería de los patinetes eléctricos, más cuando nos disponemos a efectuar la carga.
Cargador roto
Aunque no es precisamente uno de los problemas con menos solución, sí llega a ser de los más comunes. El motivo principal es que, al igual que el vehículo, tiene una vida útil no demasiado extensa. Esta suele rondar los dos o tres años con un uso constante. Es cierto que si somos usuarios no tan exigentes este nos va a durar más.
El condicionante más importante es que los cargadores, como pasa con el de los móviles, sin ir más lejos, son propensos a estar hechos de materiales no demasiado resistentes. También puede verse afectado por sobretensiones de la línea. Los cargadores que suelen proveerse junto con los VMP no tienden a ser de gran calidad. Por eso, si tienes problemas con tu cargador original, es preferible que optes por un buen cargador de litio de carga rápida.
Daños de batería
Esta suele ser la razón principal por la que a la hora de realizar la carga este no llega a completarse. También es muy posible que aunque el cargador esté en buenas condiciones (es decir, que no esté dañado), observemos que la carga tarda más en finalizar. Como hemos dicho, por norma general tienen una vida que llega hasta los tres o cuatro años, pero antes la batería puede verse comprometida.
Del mismo modo, esto puede dar que hayamos dejado que la unidad se descargue del todo al 0%. Este es un fallo bastante habitual de los usuarios, pero del que nunca podemos caer, o al menos no de manera frecuente. Si esto ocurre con regularidad, la batería llegará a agotarse antes de lo previsto, o lo que es peor: estando en buen estado, no pueda cargarse. Lo más habitual en estos casos es que se tenga que sustituir por otra nueva, algo que no es precisamente barato…
Capacidad deteriorada
Puede pasar. Aunque a simple vista la batería en sí esté correctamente, y que se completa de manera habitual a la hora de su carga, es común que una vez desenchufada la autonomía de los mismos patinetes eléctricos sufren problemas de batería. O lo que es lo mismo: que a la hora de su uso llegue a vaciarse antes de lo previsto, y cada vez con más rapidez.
Este es un deterioro de la capacidad de la batería, o de corriente. Esta nos la suelen dar en Ah (amperios/hora), aunque también se ven con los mAh (miliamperios/hora). Como tal, es el potencial que posee una batería completamente cargada, esto para suministrar una cantidad de electricidad especificada. Si bien es normal que la capacidad de carga disminuya con el tiempo, esto no suele suceder hasta más o menos los dos años.
Celdas y cables dañados
Las baterías son uno de los componentes más sensibles de estos vehículos eléctricos. Ya sean patinetes, motos, coches, bicis… son unidades que sí que son más propensas a sufrir algún tipo de daño más crítico o, incluso, irreversible. Cabe destacar que las incidencias en este apartado difieren mucho dependiendo del sistema de refrigeración que tengan.
Los modelos con los acumuladores refrigerados por líquido presentan muchas menos averías y fallos que los refrigerados por aire. Afortunadamente, los fallos en las baterías suelen solucionarse sustituyendo sólo las celdas dañadas, lo cual reduce notablemente la factura final de la reparación.
En conjunto con esas posibles celdas con daños, el equipo puede haber dejado de cargar debido a una avería en los cables que salen de la batería. Generalmente, esto pasa cuando el vehículo ha sufrido fuertes golpes o ha estado expuesto a la sobrecarga, cuya consecuencia es la quema de algunos componentes internos.
También es preciso indicar que este es un componente de tu patinete que va a sufrir el desgaste propio del uso. Por lo que llegará un momento en el que irremediablemente tengamos que sustituirlos por otros nuevos.
No acelera o acelera solo
Antes de meter mano a posibles soluciones, debes saber también que ciertos componentes de tu patinete van a sufrir el desgaste propio del uso, y llegará un momento en el que tienes que sustituirlos por otros nuevos. Esto es fácil de detectar con un buen mantenimiento preventivo del mismo con el que sabrás cuándo toca cambiar la pieza que puede empezar a darte problemas.
La batería, el cargador, los frenos, la transmisión y los neumáticos tienen una vida útil limitada, y con el tiempo necesitarás reemplazarlos para que tu patinete funcione bien.
Como mencionamos anteriormente, es muy importante cuidar bien el patinete y la batería, pues si no se guarda correctamente o se le hace un mal mantenimiento, este puede ir deteriorándose mucho más rápido, produciéndose fallos en el acelerador o que le falte esa fuerza que tenía previamente.
Puede darse el caso de que lo dejemos guardado en un sitio muy frío (menos de 10 grados); si es así, esto también puede hacer porque la batería se vaya deteriorando más rápido. Pasaría lo mismo si dejamos el patinete bajo el sol durante mucho tiempo con un calor excesivo.
Con todo, pueden ser varias las causas que podrían estar afectando el encendido de tu patinete. Las mismas pueden variar dependiendo de la marca que estés utilizando, ya que, al igual que ocurre con cualquier otro vehículo, cada sistema interno es distinto. Sin embargo, es posible trazar algunos problemas que son comunes a la mayoría de estos dispositivos de movilidad personal. Algunos de ellos son los siguientes:
- Fallo en la batería.
- Cables de la batería dañados.
- Fusible Z quemado.
- MOSFET (que contiene componentes del controlador) quemado.
- Correa dañada.
