La DGT sigue actualizando sus sanciones para mejorar la seguridad vial. La última norma versa sobre la forma de salir del vehículo. Y es que abrir la puerta del coche cuando uno está en su interior puede acarrear una multa cuantiosa, según la forma en que lo haga. Un simple gesto del que quizás no te habrías dado cuenta, pero que tiene serias consecuencias.
Según cómo abras el coche puedes tener multa
La Dirección General de Tráfico (DGT), a menudo, emplea sus perfiles en redes sociales para informar a los conductores de aquellas acciones o maniobras que están sancionadas. Una de las que más pasa desapercibido es aquella relacionada con la forma en la que salimos del coche, ya que puede suponer un peligro para otros usuarios de la vía pública.
En este sentido, el principal objetivo del organismo vial es disminuir al máximo la posibilidad de que se produzcan accidentes en carretera, concienciando a los conductores sobre malos hábitos que pueden provocar esas situaciones de riesgo.
Uno de ellos se produce de forma inconsciente muchas veces, pero puede acarrear un importante peligro para el entorno que en ese momento rodea nuestro vehículo: abrir la puerta del coche tras estacionarlo o pararlo sin comprobar si se aproxima algún usuario o vehículo.
Qué debes saber
Al abrir la puerta de un coche siempre hay que mirar innumerables veces, porque en un abrir y cerrar de ojos puedes verte envuelto en una situación que ni por asomo esperabas. Y una de ellas, por ejemplo, tiene que ver con la forma en la que entramos (y salimos) de nuestro coche, puesto que acarreará una multa importante.
Nos referimos directamente al que es el artículo 114 del Reglamento General de Circulación (RGC), que dice que no está permitido «llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su completa inmovilización y abrirlas o apearse de aquel sin haberse cerciorado previamente de que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios, especialmente cuando se refiere a conductores de bicicletas».
Porque este gesto no todo el mundo lo hace, que es el de mirar antes de abrir la puerta para bajarse del coche para comprobar que esto no supone un peligro para otros usuarios de la vía como el resto de vehículos, motos, ciclistas o peatones. Bastaría con echar un vistazo a los retrovisores para comprobar que es posible salir de forma segura: algo que deberían llevar a cabo tanto el conductor como sus acompañantes.
Además, esta técnica viene acompañada de abrir la puerta con la mano más alejada a ella. En este sentido, el piloto tendrá que abrir la puerta con la mano derecha y el acompañante con la izquierda.
Según la forma, la multa va llega a los 80 euros
Con todo, la DGT lo hace con una sanción que la mayoría de conductores desconocen: hacerlo sin mirar está sancionado con 80 euros de multa. Esta penalidad también se aplica a los conductores que abren la puerta del coche sin estar completamente parado. Es una acción sancionable económicamente, pero no acarrea la pérdida de puntos del carnet de conducir.
La DGT también asegura que es muy poco habitual o muy difícil de captar en el momento exacto, ya que tendría que ser un agente el que captase el momento exacto en el que el conductor se bajase del vehículo.
Considerada como una infracción leve, los más afectados con estos malos hábitos son los ciclistas, que se topan muy a menudo con un buen susto al ser sorprendido por la puerta inesperada de un vehículo.