Desde que Zegona confirmara oficialmente su intención de hacerse con Vodafone España, son muchos los que han intentado adivinar el futuro que le espera a la compañía roja en nuestro país. Nuevo CEO al frente, precios agresivos para ganar clientes o venta de activos son algunos de los pilares sobre los que se ha hablado en los últimos días. Sin embargo, hoy os vamos a explicar exactamente cuál será el futuro de Vodafone tras la entrada del fondo de capital riesgo británico.
El pasado 31 de octubre conocíamos que Zegona compraba Vodafone por 5.000 millones de euros, una cifra que representa un múltiplo del 3,9x del EBITDAaL. Eamonn O’Hare, CEO de Zegona, explicaba en ese momento que estaban muy entusiasmados con la oportunidad de regresar al mercado español de telecomunicaciones. Además, es la segunda intentona en el mercado español tras comprar con éxito Telecable en 2015 y no poder hacerse con Yoigo cuatro años después.
En el comunicado de compra también se confirmaba que José Miguel García, ex CEO de Jazztel y de Euskaltel se hará cargo de la operadora en esta nueva etapa. Sin duda, una persona con reputada experiencia y un exitoso bagaje en el sector. Como ya sabemos, fue el encargado de llevar a Jazztel a ser una exitosa compañía que terminó comprada por Orange a cambio de miles de millones de euros.
Cambio de marca y giro radical a la estrategia
Según diversos informes elaborados por analistas a los que ha tenido acceso ADSLZone.net, el futuro de Vodafone en manos de Zegona será muy diferente a lo que tenemos ahora. Son varias las líneas de actuación marcadas, aunque a modo resumen os diremos que Lowi pasará a ser la marca principal y que la estrategia será copiar a DIGI en precios. No obstante, existe mucho más sobre lo que tenemos que hablar.
De entrada, el objetivo en 5 años será salir habiendo triplicado el precio pagado originalmente. Esto se haría de una forma especial, ya que se venderían parte de los activos (se trocearía la empresa) para que el valor de referencia fueran unos 3.000 euros. La idea final pasaría por vender la actual Vodafone entre 7.000 y 9.000 millones de euros.
A nivel de personal, tenemos un ERE a la vista para reducir costes salariales. Los analistas reconocen que la plantilla que se ha podido ir, ya se ha marchado, pero que todavía quedan por realizar ajustes. Estos ajustes también afectarán a los directivos y será más drástico del que se podía pensar en un principio.
Volviendo a la estrategia comercial, sabemos que Zegona se ha asegurado el uso de la marca Vodafone durante 10 años, pero su intención no es agotar este plazo. Empezará como marca de referencia, pero poco a poco irá sustituyéndose por Lowi. En unos años será la marca principal y así se conocerá a la compañía (como Lowi). Evidentemente, esto es información a la que hemos tenido acceso y que no es oficial, habrá que esperar al devenir de los acontecimientos para saber si nos han dado una pista verdadera o falsa.
También se señala que podrían quedarse con Finetwork como tercera marca, aunque esto es algo que todavía está muy en el aire y no hay una decisión oficial tomada. La estrategia será copiar a DIGI y tener a la operadora rumana como referente en precio. No se reducirá un 50% el canal presencial (tiendas, etc) como estaba previsto.
Precisamente, a DIGI le ofrecerán un acuerdo mayorista muy agresivo y ventajoso para quedarse con la operadora como socio durante unos años. En caso de no poder hacerse con los rumanos como clientes mayoristas, se plantearían vender la red fija. Aquí podría entrar en juego un acuerdo con Telefónica para alquilar su red como se ha venido rumoreando durante años.
Un futuro muy diferente
Con el mencionado objetivo de vender la empresa en unos años por tres veces su precio de coste (con truco), la idea no puede ser otra que la de crecer brutalmente en clientes para atraer a posibles compradores. Para ello, copiar a Digi parece ahora mismo una buena idea, aunque habrá que ver qué pasará en una guerra de precios que puede acabar con cualquiera.
Lo que está claro es Zegona no ha comprado Vodafone para seguir haciendo las mismas cosas que han terminado con la compañía roja perdiendo protagonismo en el país. Los usuarios serían los primeros beneficiados de la guerra de precios, pero es imposible vaticinar cómo aguantarán las cuentas de Telefónica y de Orange-MásMóvil este nuevo escenario.