Continúa la cuenta atrás para la entrada en vigor de la Ley Sinde y el consecuente cierre de páginas web de enlaces en España, que vendrá acompañado del bloqueo de webs alojadas en el extranjero para que no puedan ser visitadas dentro de nuestras fronteras. El Gobierno se ha mostrado «enormemente feliz» por haber creado esta norma.
«Esta ley va contra los que roban, esos intermediarios que se están forrando con productos robados para ponerlos a disposición de forma presuntamente gratuita ante los ciudadanos». Así definió Carlos Cuadros, director general de Cine del Ministerio de Cultura, la creación de la polémica Ley Sinde, que «se está convirtiendo en referente a nivel internacional» en materia de protección de los derechos de autor aun sin haber entrado en vigor.
En la entrevista concedida a Europa Press, Cuadros se mostró confiado en que las webs de enlaces que por ahora son legales en nuestro país según las numerosas sentencias judiciales sean «cerradas antes de que acabe el año», aunque considera que gran parte de las páginas de enlaces cerrarán por sí solas y no tenga que ser la comisión de propiedad intelectual la que proceda a su cierre.
Sorprende la seguridad con la que se muestra Cuadros respecto al cierre de páginas web, lo orgulloso de una ley que generó una enorme controversia y rechazo masivo por parte de la comunidad internauta y la confianza en la llegada de una oferta legal a la Red. «Hay empresas que están invirtiendo mucho con enorme generosidad apostando por ello, para demostrar que el modelo legal es posible y viable», explica en este último sentido Cuadros. Asimismo, insistió en la idea de competencia desleal que ofrecen las webs de enlaces. «Hoy poner una película de forma legal en internet es igual que aceptar que no se va a recibir ninguna liquidación por su explotación, pues hay al lado páginas que lo ofrecen de forma gratuita», apuntó.
Sobre el futuro modelo de negocio adoptado por la industria vaticina que «los consumidores que quieran verlo muy rápido probablemente tengan que pagar un precio muy elevado, y según nos vayamos alejando de cada una de las ventanas los precios se van a ir reduciendo y las posibilidades de acceso van a ser mayores». En otras palabras, espera que la oferta legal imite el modelo actual extrapolándolo a la Red. ¿Triunfará este modelo de negocio?
Mas no sólo es esta pregunta la que nos hacemos a raíz de estas declaraciones. ¿Es comprensible el optimismo y el orgullo mostrado por el Gobierno con una ley nacida de las presiones de Estados Unidos y de la poderosa industria cultural? ¿Tendrá éxito la Ley Sinde para cerrar páginas web?