Los últimos procesadores, procesadores gráficos, y las últimas pantallas para dispositivos móviles, ayudan a incrementar los niveles de autonomía en dispositivos móviles. Estos anteriores, cada generación, brillan con mayor intensidad en un campo en que las baterías han quedado en segundo plano: la autonomía.
Los fabricantes de componentes de hardware para teléfonos inteligentes y tabletas, y en definitiva dispositivos móviles, continúan avanzando en sus correspondientes tecnologías con la intención de potenciar un aspecto esencial: la autonomía. Sin embargo, mientras los procesadores, las GPUs, las memorias RAM y las pantallas, entre otros, continúan evolucionando en el campo de la eficiencia energética, las baterías de los dispositivos móviles han quedado a la sombra de una evolución que parece haberse apagado.
En cuanto a los procesadores, hemos visto cómo recientemente se producía la llegada de los 20 nanómetros y, mientras tanto, Samsung ya trabaja por introducir el proceso de 14 nanómetros. Ambos avances permiten alcanzar una autonomía mayor, gracias a un consumo energético reducido, pero sin modificar aspecto alguno de las baterías. Y en este campo, los principales fabricantes continúan introduciendo tecnologías que permitan cargas más rápidas, gracias a amperajes mayores y la «aceleración» por chipset, pero dejando de nuevo a un lado las baterías.
La autonomía, sin duda, es un aspecto que preocupa especialmente a los usuarios que, según está marcando la tendencia de uso, cada vez consumen más contenido multimedia, y en dispositivos móviles con pantallas de mayor tamaño, lo que debería llegar acompañado de un importante proceso de evolución de las baterías.
Los fabricantes se han olvidado de la batería
Los últimos proyectos más interesantes en el campo de la autonomía nos revelan, por ejemplo, sistemas de carga continua gracias a la incorporación de un panel solar transparente en la pantalla, lo que a fin de cuentas sería una fuente energética casi constante, siempre que haya exposición a la luz solar. Pero, ¿qué ocurre con las baterías? Aunque algunas universidades punteras en tecnología desarrollan ya proyectos como baterías que se cargan en un 70% en sólo 2 minutos, los fabricantes no están innovando en este campo. Para desgracia de los usuarios, el próximo año 2015 tampoco se espera como «el año de las baterías», y ya se ha vuelto a etiquetar como fundamental para el desarrollo de los wearables, precisamente unos de los dispositivos a los que más convendría el desarrollo en el campo de las baterías.