Cuidar la privacidad durante la navegación por Internet es complicado, pero posible. Y otra cosa es mantenerse anónimo, que es todavía más complicado. Para lo que está planteado AnonTab, la extensión que nos ocupa y que está disponible para navegadores Chrome y Firefox, es precisamente para lo segundo: tratar de llevar a cabo una navegación anónima por Internet, aunque de forma selectiva. Es decir, únicamente cuando nosotros queramos que así sea, y a través de pestañas independientes sin cambiar de programa y sin ningún otro tipo de complicación.
Para ser ‘invisibles’ en Internet, o al menos intentar mantener el anonimato por la Red, sin lugar a dudas uno de los puntos clave es pasarse a una red como Tor, por ejemplo. La ‘estructura’ regular de Chrome o Firefox complican este asunto, porque el intercambio de ficheros sin modificar el comportamiento estándar se hace de forma directa, luego desvelando a los servidores nuestra dirección IP. Ahora bien, AnonTab nos permite cuidar la privacidad de la mejor forma posible –sin complicarnos-, a través de un botón que abre cualquier página web en una nueva pestaña de ‘navegación anónima’. Pero no como en modo incógnito, sino anónima de verdad.
¿Cómo consigue AnonTab que naveguemos por Internet siendo anónimos?
AnonTab, para Chrome y Firefox, lleva a cabo la conexión con los servidores de Internet a través de un proxy. De esta forma se oculta la dirección IP real del ‘tráfico origen ‘ –es decir, nosotros-, y se desvela al servidor de destino únicamente la IP del propio proxy. Pero como capa de seguridad adicional, además, se utilizan SSL y TLS como capas de seguridad. Su propio desarrollador habla de la extensión para estos navegadores web como un conjunto con lo mejor de NoScript y HTTPS Everywhere, que son algunas de las extensiones que vienen preinstaladas en Tor Browser, que no olvidemos es una versión (muy) modificada de Mozilla Firefox.
El manejo por parte del usuario es tan sencillo como hacer clic derecho con el ratón sobre cualquier URL y seleccionar AnonTab para la ejecución de la dirección URL. Y esto, además de aprovechar un proxy para evitar entregar información que permita identificar al usuario, nos permite además limitar la ejecución de scripts. De esta forma contamos con un método adicional para proteger la privacidad, aunque a partir de esto anterior hay otros elementos que nos pueden delatar como, por ejemplo, sencillamente las cookies de inicio de sesión en servicios de Internet en los que estemos registrados.