La elección de un televisor va mucho más allá que medir el hueco que tienes en el salón o en el dormitorio para colocarla. A la hora de plantearse la compra de este dispositivo, conviene fijar un presupuesto de cuánto esperas gastarte y buscar las mejores opciones que se adapten tanto al tamaño como al dinero. Sin embargo, la oferta de TV que hay en el mercado es inmensa y no siempre es fácil acertar en cuanto a tecnología se refiere.
Durante los últimos años, el mercado de las televisiones inteligentes ha crecido lo suficientemente rápido como para que, a la hora de hacernos con una de ellas, sea necesario tener bien definidos todos los conceptos que pueden intervenir en nuestra compra. A medida que los fabricantes han ido incorporando tecnología cada vez más puntera, la realidad es que no siempre resulta sencillo poder encontrar la Smart TV que mejor se puede adaptar a nuestras necesidades. Más aún si tenemos en cuenta el precio de las mismas, que provoca que tengamos que anticiparnos también a las tendencias próximas del mercado, puesto que el ciclo de renovación del producto es mucho más largo que antaño.
Los televisores son un dispositivo fundamental en el hogar para garantizar el entretenimiento a toda la familia. En la actualidad, la mayoría son Smart TV que cada vez ofrecen más ventajas que optimizan la experiencia televisiva del espectador. Con el objetivo de superar a la competencia, los fabricantes introducen innumerables características a sus modelos, algo que puede ser un lío para el consumidor medio. Por suerte, aquí te traemos la guía definitiva para saber en qué debes prestar más atención.
El 4K UHD: ¿qué resolución elegir?
Seguro que has visto en los últimos tiempos el 4K en todas partes. Anuncios de teléfonos móviles, televisores… Incluso las plataformas de streaming ofrecen dicha resolución en sus planes premium. Pero… ¿qué es el 4K? ¿Por qué todos presumen de tenerlo?
Originalmente, el 4K tiene una resolución de 4096 x 2160 pixeles. Se trata de una resolución que no se adaptaría al formato 16:9 de las televisiones. ¿Qué ocurre? Para adaptar el formato 4K a una Smart TV, se apuesta por un estándar de 3840 x 2160 píxeles. Este coincide con el formato UHD (Ultra High Definition) y, por eso, es habitual que los fabricantes llamen a la tecnología UHD 4K.
¿Hay diferencias entre ambas? No, en el caso de las televisiones; aunque sí, si llevamos el concepto al cine. En una Smart TV, la resolución es la misma, ya que adaptar el 4K al formato de una TV implica que la resolución sea idéntica. Por eso, vemos habitualmente que muchos fabricantes directamente incorporan 4K UHD entre sus especificaciones. La resolución de la que hablamos habitualmente no llega a los 4.000 pixeles horizontales que promete su nomenclatura, pero sí lo alcanza en el cine.
Para televisores de alta resolución, los píxeles son más pequeños que en un televisor de menor resolución del mismo tamaño. Por lo tanto, puedes disfrutar de una experiencia más inmersiva sin restricciones en la distancia de visualización y mirar de cerca sin notar los píxeles individuales.
Full HD vs 4K UHD
Que el 4K que tenemos en una Smart TV no sea el mismo que hay en el cine no implica que no haya ventajas entre el 4K UHD y otras resoluciones como FullHD. FullHD aún está presente en algunos televisores que vayas a comprar, en gamas más bajas y gamas medias más asequibles, y con una resolución de 1920 x 1080 píxeles. A mayor tamaño de pantalla habrá un mayor número de píxeles que podrán abarcar toda la superficie de la pantalla sin que suponga una pérdida de calidad.
¿Es mejor la calidad del 4K UHD? Sí. Merece la pena comprar un televisor de este tipo si vas a renovar el tuyo si es demasiado antiguo y quieres un gran salto de calidad. Además, cada vez son más los fabricantes que apuestan por esta tecnología y no tendrás que gastar mucho dinero en encontrar una opción equilibrada. Otra de las principales ventajas es que cada vez son más las posibilidades que tenemos para ver contenido en 4K, el consumo de películas y series es habitual y esto es un punto a favor de invertir en comprar una Smart TV con este tipo de resolución. El catálogo es cada vez mayor y hay muchas opciones asequibles con 4K que no nos supondrán más de 200 o 300 euros de inversión. Esto nos permitirá tener una Smart TV que sepamos que a largo plazo nos va a permitir ver contenido de calidad sin preocupaciones.
Al tratarse de una tecnología más moderna, los televisores 4K y 4K UHD utilizan paneles OLED que tienen unos pocos milímetros de grosor, por lo que la forma y la estética entre ambos tipos de televisores también es muy diferente. Hasta hace relativamente poco tiempo era mayor el número de televisores con tecnología Full HD, pero al bajar el precio de los televisores UHD, cada vez son más los hogares que se deciden por esta nueva tecnología.
No obstante, en este caso, todo dependerá del presupuesto con el que contemos y de la flexibilidad del mismo. Si podemos aspirar a televisores con mayor calidad de resolución, sin que ello suponga comprometer nuestro presupuesto, siempre va a ser una buena inversión de futuro. No obstante, la realidad es que actualmente todas las tecnologías que existen nos permiten poder exprimir al máximo nuestra experiencia de usaurio.
