Ya no tendrás que acercar el móvil al datáfono: así será el nuevo pago con NFC
Tener que acercar el móvil al datáfono es algo a lo que estamos acostumbrados, pero no a todos nos gusta. Además de dar error si no se pone justo encima del sensor, cualquiera puede ver lo que hay en nuestro fondo de pantalla. La privacidad se ve limitada con los pagos NFC, aunque esto podría cambiar dentro de cinco años.
Pagar con el móvil está tan popularizado que hasta las pequeñas panaderías y pequeñas tiendas de barrio aceptan este tipo de cobro. El NFC revolucionó nuestras vidas al evitar que tuviéramos que llevar encima la tarjeta de crédito e introducirla en el datáfono. Sin embargo, las exigencias van cambiado con el paso de los años, y eso de acercar demasiado el móvil a otro dispositivo podría cambiar en un plazo relativamente corto.
Que el cajero de supermercado pueda visualizar la pantalla de nuestro teléfono o que cualquier persona cercana a nosotros pueda conocer el modo en que operamos con él tiene los días contados. Ya se ha puesto fecha a la evolución de este sistema de pago y de confirmación de trámites, y está casi a la vuelta de la esquina. Además, tenemos claras algunos cambios concretos de los que nos beneficiaremos con su llegada.
La evolución de este tipo de tecnología debería trabajar en pro de nuestra seguridad y nuestra privacidad, al tiempo que facilita notablemente cualquier trámite de los que realizamos en nuestro día a día.
El NFC cambiará en 2028
El NFC entró en nuestras vidas en 2004 con el objetivo de mejorar las comunicaciones entre dispositivos que estén cerca. Por este motivo, los expertos están estudiando cómo ampliar el rango de contacto sin afectar a la calidad del servicio. Actualmente se encuentra en un vatio su carga inalámbrica, y la meta está en ampliarlo hasta tres vatios para que siga funcionando en los pequeños dispositivos, así como en otros a los que aún no había llegado esta tecnología.
A pesar de que una carga habitual cuenta con unos 15 vatios, esa ampliación podría ser suficiente para cargar de forma inalámbrica algunos pequeños dispositivos, como los auriculares tipo Air Pods.
Además, lo principal es aumentar entre cuatro y seis veces el rango de transmisión de datos. Ahora mismo el límite es de 5 milímetros, por eso tiene que pegar prácticamente tu móvil al datáfono del establecimiento. En cambio, están luchando por conseguir una distancia máxima de 20 o 30 mm (2 o 3 centímetros), de forma que no haya problemas y que realmente cumpla con su función de ser pago sin contacto.
Con la distancia adicional, ahora podemos pagar en el metro sin sacar el móvil del bolso o la mochila. Incluso, favorecerá a los dueños de comercios y bares, ya que no tendrán que preocuparse por los clientes que mueven los móviles por las terminales de pago en busca de la conexión exacta.
Y no solo el pago se verá favorecido en este amplio rango. Hay otras funciones que se mejorarán antes de 2028, como disponer de varias funciones con un solo toque. Aunque no le encuentres su lógica, esto puede ser interesante cuando tenemos una casa inteligente, aplicaciones de IoT o guardar billetes de avión en el móvil. Es decir, podrás tener tu billete de avión en un solo toque, sin tener que rebuscar en la app ni ir pasando uno a uno hasta encontrarlo.
Además, los chips NFC que se incluyen en los dispositivos podrán compartir cómo se deben reciclar los productos. De este modo, se favorecerá una economía circular, más saludable y sostenible, y acorde a la Agenda 2030.
Así que el NFC va a cambiar radicalmente nuestras vidas en los próximos años. Estamos expectantes por saber cómo se aumentará el rango de contacto (quizá solo en dispositivos más modernos), así como sus efectos en otras aplicaciones. Habrá que evaluar ventajas y riesgos de todas las novedades, pero la experiencia nos dice que el cambio llegará para quedarse y para evolucionar.