Al mismo tiempo, como indicamos, las baterías son algo que siempre tenemos que revisar. Y es que estas son de las partes que más sufre. Estas se someten a grandes descargas sobre todo si el vehículo es usado por personas con un peso muy próximo al peso máximo soportado por el patinete o se conduce por terrenos elevados o irregulares. Por ello, lo más recomendable es revisarla en profundidad. Solo así podemos conocer qué le ocurre y cómo podemos darle solución.
En el caso de que hayamos comprobado que no es la batería, también podemos mirar a la correa que, en muchas situaciones, es la verdadera culpable de nuestros males mientras le echamos la culpa a la batería o al motor. En este caso, y una vez comprobado que la primera no tiene culpa, podemos mirar que está no esté destensada.
Y para arreglarlo basta con un sencillo ajuste para corregir una deficiencia que, muchas veces, es más simple de lo que parece. Por eso es importante que antes de dirigirnos a cualquier pieza, atendamos previamente de dónde viene el problema.
Del mismo modo, pero con un fallo distinto, podemos encontrar que ya no solo es que no acelera, sino que directamente no enciende. Si es así, una de las causas más certeras en estos casos es que el cable esté dañado o bien que el fusible se haya quemado. Si se trata del cable tienes que acudir a un técnico especializado para que lo reemplace. En el caso del fusible, lo puedes hacer tú mismo por tu cuenta.
Manillar desajustado
Si notas el manillar algo suelto, desajustado o torcido, sobre todo después de haber recorrido terrenos irregulares, pedregosos, o con muchos baches, es posible que la larga exposición a vibraciones altas haya afectado a los amortiguadores o el manillar. El manillar debe funcionar perfectamente para poder girar y dirigir el patín, por lo que al menor problema que se note, deberíamos intentar recalibrar el manillar o sustituirlo al completo si es necesario.
Si hay un problema con las barras de dirección que sostienen el manillar (que también guardan relación con los amortiguadores) habrá que desmontar la horquilla delantera y las piezas de dirección, algo para lo que se requiere soltura y conocimiento sobre patinetes, por lo que sería buena idea llevarlo a un reparador profesional.
Amortiguadores dañados
Al igual que los coches o motocicletas, los patinetes eléctricos también tienen amortiguadores, y es imprescindible que se encuentren en buen estado, complementando a los elementos del sistema de suspensión. Algo que puede afectar al patinete en este aspecto es el desgaste de los bujes y rodamientos. Estos componentes son los que mantienen el eje de la horquilla y la rueda en su sitio, y permiten que se muevan sin roces. Con el tiempo, estos elementos pueden desgastarse, provocando que el eje de la horquilla se afloje y la rueda se desplace de lado a lado, dando lugar a una conducción insegura.
Si crees que los amortiguadores están dañados, notando una conducción dura con baches o superficies irregulares, no deberías dudar en cambiarlos por unos nuevos (normalmente, sustituirlos tiene más sentido que intentar repararlos). También es posible que se haya roto el resorte de suspensión, en caso de que notes que la rueda delantera se mueve de lado a lado.
Otros elementos en juego que deberías revisar son las barras de dirección y la tensión de los muelles. Al ajustar los muelles, lo que hay que hacer es aumentar la tensión si el patinete salta demasiado, o disminuirla si lo notas demasiado rígido.
No frena bien
Aunque la velocidad a la que vamos no es excesivamente rápida (recordamos que, por ley, está limitada a 25 KM/h), es necesario que estos vehículos tengan un freno en condiciones para evitar accidentes. La mayoría de los frenos suelen ser de disco, igual que las motos, los coches, e incluso las bicis de gama alta. Estos frenos nos van a permitir frenar mucho más rápido en caso de necesidad, pero es necesario que estén en condiciones.
El freno de disco, como cualquier otro elemento que esté expuesto a la fricción, se acaba desgastando. Y, si la pastilla se gasta del todo, podemos tener problemas. Lo más normal es que, a medida que se vaya gastando, el freno no actúe tan fuerte como debería. Pero también puede darse que, si se gasta del todo e intentamos frenar con fuerza, se desgaste el disco, e incluso se rompa. Y, en estos casos, la avería es mucho mayor.
Como parte del mantenimiento de cualquier vehículo, es necesario revisar que los frenos están en condiciones para evitar no solo los daños de los que hablamos, sino también un posible accidente. Si empezamos a notar que el freno va mal, debemos llevar el patinete a una tienda especializada a que le cambien la pastilla para poder seguir usándolo sin problemas.
Las luces no funcionan
Las luces del patinete son muy importantes, ya que ayudan a que los vehículos puedan vernos, sobre todo cuando cae la noche. Por ello, es esencial que estas funcionen como es debido y que siempre vayan encendidas. Aunque son LED, estas luces pueden fundirse como cualquier otra, lo que puede dar lugar a situaciones de peligro. Los motivos por los que se pueden funcir son muy variados, desde el simple desgaste hasta un golpe o una mala conexión.
En caso de que estas luces fallen, lo mejor, más rápido, y más barato es cambiarlas por unas nuevas. Si estas vuelven a fallar al poco tiempo, entonces sí deberíamos buscar la causa con mayor detenimiento. Además, también recomendamos usar sistemas de iluminación adicional, como, por ejemplo, un casco con luz.