Los científicos descubren ahora que el impacto del asteroide no fue lo que acabó con los dinosaurios: fue otra cosa
Siempre hemos estudiado que un asteroide enorme cayó en la Tierra hace 66 millones de años y que eso provocó la extinción de los dinosaurios. Ahora los científicos desvelan, gracias a nuevos estudios, que lo que ocurrió fue algo más complejo: el asteroide cayó, pero no acabó con todos ellos. Algo más lo hizo.
A lo largo de los años lo hemos visto en películas, leído en libros e incluso visto en series de ciencia. Un asteroide que tenía el tamaño del Everest se estrelló contra el planeta. Recibe el nombre de Chicxulub y, teóricamente, acabó con la práctica mayoría de la vida en la Tierra. Pero hay que hacer ciertos matices.
Después del impacto
Desde hace tiempo se valoran distintas teorías de la forma en la que se extinguieron los dinosaurios. La teoría del asteroide se publicó en 1980 de la mano de los Álvarez, padre e hijo, científicos que habían desarrollado este concepto y que, inicialmente, no recibieron el apoyo por parte de la comunidad. Con el paso de los años, no obstante, su idea se convirtió en la explicación principal sobre cómo los dinosaurios acabaron extinguiéndose y desapareciendo del planeta.
El nuevo estudio, no obstante, no resta importancia a la caída del Chicxulub. El asteroide sigue siendo, en cierta manera, el responsable de lo que ocurrió. Pero la extinción se produjo por las consecuencias que tuvo la caída del asteroide y lo que ocurrió en la Tierra en los años posteriores. Más exactamente, la culpa de la extinción la tuvo el polvo que levantó el asteroide y que se elevó hacia la atmósfera.
Una reacción en cadena
La nueva investigación que se ha publicado en Nature Geoscience se ha llevado a cabo después de tomar una amplia cantidad de muestras de una zona de fósiles que se encuentra en Dakota del Norte, en Estados Unidos. Dicen que, a base de investigar, han encontrado restos que proceden directamente del impacto del asteroide y que habían permanecido intactos en ciertas capas de sedimentos.
Su descubrimiento apunta a que el efecto del impacto del asteroide mandó a la atmósfera un 24% de sulfuro, un 1% de hollín de los incendios que se extendían por el mundo y un 75% de polvo. Con anterioridad, se pensaba que lo que había tenido más responsabilidad en la desaparición de los dinosaurios tras el impacto había sido el sulfuro, pero esta investigación lo desmiente y deposita su interés en el polvo. Dicen que hubo tanto volumen de polvo en la atmósfera y de un tamaño tan peligroso, que se llevó a cabo un efecto dominó terrible. Las plantas dejaron de hacer la fotosíntesis y provocaron una crisis de alimentación gravísima.
Todo ese polvo se había generado debido a la fuerza del impacto y en cómo había destrozado rocas que había en la superficie de la Tierra. Cuando el polvo llegó a la atmósfera permaneció en ella durante, al menos, 15 años. En ese periodo de tiempo se hizo el invierno más oscuro que se podría imaginar. Los dinosaurios que habían sobrevivido al impacto comenzaron a quedarse sin comida y la falta de luz, así como la bajada de las temperaturas hasta en 15 grados, provocó que no pudieran sobrevivir al cambio. Año tras año cada vez había menos cantidad de dinosaurios y las especies se iban extinguiendo en proporción a su capacidad para adaptarse, la cual era escasa.
Si los responsables del estudio están tan seguros de que es el polvo lo que causó el invierno y no el sulfuro es porque han conseguido determinar el tamaño de las partículas que se elevaron a la atmósfera. En sus resultados concretan que tuvieron un tamaño mínimo de 0,8 micrómetros y uno máximo de 8.0, cifras que encajarían en lo que se hubiera requerido para que se quedasen retenidas en la atmósfera.
De todas formas, algunos científicos restan credibilidad a este nuevo trabajo y dejan la puerta abierta a otras explicaciones por la ausencia de unas pruebas totalmente tangibles que puedan confirmar lo que ocurrió de forma definitiva. Se habla, al mismo tiempo, de intentar aprender de cómo la sociedad de los dinosaurios acabó extinta cuando se produjo un cambio radical en la temperatura del planeta, algo que también podría llegar a ocurrirle a la humanidad si no se comienzan a tomar medidas.