La Unión Europea obligará a realizar estos cambios antes de autorizar la fusión Orange-MásMóvil
La futura fusión entre Orange y MásMóvil, que debería convertir al grupo resultando en el mayor proveedor de telecomunicaciones en España por número de clientes, entra en una nueva fase. En los próximos días, la Comisión Europea emitirá lo que se conoce como «pliego de cargos», una serie de obligaciones y modificaciones que tendrá que hacer la propuesta de fusión para ser aceptada por antimonopolio.
Orange y MásMóvil formalizaron el intento de futura fusión en una transacción acordada en julio de 2022. Sin embargo, está sujeta a la aprobación por parte de la Comisión Europea, que parece que no va a dar luz verde sin más.
La Unión Europea impone cambios
En los próximos días se prevé que Orange y MásMóvil reciban por parte del organismo regulador de la defensa de la competencia de la Unión Europea una advertencia sobre una fusión que ha sido valorada en 18.600 millones de euros y que reducirá de cuatro a tres el número de grandes operadores de telecomunicaciones en un mercado de la UE.
Este organismo encargado de considerar que haya libre competencia no es muy favorable a la fusión tal y como se ha planteado. Ambos grupos están defendiendo su acuerdo argumentando que España es un mercado muy competitivo, citando a Movistar, Vodafone y los múltiples OMVs que venden sus servicios utilizando la red de operadores móviles más grandes de la futura competencia de Orange-MásMóvil.
La fusión de Orange y MásMóvil en España es una de las mayores transacciones de la historia del sector de las telecomunicaciones en España, así que es normal que se esté revisando al detalle los términos e implicaciones futuras de esta joint venture.
En los próximos días, la Comisión Europea expresará estas preocupaciones sobre el impacto que tendrá la fusión en las telecomunicaciones de nuestro país. Esta comunicación debería ir acompañada de una serie de medidas que tendrían que tomar, lo que se conoce como ‘remedies’. Este sería un paso necesario para conseguir el OK de los reguladores de la operación. Este «pliego de cargos» o «declaración de objeciones» no es algo anormal, sino más bien un trámite habitual en los procesos de fusión más complejos, como es el caso.
Según Bloomberg explica, la CE detallará en esa declaración las potenciales razones por las que podría vetar la fusión de Orange y MásMóvil en España en los términos acordados, pero también podría incluir posibles soluciones que ayudarían a calmar sus preocupaciones acerca del impacto que la operación puede tener en la competencia.
Orange y MásMóvil, decisión en septiembre
Originalmente se esperaba una resolución en primavera, pero, tal y como están las cosas, no se espera que la misma llegue hasta después de verano. Hasta que se produzca un dictamen definitivo, Orange y MásMóvil no solamente siguen operando por separado, sino que tienen la obligación de competir entre ellas.
Dada la complejidad de la operación, que crearía a un líder en clientes en España valorado en casi 20.000 millones de euros y con un 40% de cuota de mercado, se da por hecho que las autoridades comunitarias impondrán bastantes ‘remedies’. Orange y MásMóvil se han mostrado contrarios a que así sea.
A favor de la operación también podría estar la opinión de los que serán los principales competidores del grupo resultante. «En el caso de España, estamos a favor de la operación Orange-MásMóvil y creemos que debería aprobarse sin medidas correctoras», señaló en febrero José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica. Vodafone se ha manifestado a favor de la consolidación del sector, de la que intentó ser parte activa, si bien no ha habido tantas manifestaciones públicas sobre su posición ante los ‘remedies’.
Lo que es seguro es que, en caso de ser aceptada por la Comisión Europea a finales de verano, la fusión resultante obligará en España a cambiar la regulación del mercado mayorista de banda ancha fija que lleva a cabo la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Hasta ahora, Movistar era la que tenía posición dominante en el mercado y por ello también se le imponían ciertas restricciones y regulaciones.