Surge la polémica sobre la aplicación de Google Fotos debido a que incluso después de desinstalarla del dispositivo podría seguir subiendo instantáneas a la nube sin nuestro consentimiento. Esto provocaría que fotografías almacenadas o tomadas por nosotros pudieran ser subidas a la red, algo que unido a una brecha de seguridad en el servicio de almacenamiento de la nube podría provocar un grave riesgo para la privacidad de los usuarios.
La tecnología móvil de hoy en día hace posible que no dependamos de cables para almacenar nuestras fotografías e imágenes y poder acceder a ellas cuando queramos. Los distintos servicios de almacenamiento en la nube están en auge gracias al ahorro de espacio y la funcionalidad que proporcionan a los usuarios pero esto a su vez ha derivado en ocasiones en algún que otro problema de seguridad.
Todavía colea el asunto del Celebgate, que a finales del verano pasado dejaba al descubierto fotografías íntimas de muchas personalidades famosas que almacenaban en la nube este tipo de material. Mientras no haya un acceso no autorizado no tiene por qué haber problema y además el usuario es consciente a la hora de subir las fotos a la nube, pero ¿qué ocurre cuando no se cumple esto?
Esto es lo que denuncia el periodista David Arnott que ha descubierto como sus fotografías personales habían sido subidas por la aplicación de Google Fotos a este servicio de la nube, a pesar de haber desinstalado previamente la aplicación en el móvil. Es llamativo cuanto menos que Google tenga una de estas aplicaciones “durmientes” que sigan trabajando aún después de habernos deshecho de ellas y ponen el acento en la necesidad de las empresas de controlar tanto los permisos otorgados a dichas aplicaciones, como los usos que puedan derivarse de las mismas tras ser desinstaladas.
La sincronización de dispositivos en Google Fotos es la causa
El propio Arnott asegura que descargó la aplicación móvil hace unos meses y tras probarla decidió desinstalarla pero recientemente accedió al servicio de Google Fotos en el ordenador y descubrió una enorme cantidad de fotos que habían sido subidas a lo largo de ese periodo.
Como Google Fotos está vinculado a los servicios de Google Play, es necesario desactivar la opción de copia de seguridad y evitar la sincronización en los ajustes de esta última para evitar que de manera automática se realicen copias de seguridad de las fotografías que vayamos almacenando en el teléfono móvil o tablet, y habrá que realizar esto a pesar de haber desinstalado la aplicación. No es algo que la compañía de Mountain View deje sin informar, pero con casos como el de Arnott, parece necesario replantear el modo en el que se muestran estas instrucciones para evitar mayores problemas en el futuro.
¿Creéis que estas situaciones están suficientemente explicadas a la hora de instalar apps?