A la hora de realizar pagos, la introducción del contactless supuso un antes y un después en el que primero las tarjetas no necesitaban deslizarse por el lector de banda magnética o introducirse en el lector de chip y más tarde abrió la puerta para que el pago móvil fuera fácil y seguro de utilizar. Ahora llega una evolución más con el pago con pulsera.
Vamos a contarte cuáles son las ventajas del pago con pulsera como una evolución más del pago sin contacto.
Aumenta la popularidad del pago con pulsera
Los métodos de pago evolucionan constantemente en la era digital. A la comodidad del pago móvil, que ya es un dispositivo que podemos considerar como parte de nuestro cuerpo, pues no salimos de casa sin ello, ahora se suma el pago con pulsera.
La tecnología se pone al servicio de los pagos móviles y el pago con pulsera es una tendencia en alza en cuanto a popularidad teniendo en cuenta lo cómoda que es.
Como en el pago por NFC en el smartphone, el pago con pulsera es un pago contactless que también utiliza el estándar de comunicación de campo cercano (Near Field Communication) para realizar transacciones sin necesidad de efectivo o los plásticos de las tarjetas.
Como sucede con el teléfono móvil, las pulseras de pago integran un chip NFC en el que se puede configurar la información de pago y así realizar transacciones de forma rápida acercando la pulsera al datáfono o terminal de pago.
Ventajas de esta forma de pago
El Banco de España ya reconoce esta forma de pago, por lo que podemos esperar de ella la seguridad y aceptación de otros medios de pago extendidos en nuestro país. En España, varios proveedores ofrecen estos servicios y algunos de los bancos más populares ya ofrecen pulseras vinculadas a las cuentas bancarias de sus usuarios. Si tu entidad no la ofrece, también se pueden comprar pulseras NFC en comercios como Amazon.
La principal ventaja con respecto a otras formas de pago contactless es, como decíamos, la comodidad. Es un accesorio que es realmente fácil de llevar puesto y en cierta medida hacemos que nuestro propio cuerpo sea la forma de pago de una manera más natural que quizás tener que buscar en la cartera la tarjeta o en el bolsillo el smartphone.
Esto también se traduce en una mayor rapidez en el pago. Basta con acercar la pulsera al terminal de pago y la transacción se completa en cuestión de segundos. Esto puede ser realmente útil de cara a futuro para automatizar pagos en sitios como los tornos del transporte público, donde podemos configurar los datos de la tarjeta de transporte y un medio de pago para comprar un billete de forma automática en caso de estar agotado. Esto facilita el acceso y ahorra tiempo a los viajeros.
Una de las mayores dudas que puede generar este sistema de pago es a nivel de seguridad. Sin embargo, el Banco de España certifica la misma y dice lo siguiente: «el pago con pulsera utiliza tecnología NFC, que ofrece un alto nivel de seguridad. La información de pago se almacena de forma segura en el chip de la pulsera, lo que reduce el riesgo de fraude o robo de datos«.
Eso sí, conviene que los usuarios no se descuiden y tomen una serie de medidas de seguridad. En esencia, las mismas que en cualquier otro medio de pago: proteger la información personal y las credenciales de acceso para preservar tu información personal y financiera. Esto incluye mantener la pulsera segura, establecer contraseñas o códigos de acceso para acceder a ella y utilizar funciones de bloqueo remoto en caso de pérdida o robo.
