La ISO de una build inacabada de finales de mayo de Windows 11 se filtró hace unos días, y los usuarios están realizando todo tipo de pruebas en el sistema. Poco a poco se va avanzando a la hora de recuperar elementos perdidos con la nueva interfaz, o personalizarla a nuestro gusto. Hay quien también está haciendo pruebas de rendimiento de Windows.
Estas pruebas de rendimiento pintaban demasiado prometedoras, donde el sistema operativo mejoraba en todo a Windows 10. Para empezar, el arranque era de 13 segundos, frente a 16 en Windows 10 (un 18,75% más rápido). En 3DMark, las cifras eran de 7.613 frente a 6.872, y los SSD leían y escribían más rápido.
El problema es que estas pruebas filtradas no se hicieron correctamente, ya que la configuración de uso de energía de Windows no era la misma. En el caso de Windows 10, el ordenador estaba con el ajuste de Recomendado, mientras que en Windows 11 estaba en Alto rendimie nto.
Otras pruebas bien hechas sí apuntan a mejoras
Sin embargo, aunque en principio no iba a haber cambios sustanciales al compartir ambos sistemas operativos la misma base, en realidad sí que hay cambios que podrían implicar una mejora de rendimiento. Ese es el caso de los nuevos chips híbridos de Intel, como los basados en la arquitectura Lakefield, que mejorarían hasta un 5,8% basándonos en pruebas de Cinebench. Por ello, podría ser que sí se hayan introducido algunas mejoras a nivel interno.
Y es que Windows 11 va a integrar mejoras en el planificador del sistema operativo. El CPU Scheduling es un proceso que determina qué proceso utilizará el procesador mientras otro proceso está a la espera de que se libere la capacidad del mismo. Con ello, el sistema operativo ha de decidir qué proceso priorizar en cada momento.
Las CPU híbridas de Intel mejorarán con Windows 11
Microsoft e Intel llevan un tiempo trabajando de manera conjunta para optimizar el rendimiento del sistema operativo y los procesadores. Intel utilizará en su 12ª generación de procesadores Alder Lake una combinación de núcleos normales y otros de poca potencia, de manera similar a lo que encontramos en móviles con chips ARM con big.LITTLE, como los de Qualcomm.
Las mejoras de planificación de Windows 11 irían orientadas a estas CPU híbridas, por lo que los procesadores actuales no se verían tan beneficiados a falta de conocer pruebas finales para ver cómo afecta el nuevo planificador a los chips de Intel y AMD más recientes. Las primeras CPU Alder Lake saldrán a finales de año en torno a la misma fecha que Windows 11, por lo que los nuevos procesadores podrían verse beneficiados de estos cambios desde el principio. Además de mejoras de rendimiento, en los portátiles nos encontraríamos también con una mejora en el consumo de batería.
Para conocer más detalles sobre las posibles mejoras de rendimiento del sistema operativo habrá que esperar al próximo jueves a las 17:00.