En los últimos años, las televisiones han ido haciéndose cada vez más finas y ligeras y esto ha facilitado que se instalen directamente en la pared. Si te has comprado una Smart TV nueva o estás pensando en ubicar la que ya tienes en la pared, hay que tener en cuenta una serie de criterios para que el soporte sea bueno y seguro.
Aunque pueda parecer un accesorio un universal que lleva el suficiente tiempo entre nosotros, elegir el soporte adecuado para una Smart TV puede no resultar lo sencillo que esperabas. Una elección inadecuada puede resultar fatal para tu televisor, un producto tecnológico lo suficientemente caro como para que nos apetezca cuidarlo.
Para ayudarte a decidirte por el mejor para ti, hacemos repaso de los criterios más importantes a seguir a la hora de encontrar el soporte de Smart TV perfecto.
Tamaño del televisor
Con la tendencia a que las Smart TV cada vez tengan un tamaño superior y estén más aceptadas, hay que tener en cuenta que no sirven todos los soportes para todas las pulgadas. El estándar VESA, el más extendido, entre los fabricantes, tiene unas medidas específicas para diferentes grupos de tamaños.
Las medidas VESA más comunes son 200×200 para televisores de hasta 32 pulgadas, 400×400 para televisores de hasta 60 pulgadas y 600×400 para televisores con diagonales más grandes. No siempre se cumplen estas condiciones, así que lo mejor es que revises en el manual de tu televisor o en la ficha técnica cuál es el estándar apropiado para tu soporte.
Otra alternativa, si puedes acceder al dorso de la Smart TV es que midas tú mismo, ya que los cuatro orificios VESA están a la vista. Tendremos que medir tanto la distancia horizontal (primera cifra, en milímetros) como la vertical (la segunda cifra).
Peso soportado
Directamente relacionado con el punto anterior (o no, gracias a la ligereza de paneles OLED, por ejemplo), está el hecho de que los soportes tienen que tener una robustez acorde al peso de la televisión que van a soportar.
Es mandatorio que el peso de la tele nunca sea superior al recomendado para el soporte. De hecho, lo mejor es incluso sumar siempre cierto margen, sobre todo con los soportes de brazo, para evitar cualquier futura incidencia. Cuanto más pesado sea el aparato, más necesario será instalarlo en condiciones seguras, utilizando las herramientas adecuadas o contactando a un técnico para ello.
Cada fabricante especifica los kilos que soporta. Puedes ganar mayor confianza en que todo va a quedar instalado a la perfección si compras alguno que esté fabricado en acero o en algún material similar que soporte cierta resistencia. De igual forma, aunque esto no lo vas a poder elegir al comprar el soporte, también la otra parte tiene que tener la suficiente resistencia para aguantar el peso.
Antes de hacer agujeros con el taladro, comprueba la pared: debe ser de hormigón armado o ladrillo macizo. Cuanto más grande y pesado sea el televisor, más se debe garantizar la resistencia de la pared.
Tipo de soporte
Una vez que hemos comprobado que el soporte es de las medidas y peso máximo que se ajuste a nuestra Smart TV, será el momento de decidir cuál es el tipo de soporte que más te conviene en función de dónde lo vayas a colocar o si quieres algún tipo de movimiento. Estos son los principales tipos que hay en el mercado.
- Soporte fijo de televisor: Recomendable para televisores grandes y pesados, ya que restringe el movimiento. Sin embargo, la menor flexibilidad generalmente se compensa con un menor grosor, por lo que el televisor permanece más cerca de la pared. Fíjate por dónde salen los cables para no dificultar demasiado la conexión del cable de alimentación, la antena o, por ejemplo, una videoconsola. Suelen ser los más económicos.
- Soporte semifijo e inclinable: Es una buena opción para poder corregir ciertos reflejos si la pantalla no cuenta con esta mitigación de luz. Permite pequeños ajustes en horizontal, en vertical o en ambas direcciones, según modelo. En este caso, el televisor sobresaldrá un poco más de la pared, a diferencia de con un soporte fijo.
- Soporte de brazo articulado simple: permite girar (normalmente en horizontal y hasta un máximo de 180°) y trasladar o acercar el televisor. Útil para espacios reducidos o donde se desea libertad de acción cuando no se está viendo la televisión (por ejemplo, en la cocina o en el baño). Cuanto más largo sea el brazo, mayor será presión que se ejerce sobre los anclajes que lo unen a la pared, así que es mejor comprar uno para televisores más pesados.
- Soporte de raíl: una solución más sofisticada que la anterior, pero también más compleja y costosa. Se puede mover lateralmente para colocarlo mejor y también se inclina verticalmente.