La TDT continúa provocando gastos públicos: el Gobierno pagará 800 millones de euros más
El servicio de Televisión Digital Terrestre (TDT) sigue ocasionando gastos a las arcas públicas. Así lo ha confirmado el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el Congreso, al asegurar que el Gobierno destinará 800 millones de euros en concepto de reantenización del servicio televisivo.
El objetivo del Gobierno con este gasto es que los ciudadanos «no sufran una paralización de las emisiones de televisión ni sus costes» en el proceso necesario de reantenización de la TDT. Iniciado ya el de liberación o licitación de las nuevas frecuencias (denominado dividendo digital), el Ejecutivo espera recaudar entre 1.500 y 2.000 millones de euros que le permitirían sufragar los 800 millones de euros necesarios para costear la reantenización por la reasignación de multiplex.
Ya ha transcurrido un año desde que culminase «con éxito» el paso de la televisión analógica a la TDT. En abril de 2010 el Gobierno publicó un real decreto que hace efectiva la asignación de los multiplex de la TDT. «En este real decreto en lo que se refiere al despliegue y a la cobertura de la nueva oferta televisiva deben ser los propios radiodifusores los que, respetando las obligaciones mínimas, especifiquen la forma y el alcance de su materialización», señaló Sebastián en declaraciones recogidas por Europa Press.
Para justificar el desembolso, Sebastián ha afirmado que la obligación de la Administración «es velar que se cumplan las obligaciones de la cobertura, que les recuerdo, son un 98% en términos de población para los radiodifusores públicos y un 96% para los radiodifusores privados».
La cantidad que ahora se conoce es similar a la que ya se vaticinó en octubre de 2010, cuando se señalaba que el Gobierno podría desembolsar hasta 1.000 millones de euros en este proceso. Aunque el Ejecutivo insiste en que este gasto no sale de los bolsillos de los ciudadanos sí es una cantidad que indirectamente costeamos.
La noticia se conoce además después de conocer recientemente las duras críticas vertidas sobre la calidad del servicio de TDT. Tanto la calidad de la señal como la de los canales dejan mucho que desear. A pesar de que se ha favorecido la cantidad de canales, las emisiones de éstos tienen un nivel muy pobre en cuanto a contenidos y cabe preguntarse qué sentido tiene invertir cantidades millonarias en un servicio de tan escasa utilidad para los ciudadanos.