La evolución de la TDT en España ha sufrido numerosos cambios, pero solo unos pocos se mantuvieron en el tiempo. Es lo que precisamente no ocurrió con la conocida como ‘Quiero TV’, una plataforma digital de la Televisión Digital Terrestre que llegó a España hace más de 20 años… pero que no llegó a funcionar, si bien su idea sí que supuso un cambio a tener en cuenta. Entre los motivos principales del fracaso se encontraba que España no estaba preparada para su llegada.
La primera TDT nacía en los 2000, sin éxito
A finales de la década de los 90′ y principios de los 2000 era el espectador quien configuraba su propia parrilla en la televisión. Atrás quedaban los tiempos donde los canales se contaban por dos. Fue la irrupción de las cadenas privadas, por lo que en ese momento ya se podía mirar la televisión con una variedad de canales.
Podemos decir que fueron buenos tiempos para los espectadores, pero muy duros para las cadenas. Mientras la sociedad española vivía su propia batalla contra la crisis, las cadenas hacían lo propio para ganar audiencias, publicidad y el dinero necesario para seguir adelante. Es entonces cuando surgió la posibilidad de, al tiempo de que el usuario pudiera elegir nuevas cadenas, también pudiera hacer lo propio con los contenidos que quería ver. Aunque es verdad que esa manera de hacer televisión no duró tanto, o al menos no como se quería; nacía ‘Quiero TV’, la primera plataforma de la TDT.
En esas, la intención con esta nueva forma de ver la televisión de la mano de la TDT era la de permitir una mejora en la calidad de la recepción y amplía la oferta disponible tanto en número de canales como en versatilidad del sistema. Esto se refería a las emisiones con sonido multicanal, múltiples señales de audio, canales de radio, servicios interactivos… o incluso la imagen panorámica, etc. No obstante, la de ‘Quiero TV’ se quedó muy lejos de todas esas pretensiones (que sí llegaron años después).
De qué trataba
Es entonces cuando la TDT se implantó en España. Lo hacía por el año 1999, lo cual el Estado concedía la que era la primera licencia a la extinguida Retevisión. Resultó ser una plataforma de pago (entre 2500 y 4000 pesetas), quizá el mal menos grave de todos a los que se enfrentaba. Y no precisamente por ellos.
Era una alternativa a la tele convencional que se mostraba en aquellos días, intentando hacerse un hueco en los televisores españoles, aprovechando una tecnología pionera, aunque virgen. Su ventaja se presentaba porque su instalación solo requería del televisor, adaptar la antena y un decodificador de la época que ellos instalaban.
El problema es que ‘Quiero TV’ asentaba su oferta en el entonces estrenado binomio de televisión e internet... pero del que en aquellos tiempos España se encontraba sin apenas la utilización de este último. Su tarjeta de visita subrayaba el acceso a la Red y los servicios interactivos (correo electrónico, envío de mensajes a móviles, participación en concursos…). Todo con una oferta de hasta 14 canales. Con un plan muy ambicioso para la época, no alcanzó la rentabilidad esperada y cesó sus distintas emisiones el 30 de junio de 2002.
Qué canales había y por qué falló
Como tal, a posteriori se mira hoy a esta primera plataforma de la TDT como una buena forma de competir con las plataformas digitales por satélite existentes en aquel momento. Estas eran las de ‘Vía Digital’ y ‘Canal Satélite Digital’, al tiempo que las empresas de cable poco a poco iban surgiendo.
Con ella nacieron las emisiones de los primeros ‘realities’ que conocemos hoy en día en España, como ‘Gran Hermano’, que se vendía como novedad la posibilidad de ver el desarrollo del programa las 24 horas. Este aspecto era sólo publicidad, pues en ese momento no era posible solicitar el alta, ya que todavía no estaba totalmente operativo.
Lo curioso a 20 años vista es que para su utilización se contaba, además del propio decodificador de la TDT y el módem, un teclado inalámbrico para navegar por internet con el televisor.
Era eso justamente lo que cautivaba al principio a ‘Quiero TV’, pues se incluían canales diversos que emitían en otras plataformas digitales, como los inicios de Paramount Comedy, Nickelodeon, AXN, Calle 13 o Factoría de Ficción. De todos, es recordado porque con este modo de ver televisión, en los 2000 cabía la posibilidad de interactuar mediante el envío de los mensajes SMS hacia su canal musical, E-Music.
Su carta ganadora era la de crear una oferta de entretenimiento, nutriéndose de las operadoras de Sogecable o Telefónica. Sin embargo, por las condiciones técnicas se hacía muy difícil ofrecer servicios que requiriesen enviar grandes cantidades de datos por lo que se buscaba, a diferencia de hoy en día, que no era un servicio multimedia en sí, sino que los abonados convirtiesen al televisor en un el centro principal de comunicaciones del hogar. Una alternativa práctica, pero inviable para aquellos años, pues era un producto que no tenía demanda.