Contenido en 4K
Puede que una de las preguntas más frecuentes que nos hagamos es: ¿para qué quiero una televisión 4K si no sé dónde hay contenido? El contenido en 4K ya es muy habitual y la mayoría de las plataformas de streaming nos ofrecen la posibilidad. Netflix nos ofrece una gran cantidad de series y películas en 4K desde 2014 y también podemos apostar por este formato en las principales consolas lanzadas a partir de estas fechas: la PS4 Pro, por ejemplo, la Xbox One X o la Xbox One S permiten reproducir contenido 4K UHD. Además, también hay reproductores Blu-Ray compatibles con esta resolución si somos amantes del cine y queremos tenerlos.
Más allá de los “pioneros”, el contenido 4K UHD es frecuente en todas las plataformas. Podemos ver canales lineales en 4K en los que encontramos partidos de fútbol en Movistar+ o podremos ver series y películas en Amazon Prime Video, por ejemplo, además de alquilarlas en servicios propios de operadores.
¿Y una Smart TV 8K?
Dentro del mercado de las Smart TV, la resolución 4K es la que más abunda. Sin embargo, también se pueden encontrar televisores inteligentes 8K. Aunque, aquí entra en juego si realmente merece la pena comprar una televisión que ofrezca esta calidad de imagen.
Para ello, aquí puedes encontrar una serie de razones por las que no merece la pena invertir en un televisor 8K:
- No hay plataformas de streaming que ofrezcan contenidos en 8K. Además, estos contenidos necesitarían de una mejor conexión a Internet, es decir, que sea más establece para evitar cortes.
- Poco contenido en general en 8K, se pueden encontrar vídeos a esta calidad en plataformas como YouTube, pero poco más. Y, por supuesto, no podrás ver canales de televisión a esta calidad.
Por tanto, son varios los motivos que llevan a ver como una opción todavía lejana a las Smart TV con esta resolución de imagen. De ahí que la opción más acertada en todo momento sea comprar un televisor inteligente 4K.
¿Qué es el HDR y por qué es importante?
Pasamos al HDR. Uno de los aspectos que mayor influencia pueden llegar a tener en nuestra Smart TV, por lo que siempre es importante tenerlo antes de comprar ningún televisor en el que estemos interesados. HDR significa High Dynamic Range o Alto Rango Dinámico. Se trata de una tecnología que añade un mayor rango dinámico de luz y de colores mejorando así la calidad de la imagen, pero, sobre todo, haciendo que lo que vemos en televisión se parezca mucho más a la imagen como es en realidad. Se trata de una tecnología frecuente en fotografía y también verás al comprar una Smart TV que muchos televisores cuentan con HDR para que la imagen sea más fiel a la realidad.
Puede que hayas escuchado hablar del HDR de la fotografía o incluso que lo hayas visto en la cámara de tu smartphone, pero no es el mismo funcionamiento. En el caso de los televisores, lo que nos ofrece es mejor contraste entre los colores más brillantes y los colores más oscuros, como si estuviésemos viendo la realidad a través de nuestros ojos si esa realidad estuviese en nuestro salón y no en la tele.
Es decir, el HDR hace que sean más grandes las diferencias entre las zonas claras y oscuras: el nivel de contraste es mayor, los negros son más negros y los blancos son más blancos, la imagen es más real que si no usamos HDR. Con el HDR conseguiremos mejor calidad y su principal ventaja es que nos ofrece imágenes más realistas y una gran cantidad de colores: con un HDR tenemos mil millones de colores más que en televisores tradicionales y esto, sumado a las ventajas de una mejor resolución, nos permitiría una imagen más realista y fiel a lo que vemos.
HDR10 vs Dolby Vision
En cuanto a HDR, hay en la actualidad dos tipos: HDR10 y Dolby Vision. HDR10 es un estándar abierto de televisión que todo el mundo puede utilizar de forma libre y que habitualmente encontramos en las especificaciones con nombres propios dependiendo del fabricante que elijamos. HDR10 no es el primero (lo es Dolby Vision) pero sí el más extendido y más conocido, el más compatible con la mayoría de modelos ya que es completamente gratuito para el fabricante.
Además, también está el HDR10+ que coge las características del primero, pero mejorando. HDR10+ es una actualización que permite incluir metadatos dinámicos en la imagen que nos permitiría modificar el color del contenido o del brillo fotograma por fotograma o escena a escena, lo que hace que se adapte perfectamente a lo que la persona que ha creado esa película o serie quiere mostrar. En el caso de HDR10, los metadatos no serían dinámicos, sino que serían fijos.
