La gastronomía española está llena de recetas que son deliciosas. Tenemos una cultura culinaria que ya les gustaría a muchos de los otros países del mundo. Pero suele ser difícil quedarse con un solo plato cuando se trata de recomendar comida española a, por ejemplo, amigos extranjeros. ¿Y si le pedimos a la IA que lo haga? Ahora te contamos cuáles son sus preferencias.
Está claro que la IA no come. Pero eso no significa que no pueda imaginarse comiendo. Y esa imaginación debe ser tan satisfactoria casi como para nosotros comer. Normalmente hablamos de otros temas con la inteligencia artificial, la cual ya sabes que puede generar caras, hacer resúmenes e incluso contarte chistes, pero hoy nos hemos querido centrar en la comida.
El top 10 de comida española
Vamos a hacerte sufrir un poco hasta llegar a un solo plato elegido por la IA. Empezamos con nuestra tradición de pedirle un top 10 con el que nos informe de cuál es su lista de mejores platos españoles. El aspecto más positivo es que la inteligencia artificial ha sido consecuente y no se ha limitado a elegir platos de un determinado estilo. En realidad, incluso ha puesto algunos postres. Algo bastante lógico a la vista de que los dulces que se preparan en España son una auténtica maravilla.
La lista que nos ha dado con el top 10 es bastante larga, porque ha puesto un comentario en cada plato. Tampoco nos queremos extender en este punto, así que te podemos decir que las elecciones que ha hecho son las siguientes (sin que el orden sea de importancia): paella, tortilla española, gazpacho, pulpo a la gallega, jamón ibérico, patatas bravas, fabada asturiana, pisto, crema catalana y churros con chocolate. Esta es, además, la lista sobre la cual continuamos trabajando con ella para que acabe quedándose solo con uno de esos platos. ¿Cuál será?
Las demás elecciones de la IA
Ahora lo siguiente que hacemos es decirle a la inteligencia artificial que se quede con el 50% de la lista que ha hecho. Y luego pasaremos a tres únicas elecciones. Además de ver cuáles son sus preferencias, lo que también queríamos era comprobar si ChatGPT tenía cierta inteligencia para determinar que los platos seleccionados debían tener algún tipo de sentido en conjunto. Es decir, sería poco lógico que pusiera dos dulces en una selección de solo cinco platos. Sus resultados han sido los siguientes:
Como puedes ver, nos ha decepcionado un poco que haya elegido dos dulces. A nosotros no nos parece muy lógico, pero quizá es que la IA es un poco aficionada al azúcar. Se lo vamos a dejar pasar porque hay que reconocer que son dos dulces estupendos. Que también haya elegido la paella tiene mucho sentido, mientras que el jamón ibérico es otra opción ideal, aunque así a palo seco, sin pan con tomate, quizá no debería estar dentro del listado de platos. Respecto al pulpo a la gallega, es una sorpresa, ya que pensábamos que la IA sería más típica y que optaría por la tortilla de patata.
Lo siguiente era refinar el top todavía más para quedarnos solo con tres platos. Y aquí es donde, al menos, la inteligencia artificial ha rectificado en su pasión por los dulces. También ha eliminado el pulpo a la gallega que nos había llamado la atención. Este es su top 3:
Fíjate bien en el comentario que hace sobre la crema catalana, porque la IA reconoce que «como amante de los postres«. Por lo tanto, se confirman nuestras sospechas. Y nos da la sensación de que la inteligencia artificial está respondiendo cada vez de una manera más humana.
Y acabamos con la elección definitiva: el plato español que más le gusta. Es posible que te imagines cuál es, pero te lo vamos a decir de todas maneras: la paella. Además, nos da una respuesta elaborada en la que justifica su decisión tal y como puedes ver en la siguiente captura que hemos hecho de la conversación.
Luego, para continuar alimentando que la IA siga aprendiendo a comunicarse de una forma humana, le hemos querido lanzar un comentario inesperado para ver cómo reaccionaba. Te lo dejamos a continuación:
Ya te lo decíamos antes, nos da cierto respeto la forma en la que nos está respondiendo últimamente. Además, luego le hemos dicho si en ese momento estaba pensando en las croquetas de la conversación anterior y nos ha dicho que sí. También ha acabado diciendo «quién sabe qué nos depara el futuro en términos de avances tecnológicos». Se nos ponen los pelos de gallina.