Elegir el mejor sitio para colocar una Smart TV en casa no es algo que decidir a la ligera. Colgarla en la pared puede parecer una buena opción, pero hay que valorar una serie de problemas habituales para que no afecte al estado del dispositivo.
Son muchos los usuarios que deciden colgar la Smart TV en la pared. Sin embargo, es frecuente cometer diferentes errores que pueden acabar por reducir la vida útil al aparato o provocar que se vea peor.
Una de las decisiones determinantes es la de escoger correctamente el soporte para la Smart TV. Especialmente, si no quieres que el calor llegue a estropear por completo el televisor de tu salón o habitación. Uno de los principales peligros para los televisores es el calor, y más en España, donde las temperaturas tienden a superar fácilmente los 30 o 40 grados en verano.
Sin embargo, no es el único inconveniente que hay que valorar antes de ponerla en la pared. Detallamos uno a uno los problemas que hay que conocer antes de ponerla en cualquier ubicación de la casa.
Cuidado al escoger el soporte
Uno de los primeros elementos clave que hay que escoger bien antes de colgar la Smart TV es el soporte. No todos son tan buenos como podrías esperar. Lo primero de todo es seleccionar un soporte con el que se pueda conseguir que el televisor cuente con la ventilación adecuada.
Por esto mismo, tanto la parte superior, inferior como los lados deberán contar con al menos de 10 centímetros de distancia de otros objetos o muebles. Al igual que lo recomendable es que exista una separación de 5 a 10 centímetros entre la tele y la pared. No solo aseguras una buena refrigeración del televisor, sino que también tendrás más margen para los cables.
Si el día de mañana vas a conectar dispositivos como consolas por HDMI a la TV, una barra de sonido, lo cierto es que si apenas dejas unos centímetros de separación, tendrás que desenganchar la tele del soporte para enchufar nuevos cables. Aunque, todo dependerá del tipo de soporte que escojas finalmente para tu Smart TV, ya que hay soportes fijos, inclinables o con brazo articulado que te permite mover la tele libremente.
Para lograr esto mismo lo suyo es conseguir un soporte que te permita alejar la televisión de la pared y girarla si lo deseas. Por ejemplo, las opciones fijas no nos permitirán separar demasiado el dispositivo. Por lo que podría ser peor para el sistema de ventilación del televisor y más aún si se da una ola de calor.
En qué fijarse:
- Peso del televisor, suele venir en las instrucciones o libro de características técnicas.
- Ubicación dónde colocaremos el soporte.
- Tipo de pared, ya sea hormigón, ladrillo, madera o pladur.
- Luz solar que incide sobre el televisor.
- VESA del televisor (los 4 agujeros de la parte trasera para anclar el soporte).
El problema del calor y la luz solar
Esto viene relacionado con lo anterior. El calor es uno de los principales enemigos de todo tipo de dispositivo electrónico. Por ello, hay que evitar que esté cerca de fuentes que emitan calor como pueden ser radiadores, chimeneas, rejillas de aire caliente, estufas u otros aparatos similares. Seguro que alguna vez has ido a una casa que ha colocado el televisor encima o al lado de una chimenea. Pues bien, aquí la vida útil del dispositivo no será tan larga.
Además de esto, el hecho de que la luz solar dé directamente al televisor también puede ser perjudicial. No solo porque va a afectar a que se vea mejor o peor, sino más bien porque puede producir demasiado calor. Con esto se somete a sus componentes a un duro tratamiento, por lo que se aumenta el riesgo a que se dañe o la vida útil del televisor baje. Especialmente en estaciones como el verano, cuando las temperaturas son tan elevadas. Si no tienes más remedio, intenta bajar la persiana o correr las cortinadas que no esté expuesta constantemente a la luz del sol.
El ángulo de visión y la calidad de imagen
No sólo basta con protegerla del calor y garantizar una buena ventilación. El error que muchos cometen también tiene que ver con la posición que se escoge para colgarla de la pared. Por ejemplo, si no se ajusta correctamente el ángulo de visión, acabaremos con un dolor de cuello incomodísimo, del mismo modo que si nos colocáramos en la primera fila del cine.
Si el soporte se puede mover, no habrá ningún tipo de problema, se ajusta rápidamente y listo. Pero al ser fijo, la cosa se complica. Por ejemplo, el hecho de ver el televisor de un ángulo u otro puede empeorar a la calidad de imagen. En el caso de las pantallas QLED o LED la calidad y el color se mantienen de manera uniforme, por lo que no tendrás este inconveniente. Pero en otros modelos con paneles LCD, dependiendo de esto se verá mejor o peor.
Las dimensiones
Pese a que los fabricantes optan por televisiones con unas dimensiones cada vez mayores, la realidad es que este tema puede continuar siendo un problema si no realizamos una buena elección. Antes de colocar la televisión en la pared, debemos considerar tanto el tamaño del televisor como el espacio disponible en la pared. En el caso de que optemos por una tele pequeña, es probable que de una apariencia que no queremos, dado el espacio que se quedará en torno a nuestra nueva adquisición.
Una situación similar ocurrirá en el caso de que la tv sea demasiado grande y la pared quede demasiado pequeña. Debemos encontrar un equilibrio que nos permita ofrecer una buena panorámica.
Por consiguiente, es importante guardar el soporte original o peana del televisor. Si en algún momento nos cansamos de tener la tele colgada en la parte o, simplemente, queremos llevarla a otra ubicación dónde no la colgaremos, tenemos que volver a atornillarle la peana original. Si la perdemos o no encontramos, tendremos que recurrir a soluciones de terceros en forma de soporte VESA de mesa o similares, aunque con una estética no tan agradable como la de fábrica.
El problema de los cables
A la hora de colgar la televisión es importante tener en cuenta dónde vamos a colocar todo el cableado que va ir conectado a la Smart TV. Porque, además de llevar integrado su cable original de corriente eléctrica, también hay que saber que, como mínimo, irá enchufado el cable de antena y, posteriormente, otros suplementos, como HDMI, USB o un cable Ethernet para mejorar la velocidad del WiFi en algunas aplicaciones.
Para ello, hay que tener en mente cómo se va a administrar el recorrido de todos los cables. En este caso, pueden estar sueltos, pero estéticamente no quedan bien y a la larga puedes llegar a tener problemas graves si dejas los cables colgando, ya que se produce demasiada rigidez en las diferentes conexiones al televisor y no queremos que se llegue a romper.
Finalmente, para mejorar la gestión de cables es importante mantenerlos fijos en alguna parte de la pared con el objetivo de evitar cualquier movimiento brusco donde se puedan enganchar o enredar unos con otros. No hay más remedio que comprar unas canaletas o tubos para introducir los cables y adornarlos a nuestro gusto.