Por otra parte, Dolby Vision. Dolby Vision llegó antes y puede considerarse mejor pero no es gratuito y eso hace que esté menos extendido. Dolby es propietaria de esta tecnología y los fabricantes deben pagar comisión en caso de que quieran usarlo al crear una Smart TV. Además, requiere un hardware específico en el interior. Más allá de los metadatos dinámicos que también tenemos en HDR10+, Dolby Vision es compatible con hasta 10.000 nits de brillo (frente a los 1.000 de HDR10 o los 4.000 de HDR 10+) y es compatible con contenido de hasta 12 bits (frente a los 10 bits de HDR 10). Pero, como decimos, normalmente cuando vayas a comprar un televisor que indique que tiene HDR no será con Dolby Vision (salvo que lo especifique) sino con HDR10 o HDR10+ aunque puede que con un sobrenombre.
Ver contenidos HDR
Llegados a este punto, puede que te preguntes lo mismo que con el 4K: ¿para qué quiero comprar una Smart TV con HDR si no sé dónde ver este tipo de contenido? Plataformas de streaming como Netflix o Amazon Prime Video son compatibles con este tipo de tecnología.
Si usas un dispositivo compatible, la descripción de Netflix o Prime Video te mostrará una etiqueta que indica “HDR” siempre y cuando tengas un plan de streaming que admita Ultra HDR en el caso de Netflix. También verás la etiqueta Dolby Vision si tu televisor es compatible con esta tecnología. En Netflix encontrarás ambas etiquetas y los dos logotipos junto al título que quieras ver en cada momento.
Dependerá del contenido y la plataforma que uses que veamos HDR10 o Dolby Vision. Por ejemplo, Netflix utiliza indistintamente HDR10 y Dolby Vision, como hemos explicado en el párrafo anterior. En el caso de la plataforma de la N puede que encuentres ambas etiquetas. Pero no ocurre en todas. Apple TV+ y Disney+ utilizan Dolby Vision en sus contenidos. Y Amazon Prime Video utiliza HDR 10 aunque ya hay contenidos en esta plataforma de streaming que están apostando por HDR10+ con todas las ventajas que esto conlleva.
Por lo tanto, para disfrutar de esta tecnología la TV debe ser compatible y la plataforma de streaming debe contar con el icono en cada uno de los contenidos siempre que sea compatible. De esta manera, podrás ver una película en HDR.
En qué más debemos fijarnos
Como estamos viendo, la oferta de televisores que podemos hallar en el mercado es muy variada, lo que hace que la elección se pueda hacer más complicada. De hecho, el problema que nos podemos encontrar es el de siempre: ¿Sabemos lo que estamos comprando?
Esto no es por otro motivo que porque, más allá de fijarnos en la marca (si nos interesa un sistema operativo u otro) o en la resolución, también hay otros aspectos en los que debemos fijarnos a la hora de elegir, como el tipo de panel que utiliza, la conectividad, el sonido…
Tamaño
Probablemente es lo más importante a la hora de fijarte y elegir qué Smart TV vas a comprar. Desde treinta pulgadas hasta más de sesenta pulgadas hay opciones en el mercado para uso doméstico pero la decisión se basará exclusivamente en qué espacio tienes en el salón o el dormitorio. Tienes que tener una distancia mínima entre el sofá (o sillón o la cama) que será decisiva para elegir un tamaño u otro. La OCU cuenta con un estudio que nos deja ver las pulgadas, orientativas, según el espacio que haya desde el mueble de la televisión hasta el sitio en el que la veamos:
- Desde 1,5 metros a 2,3 metros es aconsejable de hasta 32 pulgadas
- A distancias de 2 metros a 2,8 metros, televisores de entre 40 y 43 pulgadas
- Desde los 3,4 metros hasta los 3,2 metros, televisores de entre 46 y 49 pulgadas
- A distancias desde 2,5 a 3,3 metros, televisores de 50 pulgadas
Estas medidas se han estudiado para Smart TV con resoluciones HD y Full HD, el mayor problema de tener un Smart TV demasiado grande o demasiado cerca es que no vas a percibir correctamente la calidad de la imagen porque puede que veas imágenes pixeladas. Sin embargo, la resolución 4K está cambiando estos parámetros tal y como podemos ver en la gráfica bajo estas líneas.
En el eje vertical tenemos la distancia óptima para ver la televisión. Entendamos como distancia óptima algo aproximado, la experiencia será muy parecida aunque nos adelantemos o atrasemos unos centímetros. En el eje horizontal se indican los tamaños de las pantallas en pulgadas.
De esta manera, si por ejemplo nos fijamos en un Smart TV de 40 pulgadas, necesitaríamos unos 2,8 metros de distancia según los datos reflejados arriba, que coinciden con la tabla, pero que se reducen a un rango entre 0,6 metros y 1,6 metros aproximadamente. Si elegimos un televisor inteligente de mayor tamaño, por ejemplo, de 60 pulgadas, vemos que necesitaríamos al menos dos metros y medio de distancia en resoluciones HD y Full HD. Por el contrario, si consumimos contenido 4K habitualmente, la distancia óptima para verlo sería entre 1,2 metros y 2,4 metros, prácticamente la mitad. ¿Cuál puede ser un buen criterio para decidir el tamaño? Si mayoritariamente vemos la TDT en nuestro Smart TV nos fijaremos en la primera tabla, puestos que la resolución es HD o Full HD. Si somos más de reproducir contenido en las plataformas de streaming, o queremos darle prioridad a ello es mejor que nos fijemos en tamaños de pantalla mayores que nos permitirán una experiencia satisfactoria con menores distancias entre el usuario y el dispositivo.
