La Fuerza Espacial de Estados Unidos comienza a pensar en la lucha fuera de la Tierra
Dentro de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos hay discrepancias. Las opiniones están divididas sobre cómo tendría que proceder esta rama de las Fuerzas Armadas en un futuro cercano. Mientras tanto, los miembros de la misma, a los que se ha bautizado como Guardianes, se preparan para la que podría ser la primera guerra fuera de la Tierra. Quieren evitarlo, pero ya sabemos cómo pueden terminar estas cosas.
Un comunicado publicado semanas atrás por uno de los altos cargos de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, ha revolucionado a los estadounidenses. Tanto militares como ciudadanos hablan de lo que se debería esperar de este grupo militar tanto a corto como a largo plazo. Algunas voces hablan de proteger y de asegurar recursos del país, mientras que otros ya se preparan para luchar en el espacio.
La carrera espacial se descontrola
En poco tiempo estamos viendo cómo distintos países progresan en lo que se refiere a la conquista espacial. India, China, Rusia y, por supuesto, Estados Unidos, todos están desarrollando misiones que van más allá de la Tierra. Sobre todo, ahora tienen el objetivo puesto en la Luna, donde esperan llegar no solo a colonizarla de forma definitiva, sino también a conseguir extraer recursos y comenzar a exprimir su superficie.
Recientemente hemos visto los resultados que han conseguido países como China e India, quienes están logrando un gran éxito con sus misiones. A Rusia no le ha ido demasiado bien, pero también se espera que lleguen a incrementar su nivel de éxito espacial en el momento en el que puedan concentrar sus recursos en este objetivo. Al final, la presencia de todos estos países fuera de la Tierra acabará generando unos roces que no pueden traer nada bueno. En Estados Unidos lo saben bien y ya están preparando su posible estrategia.
Los Guardianes lucharán si hace falta
Dentro de los despachos de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos insisten en que no van a perder el tiempo reuniéndose alrededor de una mesa redonda o contratando agencias de marketing. Se quieren concentrar en tres objetivos: asegurar todo aquello en el espacio, lo que venga del espacio y lo que vaya hacia el espacio. Se trata de tres frentes en los que utilizarán todos los recursos necesarios para cumplir sus objetivos.
Algunos de los militares que lideran esta unidad apuestan por mirar al futuro con optimismo y concentrarse en la protección de satélites y de la actividad de Estados Unidos. No quieren hablar de guerra ni de combates propios de las películas o series de ciencia ficción. En general, todos los países están adoptando un punto de vista similar. Se ponen buenas caras, se habla de planes bonitos de colaboración espacial y de compartir recursos. Pero, tras la cortina de la imagen pública, es obvio que todos los países están pensando en posibles situaciones de riesgo en las que se puedan llegar a encontrar. Porque a nadie se le escapa que, como dicen algunos de los expertos estadounidenses, el conflicto y la guerra en el espacio podría comenzar incluso antes de lo previsto.
Cuando miembros de las misiones de India, China, Rusia o Estados Unidos estén en la Luna o en Marte, ¿qué se puede esperar que ocurra? Lo primero será proteger los beneficios de cada país y las instalaciones que tengan en el espacio. Lo segundo será asegurarse de que no se producen incidentes que estén en contra de lo que cada nación espera de su papel en el espacio. Y lo que haya que hacer para conseguirlo, será algo que podría incluir todo tipo de métodos, incluidos los bélicos. Eso acabaría rápidamente con las aspiraciones de tener una organización global que, a lo Star Trek, se ocupe de gestionar la seguridad espacial con miembros de todos los países de la Tierra. También acabaría con versiones más idealizadas de la conquista espacial que posiblemente se interrumpan con rapidez en cuanto se produzca algún conflicto internacional.
Por ello, hay quienes, como el especialista espacial Rick Tumlinson, quien escribe la carta que enlazamos en la fuente, que apuestan por presionar a la Fuerza Espacial de los Estados Unidos para que no se concentre tanto en planes a corto plazo y piense en cómo luchará las batallas espaciales del futuro. Porque si ese momento llega, su país tendría que estar muy preparado. Los combates en la Luna o en Marte podrían hacer que se descontrolen los planes de investigación y de obtención de recursos y que el tono de la exploración cambie rápidamente para convertirse en otra guerra. Por eso, necesitan prepararse. Y tal y como dice Tumlinson, nadie puede pensar que China no está haciendo lo mismo y que las filtraciones de documentos espaciales chinos que se producen no estén pensadas para que los estadounidenses las vean y se confundan. La guerra parece que ya ha comenzado por mucho que los disparos todavía no estén cruzando el espacio.
Ante algunas dudas planteadas por especialistas e incluso por el propio público, lo que se está dejando claro prácticamente desde todos los ángulos, es que hay pocas posibilidades de que las batallas que se disputen en el espacio sean contra fuerzas desconocidas. En realidad, en contra de lo que algunas personas desearían, esos combates en los que podrían llegar a participar los Guardianes de la Fuerza de Estados Unidos, serían contra otros humanos. Por lo general, se descarta, o se ignora dejándola de lado, la posibilidad de que estos enfrentamientos estén planteados entre la humanidad y civilizaciones extraterrestres. Por dramático que resulte, es más posible una batalla entre personas en el espacio que una contra alienígenas.