Si en algún momento te has planteado adquirir un servicio de almacenamiento en nube de pago, lo más probable es que te hayas cruzado con ofertas jugosas. Las más interesantes suelen ser aquellas que te proporcionan, a cambio de un pago único, espacio de almacenaje para toda la vida. ¿Pero te puedes fiar de ellas? ¿No son demasiado bonitas para ser reales?
Hoy día es raro si no estás usando ya la nube para algo. Ya sea en tu móvil o en el ordenador, pero lo más probable es que te hayas habituado a confiar en ese espacio virtual donde almacenar tus archivos. Quizá utilices el espacio gratis que te dan muchos servicios como OneDrive, aunque adquirir espacio adicional de pago también es muy habitual. El problema es que no puedes hacer cualquier contratación al azar.
¿Una oferta para toda la vida?
Cualquier propuesta que nos hagan con el eslogan «un pago para toda la vida» suena bien. No hay duda de ello. Imagina que pudieras pagar Netflix una vez y que la plataforma te garantizase que pudieras usar el servicio sin volver a pagar nada. Incluso si tuvieras que pagar 200 o 300 euros, ¿qué te parecería? Lo mismo se puede aplicar a cualquier otro tipo de servicio. Con el almacenamiento en nube, lo cierto es que esto es algo que se ofrece mucho y que llega un momento en el que te tienes que empezar a plantear cosas.
Porque es algo que suena bien, demasiado bien. Y lo más impactante de todo es que estas ofertas normalmente se hacen con capacidades de almacenamiento que no están nada mal. Es decir, no hablamos de unos pocos GB, sino que se nos proporcionan TB de espacio para que guardemos lo que queramos. ¿Qué hacer ante una de estas ofertas?
Hay que ser un poco desconfiado
Esto es primordial. Y no solo porque vas a invertir dinero en adquirir un servicio, sino también porque estarás poniendo ilusión en el proceso y seguro que no te apetece nada descubrir que te han timado. Por ello, partimos de una recomendación muy sencilla: no dejarse llevar por la primera oferta que veamos. Porque, como te puedes imaginar, las mejores propuestas que nos encontramos en el almacenamiento en nube para toda la vida suelen venir de empresas que no son precisamente conocidas. Sí que aparecen en los resultados de Google gracias a la promoción de enlaces que pagan, pero no suelen estar en esos tops de recomendaciones que publican las páginas especializadas en tecnología.
Por lo tanto, siempre hay que ir con cuidado. Lo primero que tendrás que hacer será investigar un poco acerca de la empresa que te está haciendo la propuesta. ¿Cuándo se fundó, dónde se encuentran sus oficinas, quiénes son sus miembros? Saber más sobre la entidad te ayudará a que la confianza aumente (o que se reduzca). También es recomendable que compruebes las opiniones que se han hecho sobre la empresa. Pero no te fijes en los testimonios que hay en su web, sino que es más recomendable que acudas a Google y compruebes las opiniones que tiene la empresa allí.
En último lugar, analiza la oferta que te están haciendo, revisa toda la letra pequeña y busca cualquier posible trampa que hayan escondido por si, al final, descubres que no era tan buena promoción como imaginabas. Si todo esto ha salido bien, es posible que estés ante una buena propuesta. Tienes que pensar que hay servicios que no tienen la intención de estafar, sino que confían en que sus usuarios no acabarán utilizando todo el espacio que les proporcionan.
Esto es algo lógico, aunque una maniobra bastante arriesgada. Por ejemplo, es lo mismo que esos clubs de campo lujosos en los que sus miembros pagan por poder acceder y disfrutar de sus instalaciones. Son negocios rentables porque son conscientes de que sus socios solo irán al club en determinados momentos y no a diario. Con el almacenamiento en nube, si ofrecen una cantidad de 5 TB, estas plataformas esperan que los usuarios acaben usando mucho menos, quizá incluso menos de 1 TB. Por eso, las cuentas les podrían llegar a salir.
El caso Degoo
Este es uno de los servicios de almacenamiento en nube más desconocidos, pero también uno de los más populares en lo que se refiere a ofrecer una tarifa para toda la vida. Lo que busca el servicio es convencerte para que hagas la adquisición de su espacio de almacenamiento de 5 TB y que así puedas utilizarlo con la intención de almacenar las fotos de tu vida. Y hay que reconocer que te lo venden bien, garantizando la posibilidad de compartir fotos con otras personas que no tengan cuenta en Degoo y ofreciendo un feed personalizado con el que ordenar tus archivos. Además, garantizan varios niveles de seguridad adicionales con los que asegurar que nadie pueda llegar a tener acceso a tus fotos. ¡Suena bien!
Pero luego empiezan las cosas raras. Lo primero es ver que, en la lista de tarifas a las que se puede acceder en su web, aparecen ofertas de 20 GB, 500 GB y 5000 GB. La más pequeña es gratis, la de 500 GB cuesta 29,90 euros al año y la de 5 TB tiene un precio de 99,99 euros al año. No obstante, dentro de una sección de su web, cuentan con una oferta adicional: los 5 TB con un pago único de 99,99 euros para toda la vida. Y sí, es el mismo precio que los 5 TB anuales. ¿Cómo puede ser?
Eso ya te deja un poco preocupado. Así que, lo primero que haces, es ir a su sección de «Sobre nosotros». Pero la información que se encuentra disponible es realmente reducida. Nos dan su dirección de Suecia y dicen que la empresa se fundó en 2012. No hay mucho más de donde rascar. Por ello, lo siguiente que hacemos es irnos a Google y buscar «Degoo», el nombre de la empresa. Y exactamente, aparece lo que puedes ver en la captura a continuación.
¿Pero qué locura es esta? ¿Cómo puede ser que la empresa se llame «Degoo – Fake Storage Solutions Inc»? Es decir, ¿a quién se le ocurriría una idea así? Corremos un tupido velo y lo que vemos es que hay más de 1.000 valoraciones de Google. Muchas son positivas, pero mirando entre ellas se pueden encontrar algunas que destacan. Por ejemplo, un usuario que se queja de cómo le han perdido las fotos de los últimos cinco años de su vida u otro que asegura que Degoo monitoriza todo lo que subes y que, si encuentran algo que no les guste, te cierran la cuenta. Y lo más posible es que no haya posibilidad de recuperar el dinero, así que, por ello, antes decíamos que era muy importante leer la letra pequeña. En conclusión: ojito.