Son medidas orientativas y variará dependiendo del uso que le demos o de nosotros mismos. Es posible que tú te sientas cómodo a dos metros con un televisor de 55 pulgadas, que no te resulte incómodo y que quieras lo más grande. Lo más aconsejable, más allá de las recomendaciones generales, es probarlo.
Tipo de panel
No todos los televisores apuestan ya por el mismo tipo de panel. Actualmente, sólo las televisiones más asequibles apuestan por paneles LCD, pero los de gama alta, los más caros y modernos, apuestan por tecnología OLED. Las ventajas de los modelos OLED es que nos ofrecen colores más realistas o negros más puros. Aunque dentro de unos años veremos cómo se globalizan los miniLED y microLED, por ahora hay dos opciones entre las que puedes elegir al comprar una Smart TV: los LCD y los OLED.
El tipo de panel de la Smart TV va más allá de la resolución y encontramos LCD y OLED. En el caso de OLED, utiliza un conjunto de píxeles que se encienden y apagan de forma individual. Por su parte, los televisores LCD cuentan con un sistema o foco que ilumina desde la parte posterior de la pantalla: hay una retroiluminación desde el fondo, pero en este caso la retroiluminación basada en leds. En un inicio, la tecnología LCD funcionaba a través de tubos fluorescentes, pero en la actualidad y desde hace décadas se utilizan paneles LED para la iluminación, lo que permite que sean más delgadas y que sean más eficientes en cuanto a consumo.
La ventaja de los paneles OLED es que los negros son más negros, los colores destacan más y es mejor el contraste gracias a que los píxeles que no hagan falta pueden estar apagados sin necesidad de sufrir el efecto ghosting que hace que haya un halo de luz alrededor. La calidad es mejor, pero tendrás que pagar más por ellos.
Sonido
Debes fijarte en el sonido al comprar una Smart TV, pero no debes dejarte llevar por este apartado como el más importante porque tiene solución: puedes mejorar el sonido de la Smart TV con barras de sonido. De hecho, aunque lo tengas en cuenta y te fijes en él, si quieres un buen sonido totalmente inmersivo tendrás que recurrir a algún sistema adicional externo como altavoces o barras de sonido porque las Smart TV no cuentan con una excelente e inmejorable calidad. Por eso, conviene que lo tengas en cuenta pero que no sea un factor determinante en tu elección.
Aunque la barra de sonido o el equipo surround es fundamental si quieres la mayor calidad, algunas Smart TV ofrecen tecnologías como Dolby Atmos o DTS:X que nos harán mejorar la experiencia viendo una película sin necesidad de pagar ‘extra’ por alguno de los periféricos más recomendables para mejorar el sonido.
Conectividad
Es importante fijarnos en la conectividad a la hora de comprar una Smart TV. No todos los televisores, independientemente del tipo de panel o la resolución, tienen las mismas opciones de conectividad. Por ejemplo, es fundamental nos fijemos en que cuentan con puertos HDMI y mejor aún si utilizan estándar HDMI 2.1 aunque en muchos casos encontraremos el estándar HDMI 2.0b. También es útil que tengan puertos USB para conectar un disco duro para Smart TV (casi todos lo traen, pero conviene fijarse) y mucho mejor si se trata de puertos USB 3.0 que nos permitirá buena tasa de transferencia en contenidos 4K.
Más allá de lo básico, de USB o HDMI, es útil que tengan otro tipo de conexiones. Por ejemplo, con conexión Bluetooth si quieres añadir un teclado inalámbrico o ratón para controlar Internet desde el televisor de forma cómoda, por ejemplo. Otra conectividad fundamental es que cuente con buena tecnología de WiFi en caso de reproducir contenidos en 4K o bien un puerto físico Ethernet Gigabyte.
Será fundamental a la hora de conectar un decodificador de tu operador, por ejemplo, pero también todo tipo de dispositivos inteligentes o para jugar.
Procesador
El procesador es uno de los primeros componentes que miramos al elegir un nuevo ordenador o teléfono móvil, pero del que a la hora de comprar un televisor de estas características solemos dejarlo de lado… y ese es un gran error. A medida que las televisiones inteligentes han ido siendo cada vez más potentes e integrando una mayor tecnología, resulta imprescindible tener en cuenta al procesador como uno de los aspectos que son fundamentales para poder garantizar una excelente experiencia de usuario.
Hablamos de él puesto que de ello dependen factores tan importantes como son la resolución, la gestión del HDR o la calidad del procesado de los movimientos. Es así que, si no es lo suficientemente potente, nuestro dispositivo no será capaz de convertir esta señal y la imagen perderá definición al ver canales de la TDT o contenido Blu-ray, por ejemplo.
En función de la tecnología del procesador, lo cierto es que no solo la televisión irá más rápida en gestionar las acciones que realicemos, también la calidad de imagen será mejor o peor.
