¡Que no te pillen! Así son todas las cámaras de la DGT para multar conductores
La Dirección General de Tráfico tiene distribuídas varios tipos de cámaras por las ciudades de España y carreteras de todo el país. Saber dónde están y cuáles son sus usos te ayudará a evitar multas. ¿Todas sirven para multar o algunas solo controlan el tráfico?
Aunque evitar multas y sanciones es el sueño de todo conductor, la DGT tiene varios tipos de cámaras que van más allá de los radares. Aun así, todas juegan un papel vital en la seguridad vial y la gestión del tráfico. Garantizan un entorno más seguro, tanto para conductores como para peatones.
Tipos de cámaras de la DGT
La DGT tiene diferentes tipos de cámaras, dependiendo del uso que se le dé. Las más temidas son, sin duda, las de control de velocidad, aunque también existen otras que pueden pasar desapercibidas en la ciudad.
Cámaras de control de velocidad
Estas son las más utilizadas por la DGT. Sirven para detectar y hacer fotos de vehículos que superan los límites de velocidad establecidos en las diferentes carreteras. Normalmente podemos distinguirlos entre fijos y móviles.
Los radares fijos están ubicados en sitios concretos y funcionan de forma continua, sin depender de una persona. Por lo que dará la hora del día a la que pasemos, que siempre será efectivo. Cuando un vehículo (coche, moto, camión…) supera el límite de velocidad permitido, la cámara notifica la infracción y hace una fotografía instantánea. Este tipo de cámaras siempre tienen que estar avisadas en carteles unos metros antes, para que así el conductor conozca el control.
Por otra parte, los radares móviles están manejados por agentes de tráfico y se ponen en lugares estratégicos o van en coches en movimiento. Cuando los agentes se desplazan para cazar y registrar infracciones de velocidad, aumenta el control del tráfico y las multas son más efectivas. En este caso, Google Maps suele registrar algunas cámaras móviles reportadas por usuarios.
Cámaras de semáforo
Este tipo de cámaras las instala la DGT cerca de los semáforos y su función es controlar que los conductores cumplen con las señales de tráfico, sobre todo en intersecciones. Las cámaras que están puestas encima de los semáforos también pueden registrar vehículos que pasan cuando está en rojo o que cometen otras infracciones, como no detenerse justo en la línea. Si esto sucede, la cámara hace una foto que luego se utiliza para mandar una multa al propietario del vehículo.
Cámaras de vigilancia
Estas cámaras suelen estar en lugares concretos de carreteras y zonas urbanas, con el objetivo de supervisar el tráfico en tiempo real. Además de capturar cualquier ilegalidad, estas cámaras de la DGT también sirven para controlar el flujo de tráfico, revisar situaciones de congestión y dar información útil para el tráfico en tiempo real. Es una de las más usadas en época de vacaciones, por ejemplo.
Cámaras de control de acceso a zonas restringidas
Por último, este tipo es el que se usa para controlar el acceso a ciertas zonas urbanas o carreteras que pueden tener restricciones por algún motivo. Por ejemplo, en algunas ciudades, existen zonas de bajas emisiones donde solo pueden entrar vehículos con etiqueta Eco o Zero. Las cámaras de acceso se usan para comprobar y tener un control de las matrículas de los vehículos que entran. De esta forma se aseguran de que se cumplan con los requisitos establecidos.
Ventajas de su uso
Las cámaras de la DGT están diseñadas para garantizar la seguridad vial y el cumplimiento de las normas de tráfico. Además, gracias a sus sistemas de reconocimiento de matrículas y procesamiento de imágenes, la precisión puede decirse que es casi impoluta. Su eficacia ayuda mucho a la detección de infracciones y la aplicación de sanciones.
Uno de los objetivos fundamentales es reducir los accidentes de tráfico. Al controlar el cumplimiento de las normas de velocidad y otras señales de tráfico, las cámaras de la DGT ayudan a prevenir comportamientos temerarios y así se reduce la probabilidad de impactos y atropellos. También son fundamentales para mejorar la seguridad vial. Al sancionar, influyen en un comportamiento más responsable y se conduce a un ambiente de conducción más seguro para todos.
Además, la presencia de cámaras de la DGT en las carreteras y en la ciudad tiene un efecto disuasorio en los conductores. Es decir, saben que están siendo vigilados y que las infracciones serán registradas, por lo que muchos quieren evitar multas y procuran no exceder los límites de velocidad y cuidar las señales de tráfico.