Si hay días en los que te sientes un poco mal por echarte una siestecita, tenemos buenas noticias para ti: la ciencia ha dado un paso adelante para explicar el motivo por el que es tan beneficiosa. Gracias a lo que te vamos a contar, no volverás a tener problemas para quedarte dormido después de la comida y así disfrutar de esos minutos de descanso que tan bien sientan.
Que nos quiten todo lo que nos quieran quitar… pero que no se nos lleven la siesta. Como españoles de pura cepa que somos, la siesta es una de nuestras mayores tradiciones. Da igual la parte de España en la que vivas: la siesta se practica igual. Y ahora un estudio realizado en conjunto entre la UCL de Londres y la Universidad de la República, en Uruguay, confirman por qué hacemos tan bien cuando nos echamos una.
La siesta beneficia a tu cerebro
Los científicos siempre se han sentido perdidos con el efecto que tiene la siesta en el organismo. ¿Es buena? ¿Es mala? Por ello, posiblemente, no se haya adoptado mundialmente de una forma tan generalizada. En España no nos lo planteamos mucho, porque ya está muy arraigada en nosotros. Pero en el pasado, un estudio dijo que la siesta podría estar relacionada con el Alzheimer, y otro argumentó que, gracias a la siesta, aprendíamos mejor. En definitiva: no se aclaraban.
Ahora, con mejores recursos y datos a su disposición, la nueva investigación de la que hablamos desvela que la siesta tiene efectos muy beneficiosos en el cerebro. Exactamente, lo que estaría haciendo la siesta sería proteger tu cerebro de que llegase a reducir su tamaño. Y eso, como te puedes imaginar, es algo muy positivo.
Siesta para todos
Este trabajo de investigación llega a la conclusión de que una pequeña siesta a lo largo del día ayuda a que se ralentice el proceso por el cual el cerebro va reduciendo su tamaño a medida que nos hacemos mayores. Aunque todo el mundo se puede beneficiar de ello, es especialmente recomendable para aquellas personas que ya sufren alguna enfermedad neurodegenerativa o para las que tienen algún tipo de problema cognitivo. Al mismo tiempo, entre las muchas conclusiones del estudio se determina que echarse una siesta a lo largo del día puede ser una forma excelente de compensar los problemas que tiene dormir poco.
Esto explicaría los motivos por los que hay muchas personas que duermen poco y que no tienen problemas con el paso de los años debido a que compensan esa falta de sueño con una siesta al mediodía. El estudio que aporta esta información no es precisamente pequeño, puesto que se han usado datos de más de 35.000 personas.
Algo que también han descubierto que los beneficios de la siesta son tan elevados que llegan a compensar incluso otros de los problemas que derivan en la reducción del volumen cerebral con el paso de los años. Así, dicen que es un buen sistema para compensar los efectos negativos que tiene hacer poco ejercicio o incluso fumar. También se descubre que hay una relación genética con la siesta, motivo por el cual algunas personas son más propensas a recurrir a ella sin planteárselo.
Gracias al estudio se confirma que la siesta ayuda a luchar contra la demencia y que, como te decíamos, puede ser una forma muy beneficiosa de compensar algunos factores del día a día que no son muy saludables. Eso sí, se determina que la duración ideal es de 30 minutos. Pero dentro de nuestras costumbres, media horita de siesta no viene nada mal y es tremendamente bienvenida.
También argumentan que el estudio se ha realizado en Reino Unido, donde es obvio que la siesta no es algo que sea tan común, lo que ha permitido conseguir datos realmente buenos. Todavía hay mucho que investigar acerca de la siesta, pero esta tradición española conocida mundialmente está cada vez más justificada. Así que, ya sabes, después de la comida, 30 minutitos de siesta te dejarán como nuevo y ayudarán a que tu cerebro se mantenga más sano.