Smart TV y tipos
Más allá de la calidad de imagen, de la resolución, debemos fijarnos en el tipo de la Smart TV a la hora de elegir una nueva televisión ya que no son todas iguales. Al igual que ocurre en teléfonos móviles, dependerá del modelo que elijas que sea de una forma u otra, con una interfaz u otra. Pero, antes de nada, repasemos lo básico: ¿qué es una smart TV? Se trata de un televisor inteligente, con forma similar a los normales pero que está conectado a Internet y nos permite acceder a aplicaciones y servicios de todo tipo.
Puedes ver las cadenas tradicionales de televisión, pero también acceder a servicios de streaming de vídeo, de audio e incluso redes sociales. Aunque su principal ventaja es el acceso a servicios de streaming como Netflix, Spotify, HBO, Filmin o cualquier otra plataforma que tengamos contratada.
Tipos y sistemas operativos
¿Son todos iguales? No. Todos cumplen la misma función. Es decir, todos nos permiten conectarnos a Internet para acceder a aplicaciones y servicios, pero no todos son iguales y hay diferentes sistemas operativos. Samsung cuenta con su propio sistema operativo para televisión, que es Tizen OS. LG, por su parte, trabaja con el sistema operativo WebOS. Y otras marcas apuestan directamente por Android TV como sistema operativo global, al igual que dispositivos como el Xiaomi TV Box.
Las principales diferencias están en la compatibilidad o en la interfaz. No podemos decir que hay un mejor sistema operativo como una afirmación exacta porque dependerá de los gustos de cada uno, de las aplicaciones que busquemos tener. Por lo general, casi todas las aplicaciones o las más importantes (Netflix, Disney+…) están disponibles en Tizen, en WebOS y en Android TV y las dos primeras tienen una interfaz más cómoda e intuitiva, pero Android TV incorpora algunos servicios añadidos como la posibilidad de utilizar el Asistente de Google, por ejemplo. Normalmente encontramos las aplicaciones para LG, Samsung o para televisores que funcionan con Android TV (algunos modelos actuales de Sony) pero fíjate en el año porque Disney+ solo podrás verlo en Samsung a partir de 2016, por ejemplo. Así que no solo importa el sistema operativo o la marca sino el año de ese televisor de ganga que vas a comprar.
¿Es imprescindible?
Si has encontrado el televisor de tus sueños y su sistema operativo no te gusta, no pasa nada. No te preocupes si vas a comprar una Smart Tv 4K a un precio irrisorio con una excelente pantalla, diseño y calidad, pero el sistema operativo que tiene o su interfaz no te terminan de convencer. Tanto a largo plazo como a corto plazo esto tiene solución usando cualquier tipo de «box» por menos de 100 euros. Por lo que la realidad es que no es un problema que sea lo suficientemente grande como para que se convierta en determinante. Sin embargo, sí que está bien tenerlo en cuenta para poder asegurar que tenemos toda la información posible antes de llevar a cabo la compra.
Desde el Google Chromecast con Google TV con compatibilidad con cualquier aplicación o juego o programa hasta otros como Amazon Fire TV 4K (compatible con 4K en películas y series y juegos) o a versiones como Xiaomi Mi Box. Aparatos que cambiarán la forma de conectarte a Internet desde el televisor si no te convence el sistema operativo incluido.
Asistentes de voz
Es posible que todavía no se hayan integrado lo suficiente los asistentes de voz de los Smart TV en nuestras vidas, pero los fabricantes están luchando por ello. Puede que sea una batalla perdida como cuando intentaron ofrecer la imagen en 3D y no quisimos tener que ponernos las gafas 3D para ver la tele. El caso es que muchos de los fabricantes ya incluyen asistentes de voz para manejar el televisor con nuestra voz desde el mando a distancia. Solo tenemos que pulsar un botón para ejecutar diferentes comandos con nuestra voz: cambiar de canal, subir el volumen, buscar contenido en las plataformas de streaming, reproducir música, cambiar a HDMI, modificar ajustes de imagen o sonido y muchos más.
Algunos fabricantes que integran Android TV en sus dispositivos nos ofrecen Google Assistant como asistente principal, como el caso de marcas como Sony, Xiaomi o Philips. Samsung también te permite usar el asistente de Google, pero incorpora también Bixby en Tizen OS, que funciona un poco mejor. Otras marcas como Hisense que tienen su sistema operativo propio (Vidaa U5 OS) han incluido Vidaa Voice como asistente de voz en exclusiva para sus modelos (también pueden usarse con Google Assistant y Alexa) y funciona realmente bien. Como suele suceder en estos casos, los sistemas operativos o asistentes de voz diseñados para una marca concreta suelen ser más fiables y fluidos que los que se han desarrollado para numerosos fabricantes, como es el caso de Android TV y Google Assistant.
Consejos para la compra
No compres el primer televisor que creas que se ajusta a tus características deseadas si no tienes prisa, busca y compara y sigue unos consejos básicos:
- Desconfía de suculentas ofertas
No te fíes de todas las ofertas que ves en Internet, de cualquier página web y con grandes descuentos. Suele haber buenos descuentos online pero no todos son fiables y es importante que busques información de la tienda, busques comentarios y te informes antes de gastar el dinero en una televisión.
