Catorce meses han sido suficientes para que Tesla pase de estar en el club privado de las empresas que superan el billón de dólares (1,T en Estados Unidos) a capitalizar menos de 390.000 millones. Este desastre bursátil tiene muchas explicaciones y también muchas implicaciones y es que Elon Musk ya no es la persona más rica del planeta.
En octubre del pasado año la firma líder de vehículos eléctricos firmaba un acuerdo con Hertz para venderle 100.000 coches y automáticamente las acciones rompieron máximos históricos alcanzando los doce ceros de capitalización. Rápidamente su fundador pasó a celebrarlo en Twitter, su red social favorita y todos los acólitos de Musk comenzaron a poner en el punto de mira a otros gigantes como Amazon, Microsoft, Google o Apple que ya formaban parte de ese selecto club del trillón de dólares (un billón en España). ¿Sería Tesla capaz de convertirse en la empresa más valiosa del mundo?.
Elon Musk@elonmuskWild $T1mes!25 de octubre, 2021 • 21:59
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Poco duró la alegría y es que el 2022 empezó siendo un año difícil en los mercados por el aumento desmedido de la inflación y por los mensajes de la Reserva Federal Estadounidense (FED) pidiendo prudencia y advirtiendo que tendría que subir el precio del dinero para contener el alza de los precios. Desde ese momento todas las empresas tecnológicas comenzaron a perder valor en los mercados, pero en el caso de Tesla hablamos de una caída de cerca del 70%. En este momento sus acciones cotizan en 125$ y su capitalización no supera los 390.000 millones.
Muchos expertos se preguntan los motivos de dicho desplome ya que los fundamentales de la compañía son buenos; la realidad es que desde hace unos meses, la confianza de los inversores se ha ido deteriorando por culpa de la famosa operación de Twitter. Si echamos la vista atrás podemos recordar que Elon Musk lanzó una oferta, después se echó atrás justificando su negativa por el número de cuentas falsas que había en la red social y finalmente tuvo que cerrar la operación para evitar males mayores por alterar la cotización de una empresa pública. Ese sindiós de operación, primero sí, después no, finalmente sí, comenzó a inquietar a los inversores de Tesla. Primero por las dudas sobre la capacidad de Musk de dirigir la compañía y segundo porque tuvo que vender acciones de su empresa y endeudarse para poder financiar la operación.
Una vez comprada Twitter la gestión está siendo un verdadero caos. Despidos masivos, problemas internos, mensajes contradictorios, servicios que van a tener un precio y después otro, en definitiva, una gestión improvisada que no ha hecho otra cosa que añadir ruido a Tesla. Por su parte, la compañía de coches también está decepcionando con sus ventas en China y ya se habla de la posibilidad de que se produzcan despidos masivos próximamente. Si a eso le añadimos que la situación de los mercados sigue muy convulsa y que no parece que la FED vaya a echar el freno con la subida de tipos de interés, todo apunta a que Tesla va a seguir corrigiendo y por ello Musk ya no es el más rico, acaba de ser superado por Berbnard Arnault, director ejecutivo de Louis Vutton.
¿Comprar acciones de Tesla?
Es una de las empresas que más dinero ha dejado a los inversores en los últimos años. Quien compró títulos en enero de 2020 y vendió en noviembre de 2021 multiplicó por doce su inversión. Sin embargo, quien compró hace un año y mantiene las acciones pierde un 70%.
Desde un punto de vista técnico los títulos se pueden ir al soporte de los 80$, eso significa un desplome que llevaría la cotización un 30% por debajo del valor actual. ¿Será capaz Elon Musk de aparcar su ego y centrarse en generar valor en lugar de invertir su tiempo en Twitter? El tiempo lo dirá.