Moore lo clavó. O al menos hasta el año pasado. La famosa Ley de Moore, que no es más que una frase que dijo Gordon Moore, no es más que decir que el número de transistores en un circuito integrado se iba a doblar cada 1 o 2 años, de manera exponencial. Esto se ha cumplido entre 1965 y 2015, pero los límites de la física están empezando a ser insalvables, y es cada vez más complicado reducir el tamaño de los transistores.
Intel es la viva muestra de la creciente dificultad de reducir el tamaño de los transistores. En sus anuncios se ve que cada vez hay más refritos de arquitecturas y tamaños de fabricación. El procesador de 14 nanómetros fue presentado en 2014 con Broadwell, e incluso en el año 2018 vamos a ver todavía procesadores presentados con ese tamaño de fabricación, y hasta 2017 no veremos los 10 nanómetros. Tres años de una disminución a otra es algo que la industria no había visto nunca.
- 32 nm Westmere (2010)
- 32 nm Sandy Bridge (2011)
- 22 nm Ivy Bridge (2012)
- 22 nm Haswell (2013)
- 14 nm Broadwell (2014)
- 14 nm Skylake (2015)
- 14 nm Kaby Lake (2016)
- 10 nm Cannonlake (2017)
- 14 nm Coffee Lake (2018)
Procesadores programables
Probablemente los científicos han centrado demasiado su atención en reducir el tamaño, y no en aprovecharlo mejor. Eso es lo que han hecho investigadores de Kia, que podrían haber descubierto una solución a este problema. El planteamiento se basa en la teoría del caos. Su integración funciona de la siguiente manera:
En la actualidad, los transistores están especializados en hacer una tarea muy concreta y específica. Kia ha introducido un nuevo diseño para estos procesadores de tal manera que éstos no sean tan lineales, y los transistores puedan ser programados para realizar diferentes tareas, haciéndolos más dinámicos. De esta manera, se podrían aprovechar mejor los transistores que de otra manera quedan sin uso incluso cuando el procesador funciona al 100% de su capacidad.
Este diseño está todavía en fase teórica. A pesar de esto, el sistema no es difícil de implementar, pues crear un circuito de transistores programables no es difícil, según afirman los propios científicos. De hecho, se podrían fabricar incluso con las mismas máquinas y herramientas que utiliza Intel para fabricar los procesadores actuales. Gracias a esto, podríamos no sufrir tanto ante la actual imposibilidad de fabricar chips que funcionen de menos de 5 nanómetros.