- Vendedores externos
Cuidado con los vendedores externos en tiendas conocidas. Muchas tiendas como Carrefour, MediaMarkt, Phone House o Amazon cuentan con vendedores externos que pueden aparecernos en el buscador si buscamos una Smart TV nueva o un teléfono. Esto no tiene por qué ser un problema o inconveniente porque están certificados generalmente, pero debes tener en cuenta que no estás comprando a la propia tienda sino a esa persona o tienda que vende dentro de ella. Por ello, antes de comprar, comprueba las reseñas y puntuaciones que tienen esos mismos vendedores antes de finalizar la compra.
- Compara y rastrea precios
Puede que el mismo modelo esté a diferente precio en dos tiendas a la vez. O usa comparadores de precio de Amazon que rastrearán el producto y te avisarán si baja de precio o si merece la pena comprarlo. Puedes establecer alarmas que te lleguen al correo electrónico o incluso en aplicaciones de mensajería como Telegram podrás seguir bots de ofertas de televisores o de todo tipo de contenido con recopilaciones de productos de cada día, etc.
Por esto mismo, lo mejor es que pruebes los comparadores de precios online que te permiten conocer cuánto costaban anteriormente los productos de diferentes tiendas. De esta forma, podrás saber si realmente se trata de una oferta o había estado rebajada todavía más en otro momento.
- Comprueba el espacio
Es fundamental: comprueba el espacio que tienes para el televisor, comprueba el espacio que hay hasta el sofá. No serás el primero ni la primera que compra una pantalla de unas determinadas pulgadas y luego no cabe bien en el mueble que tenía o en el espacio correspondiente. Asegúrate antes de lanzarte a por la más grande sin pensar en las consecuencias.
- Busca opiniones
Busca opiniones, pero también información, análisis para saber las ventajas e inconvenientes de cada modelo antes de lanzarte a por uno sin pensar. Hay muchas reviews de nuevos televisores que podrás leer antes de buscar uno y sin tener claro si es lo que quieres o no. Por eso, lee análisis antes, infórmate, compara, lee a otras personas que ya lo tienen.
- Trata de probarlas
Si quieres comprar una Smart TV por Internet no hay ningún inconveniente, pero si tienes dudas, ve antes a probarla. Muchos centros comerciales o tiendas especializadas tienen en exposición algunos de los modelos más populares y podrás ver cómo se ven y qué nos ofrecen.
- Elige bien
Elige bien teniendo en cuenta todo lo anterior… Fíjate en el sistema operativo o si es compatible con otros dispositivos que tienes. Fíjate en los puertos del televisor por si quieres conectar mandos con cable o un disco duro con USB. También puedes fijarte en el tipo de conectividad que tiene si necesitas que tenga Bluetooth o WiFi para conectarse a Internet, etc. Hay muchos aspectos a tener en cuenta más allá del tamaño, la resolución y el precio.
El futuro: MicroLED, miniLED
Actualmente tenemos televisiones de gran tamaño y gran calidad, pero a medida que pasa el tiempo van creciendo aún más y no solo mejoran en dimensiones sino en calidad, en contraste, en brillo. Por ello, el futuro de las televisiones pasa por dos tecnologías: miniLED y microLED. Los micro-LED aún no están demasiado extendidos, pero tienen un futuro prometedor. Por su parte, las pantallas mini-LED nos ofrecen una espectacular calidad en televisores o paneles de entre 65 y 75 pulgadas. Es fundamental que recuerdes los dos conceptos porque darán mucho que hablar. Y lo están dando ya, gracias a las mejoras que supone en el visionado en nuestro día a día.
¿Qué es Mini LED?
Como su propio nombre indica, mini LED es la tecnología que apuesta por leds más pequeños de los que se usan habitualmente y los paneles están construidos de la misma forma que los televisores QLED, pero con diodos más pequeños y más número de ellos. Son iluminados por una fuente principal de luz y son leds con un tamaño reducido, hasta 1.000 veces inferior al de los televisores convencionales así que conseguimos mayor cantidad en el mismo espacio. ¿Cómo ganamos con ello? Los negros son perfectos y no hay halos, podemos encender o apagar una zona de forma más independiente gracias a que los diodos pueden agruparse en zonas pequeñas. Así conseguimos la iluminación precisa y la atenuación local en la pantalla.
Los Mini Led están pensados para paneles de unas 65 pulgadas, no más. Puede parecer una opción limitada a la hora de buscar una tecnología profesional para ámbitos muy puntuales, pero más que suficiente para la mayoría de hogares en los que tendremos una gran calidad. De hecho, ya hay algunos televisores de marcas como TLC; LG o Samsung que apuestan por esta tecnología y rondan los 2.000 euros.
¿Qué es microLED?
Más pequeño aún que el anterior es la tecnología microLED. No solo varía su tamaño, sino que también la forma en la que están construidas las pantallas. Es decir, no hay una gran fuente de luz que hace que se iluminen, sino que cada uno de los píxeles se ilumina de forma independiente y, por tanto, pueden apagarse cuando no hagan falta. Conseguimos negros profundos y ahorramos energía durante este tiempo ene l que los pixeles se apagan. También tenemos un mejor brillo que en el caso del miniLED y se estima que se pueden conseguir hasta 5.000 nits. Otra de las principales ventajas frente a los anteriores es que no hay límite de pulgadas. Probablemente no vas a poder una pantalla de 100 pulgadas en casa, pero si quisieras hacerlo, podrías tener una pantalla microLED de este tamaño sin ningún problema.
