Un nuevo estudio ha vuelto a situar a las conexiones de alta velocidad en España como mera excepción en la tendencia general. Según señala el informe realizado por la conocida consultora Nielsen, sólo el 14% de los españoles cuenta con acceso a Internet por encima de los 8 megas, un porcentaje muy pobre si lo comparamos con otros países analizados.
A pesar de que el Gobierno presuma habitualmente de la calidad de las conexiones a Internet en nuestro país así como de sus precios, Nielsen Online se ha encargado de situarlas donde realmente están: a la cola si se compara con algunos países en el mundo. En concreto, ha analizado la situación en Suiza, Estados Unidos, Alemania, Australia, Reino Unido, Francia, Italia, Brasil y en nuestro país. Menos mal, porque incluso saldría peor parada España, que no se han incluido otros como Japón, Corea del Sur o países escandinavos.
Si nos ceñimos a este estudio en concreto, el país con mejores conexiones sería Suiza. Allí, el 38% de los usuarios acceden a Internet con una conexión superior a los 8 Mbps. Como vimos en nuestro análisis de la banda ancha en el país helvético, se puede acceder a conexiones de 50 Mbps / 5 Mbps por algo más de 42 euros al mes, precio que se asemeja al de las conexiones españolas pero ni qué decir tiene que la diferencia salarial es notable entre ambos países.
Entre los nueve países analizados, el 19% de los usuarios acceden a Internet por encima de los 8 megas, lo que sitúa a España y su 14% en la cola de esta clasificación, sólo por delante de Italia y Brasil. Donde sí mejora nuestro país la media entre los países de la comparativa es en cuanto a velocidades medias (de 2 Mbps a 8 Mbps). Si el porcentaje medio es del 47% acceden con una conexión a esta velocidad, en nuestro país asciende al 55%.
La comparativa señala que el 28% de las conexiones españolas son de velocidades que oscilan entre 512 Kbps y 2 Mbps, un porcentaje aún bastante elevado que dobla al número de conexiones superiores a los 8 megas, lo que es un dato preocupante. Por suerte, las conexiones lentas de velocidad inferior a 512 Kbps están en extinción y el porcentaje es del 8%.
La situación no tiene visos de cambiar a corto plazo, al menos en lo que respecta a nuestro país. Las conexiones ultrarrápidas siguen un avance muy lento en el despliegue de su cobertura y los precios de estas continúan siendo caros, situándose entre las más caras de toda Europa.