Hasta el 75% de la batería que consumen algunas de las más populares aplicaciones gratuitas no viene de su ejecución en sí, sino de la conexión que hacen a módulos publicitarios, es un precio muy alto por algo que es gratis.
Dos investigadores de la estadounidense Purdue University y otro de Microsoft Research se propusieron descubrir en qué gasta una aplicación la batería del móvil. Para ello han creado el programa eprof, que piensan liberar apenas puedan, que mide y compara las necesidades energéticas de las distintas partes de una aplicación, su engarce con el núcleo del sistema o con la red.
Lo que han descubierto es sorprendente. Analizaron el consumo de hasta 21 apps gratuitas de la plataforma Android elegidas por su popularidad, desde el navegador de Google para Android hasta la app de The New York Time. Hasta un 75% de la energía usada se dedica a servir anuncios o rastrear al usuario y enviar sus datos a los servidores publicitarios. Una sola de estas aplicaciones en funcionamiento puede fundir la batería en 90 minutos.
Los investigadores comprobaron que la mayoría de las aplicaciones sólo necesitaban entre el 10% y el 30% de la energía que gastaban para hacer funcionar el núcleo de la aplicación.
En el caso del juego Angry Birds, descargado por más de 50 millones de personas y sólo en la plataforma Android, apenas dedica el 20% de la energía que gasta para abrir y ejecutar el juego. Del resto, otro 45% se desperdicia en la búsqueda y actualización de la localización por GPS del usuario y así poder enviarle publicidad georreferenciada y personalizada. Además, la conexión 3G que abre, se mantiene durante unos 10 segundos aunque la transmisión de datos se haya completado. Esta rémora supone otro 28% del gasto energético.
En otros casos, como el del navegador de Google o la app de The New York Times el derroche no es tan alto pero aún así, dedican un 15% del gasto de batería en la localización del usuario. Otro caso extremo es el Fchess, un juego de ajedrez: la mitad de los recursos que consume son para conectarse con los servidores publicitarios e inundar el móvil de anuncios.
Los investigadores creen que publicando su estudio y liberando la aplicación, los desarrolladores de apps y los anunciantes cuidarán algo más el código para reducir este consumo tan excesivo
Con esta noticia, queda claro que no está siendo una buena semana para las aplicaciones móviles, en particular para las de Android. Si el lunes se publicaba que expertos en seguridad cuestionaban la forma de funcionar de la Google Play (el viejo Android Market), que abre la puerta a la entrada de apps maliciosas, hace unas horas, otro estudio señalaba que los servidores de publicidad que viene con las apps pueden ser un coladero de amenazas. Esos mismos servidores que funden la batería.