No hay limitaciones en cuanto a dimensiones, aunque el precio sí puede ser un problema porque pueden rondar desde los 150.000 euros hasta los 600.000 euros para televisores con calidad 4K así que, por ahora, los microLED son el futuro, pero están lejos de parecer una opción al alcance de cualquier bolsillo o de cualquier hogar. Además, por ahora, son pocas las marcas que tienen opciones de microLED.
Convierte en inteligente cualquier tele 4K
Las TV Box con resolución 4K son una solución perfecta para todos los usuarios que quieran convertir su televisor en ‘smart’ por poco dinero. Si ya tienes una buena pantalla de base, con estos dispositivos podrás ampliar hasta el infinito sus posibilidades sin tener que recurrir a cambiar de televisión.
Antes de pasar con los modelos que hemos analizado en nuestra lista, vamos a darte algunas claves a tener en cuenta para poder comparar mejor estos aparatos:
- Resolución 4K. Todos los ejemplos de TV Box que hemos analizado cuentan con resolución 4K, por lo que este será el elemento común para todas ellas.
- Sistema operativo. Entre Android OS y tvOS, de Apple, tienen copado el mercado de estos dispositivos para televisión. Estos dos deberían ser tus principales opciones a considerar, dado que ofrecen una gran compatibilidad y un buen catálogo de apps y juegos.
- Almacenamiento. Al hilo del punto anterior, cuantas más apps o juegos tengas pensado descargar en tu TV Box, mayor almacenamiento necesitarás. La mayoría de dispositivos parten desde los 16 o 32 GB, lo que podríamos decir que es el estándar, pero si eres un usuario intensivo quizá te interese apostar por los 64 o 128 GB de base para asegurarte que no se quedará corto en el futuro.
- Conectividad. Si estás pensando hacer mirroring desde tus dispositivos móviles, ya sean smartphone o tablet, a tu televisor, tendrás que fijarte en que lo ofrezcan dentro de sus características.
Las mejores TV Box 4K
Una vez que conoces los puntos que debes tener en cuenta, vamos a lanzarnos con el análisis de los productos más económicos que existen en el mercado para convertir tu viejo televisor en una completa Smart TV.
Yagala H616: la más barata
Comenzamos con una de las opciones más económicas de la lista, que tiene como principal atractivo el sistema operativo Android 10.0. Esto te ofrece un sinfín de posibilidades para descargar aplicaciones o navegar cómodamente entre tus plataformas de contenido favoritas, gracias a su mando a distancia incorporado.
Sin embargo, a cambio de su precio, deberás renunciar a una gran potencia de procesamiento, por lo que podría quedarse algo corto en fluidez, aunque cuenta con 32 GB de almacenamiento, perfecto si tienes pensado descargar apps y juegos.
HaiFen T95 MAX: económica y funcional
En ocasiones encontramos dispositivos muy baratos que nos sorprenden con algunas funcionalidades extra, como el T95 Max de HaiFen. Según el fabricante, esta TV Box no solo reproduce contenidos 4K, sino que soporta también resoluciones hasta 6K.
Realmente, es bastante improbable que cuentes con una televisión capaz de sacarle partido (que no cuente con opciones smart de base, queremos decir). Sin embargo, sus otras alternativas, como Android 9.0, 32 GB de almacenamiento interno y sus 4 GB de RAM son más que suficientes para la mayoría de usuarios no muy exigentes.
Magcubic 4K: más memoria es mejor
En un rango similar se ubica el Magcubic 4K, un dispositivo que viene con uno de los teclados para Smart TV que ya te comentamos en nuestro artículo. Una gran noticia para los usuarios que quieran sacarle todo el partido a sus 64 GB de almacenamiento interno con un montón de apps y juegos.
Hay varios modelos disponibles, tanto con soporte 4K como incluso para 6K. Dentro de los modelos 4K tienes que saber que una de las diferencias es la capacidad de almacenaje interno, dado que si bien tienes una versión de 64 GB, también lo puedes encontrar con solo 32 GB. Además, como puedes ver en la foto a continuación, el modelo 6K eleva las posibilidades de resolución por si tienes la oportunidad de sintonizar algún canal que emita en esta capacidad.
Además, cuenta con Android 10 y soporta la mayoría de formatos de vídeo del mercado, por lo que también puedes optar por conectarle un pendrive para ver vídeos a través de su sistema.
Todos los Magcubic siguen una línea similar en lo relacionado con el precio y también en su característico diseño estilizado como en la presencia de accesorios como el mencionado mando. Fíjate bien en que lo distribuyen distintos vendedores, por lo que, como te decíamos antes, es importante tomar una buena decisión sobre a quién comprárselo. Para reconocer las últimas versiones, puesto que algunos vendedores continúan con los modelos antiguos de la misma gama, asegúrate de que utilizan la versión más reciente del sistema operativo Android TV. En este caso, los modelos con Android 10 ya son antiguos y resulta más conveniente optar por uno que tenga Android 12.
