Tras experimentar un año de altibajos, protagonizando una expansión meteórica y una serie de polémicas que han lastrado su negocio, Uber afronta un 2015 plagado de incógnitas, donde deberá reinventarse o lidiar con problemas legales y burocráticos que amenazan el modelo de su actividad.
Los abogados de la empresa que ha revolucionado el sector del transporte de viajeros en todo el mundo, no habrán podido tomarse demasiadas vacaciones estas Navidades a tenor de los numerosos frentes abiertos que mantiene Uber en todo el mundo. Las prohibiciones de su servicio, las protestas contra su actividad y la esperanza de encontrar una legislación más favorable, marcan el inicio de año para la compañía.
Europa puede tender una mano a Uber
El conflicto entre el sector del taxi y Uber ha sido solo un aviso de lo que puede estar por llegar si las autoridades políticas no toman cartas en el asunto para desarrollar regulaciones que contemplen este tipo de aplicaciones y servicios. Uber ha centrado las iras de los profesionales del sector de transporte de viajeros, pero puede tener en Bruselas a uno de sus principales defensores, si se materializan algunas declaraciones vertidas a favor de la competencia y la desregulación de este tipo de sectores. La Comisión Europea se posiciona como un juez decisivo para el futuro de la aplicación en nuestro continente.
Actualmente cada país está tomando un poco el toro por los cuernos y va saliendo al paso de la situación con normativas que en casi ningún caso engloban a aplicaciones como Uber, Cabify o Blablacar. La supervivencia de este nuevo modelo de negocio, que permite al usuario llegar a ahorrar hasta un 30% con respecto al taxi tradicional, va a pasar por fomentar que se creen marcos legales permisivos con estas aplicaciones.
Prohibiciones a lo largo del planeta
Aún tenemos reciente la prohibición judicial que entró en vigor en España, forzando a las compañías proveedoras de servicios de telecomunicaciones a bloquear las aplicaciones de Uber, tras la negativa de la compañía a cesar con su actividad al entender que no estaba cometiendo ninguna irregularidad. Recientemente, la portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado que en esta región se hará cumplir la prohibición, imponiendo sanciones contra aquellos conductores colaborativos de Uber.
En el resto del mundo, el año no ha empezado con buen pie para Uber, y es que China también ha endurecido la legislación que hasta ahora permitía a coches sin licencia de actividad, ejercer el servicio de transporte de viajeros para aplicaciones de este tipo. Es tan solo una muesca más de la lista de países que han puesto a Uber en el punto de mira, y que mes a mes sigue engordando de forma alarmante para sus intereses comerciales. Travis Kalanick, CEO y fundador de Uber ya ha anunciado que la expansión de su compañía no va a detenerse pese a estas trabas legales, aunque está por ver si considerarán un cambio de mentalidad para ajustar un poco más a las normas vigentes en cada territorio, aún a costa de su beneficio.
La competencia: otra piedra en el camino
Por si faltaba alguien en la fiesta, la aplicación de mensajería Line ha arrancado el año presentando LineTaxi, un servicio para llamar a un taxi desde la propia aplicación chat que permitirá además pagar el trayecto desde el móvil. El lanzamiento en Tokio viene respaldado por la empresa de taxis Nihon Kotsu, pero ello no quiere decir que en un futuro su modelo no pueda pasar de ser un aliado del sector del taxi, a un competidor directo de Uber.
Veremos si Uber es capaz de aguantar el tipo frente a viento y marea y se sobrepone de las acusaciones de competencia desleal, extorsión a periodistas y otras polémicas, para seguir revolucionando el sector del transporte de personas.