Mi Box S: 4K y control por voz
Y llegamos al rey de la calidad – precio. Xiaomi ha lanzado la nueva Mi Box S que cuenta con opciones muy interesantes, como controles por voz (compatibles con Google Assistant) gracias al micrófono integrado en el mando a distancia, que por cierto es muy similar al que encontramos en las Mi TV.
Sin embargo, la nota negativa es que quizá le falte algo de actualización. Por ejemplo, viene con Android 8.1 instalado y solo cuenta con solo 8 GB de almacenamiento interno, lo que se puede quedar algo corto para los usuarios más intensivos.
Su memoria RAM es de 2 GB, es capaz de soportar audio Dolby + DTS de alta calidad y es posible conectarlo tanto por WiFi como mediante cable. Tiene Chromecast integrado para un uso muy dinámico y que compartir contenidos resulte de lo más sencillo. Además, gracias a la compatibilidad con HDR 4K en un máximo de 60 fps, garantiza la reproducción de contenidos de manera eficiente. Incluso con las carencias que ya hemos comentado, es uno de los modelos más populares, en parte por la confianza que transmite el fabricante.
Chromecast: la elección de Google
La nueva versión del popular Chromecast ahora está disponible con Google TV, un sistema operativo con el que podrás reproducir tu contenido con una resolución de hasta 4K con HDR. Además, la interfaz te dará la bienvenida cada vez que enciendas la televisión con una pantalla principal donde verás organizadas todas las películas y series de tus plataformas de streaming favoritas.
Su mando también ha sido rediseñado para hacer que, con solo pulsar un botón, puedas activar el asistente por voz de Google, al que podrás pedirle que te recomiende contenidos o asignarle comandos de voz para interactuar con tu televisión. Una gran alternativa que además está disponible en tres colores, para que elijas el que más combina con tu estilo.
Fire TV Cube: con 4K y Alexa
Si hablamos de TV Box 4K hay que hacerlo de Amazon, la compañía que ayudó a popularizarlos. En este caso nos encontramos ante el Fire TV Cube, una opción muy potente que te permitirá hacer de todo con tu televisión, desde controlar los aparatos de tu hogar gracias al asistente por voz Alexa, hasta configurar barras de sonido y receptores AV compatibles.
Gracias a su procesador de ocho núcleos, este dispositivo es capaz de cambiar entre apps con fluidez. Soporta contenidos Ultra HD 4K y es compatible con Dolby Vision, HDR y HDR 10+. Podría ser la máquina perfecta, pero solo incluye 16 GB de almacenamiento interno.
Está pensado para que puedas gestionar con facilidad todas tus suscripciones de servicios de streaming y que así no se te escape ningún contenido de Disney+, Netflix, HBO Max o cualquier otra plataforma. Asimismo, cuenta con soporte de conexión WiFi 6E, por lo que asegura un alto nivel de velocidad. No menos importante, está diseñado de forma que mantenga en todo momento los datos del usuario totalmente privados, elevando la capacidad de seguridad de manera notable.
Shield TV Pro: para los más jugones
Si lo que estás buscando es una TV Box con soporte 4K y que te permita disfrutar con los videojuegos de última generación, la Shield TV Pro de Nvidia es tu mejor elección. Cuenta con un el procesador Tegra X1 de la marca y una GPU integrada de 256 núcleos y 3 GB de RAM para garantizarte el máximo rendimiento en cada partida.
Además de ser compatible con 4K HDR, Dolby Vision HDR y HDR10, es capaz de reproducir los mejores estándares de audio, como Dolby Atmos y cuenta con 16 GB de almacenamiento interno ampliables mediante unidades USB o discos duros. Y por si quieres un extra de velocidad, está equipada con puertos Ethernet, HDMI y USB 3.0.
Apple TV 4K: para mejorar tu ecosistema
Si ya cuentas con algún dispositivo de la manzana, el Apple TV 4K puede ser una opción más interesante para complementar tu ecosistema digital. El nuevo modelo de TV Box de la compañía ofrece reproducción de contenidos 4K y dos cantidades de almacenamiento interno: 32 o 64 GB.
Pero al margen de sus características técnicas, la mejor noticia es su gigantesca tienda de aplicaciones, la App Store, desde la que podrás descargar cientos de juegos, ya sea desde la tienda o con el servicio Apple Arcade. Además, por su compra te llevas tres meses gratis de suscripción a Apple TV+, con series y documentales exclusivos.
Roku Streambar HDR 4K: la opción de Roku
Terminamos con un concepto algo diferente: la Streambar de Roku. El gigante chino de los contenidos en streaming ofrece un equipo de lo más interesante que te permitirá descargar aplicaciones, disfrutar de contenidos en tus plataformas de streaming o jugar a videojuegos en tu televisor.
Pero sin duda su funcionalidad más interesante es que es compatible con los tres grandes sistemas de asistentes de voz del mercado: Siri de Apple, Alexa de Amazon y Google Assistant, por lo que podrás disfrutarla igual tengas los dispositivos que tengas.