Cuando nos disponemos a contratar el servicio de Internet en nuestra casa, lo normal es comprobar las ofertas que nos ofrecen los diferentes operadores en ese momento. Uno de los aspectos en los que más nos solemos fijar es la velocidad de la conexión, ya que todos queremos que nuestra conexión a Internet sea lo más rápida posible. Ahora bien, la velocidad de nuestra conexión depende de muchos factores. Si queremos saber cuál es exactamente la velocidad de nuestra conexión, vamos a mostrar a continuación cómo medir la velocidad de nuestra WiFi.
Lo cierto es que la mayoría de las personas nos solemos conectar a Internet en casa a través del WiFi, aunque usemos el ordenador para navegar, ya que en pocas ocasiones solemos tener el router pegado el ordenador para poderlo conectar por cable Ethernet. Y es que, además, cada vez es más habitual ubicar el router en el salón de casa para que esté cerca de los dispositivos móviles desde los que nos conectamos a él cuando estamos en casa u otros dispositivos como videoconsolas, etc, así como el uso de portátiles.
Lo cierto es que resulta mucho más cómodo y así evitamos tener que andar tirando cable por casa, pero lo cierto es que el uso del WiFi puede hacer que el rendimiento o la velocidad de nuestra conexión se vea mermada. Y es que la señal WiFi se va perdiendo a medida que nos alejamos del router y también se puede ver afectada por las interferencias.
El uso de ciertos electrodomésticos puede afectar a la calidad de la señal del WiFi de casa, ya que se pueden producir interferencias según la frecuencia de las ondas. Pero eso no es todo, ya que las propias paredes de nuestro hogar son un impedimento para que la señal llegue correctamente a cualquier rincón. Sin embargo, basta con hacer una prueba de la velocidad de nuestro WiFi para saber la velocidad de conexión en cada una de las estancias de nuestro hogar.
Para ello, lo más rápido y fiable es echar mano de un test de velocidad. Se trata de una herramienta online capaz de medir la velocidad de nuestra conexión WiFi en cualquier momento de una forma muy sencilla, para que cualquier pueda hacerlo sin ningún problema.
Cómo interpretar los datos
La velocidad de nuestra conexión se mide en megabits por segundo (Mbps o Mb/s) que es la misma medición que se muestra en las ofertas de los operadores a la hora de mostrar la velocidad de la conexión a Internet, 100 Mbps, 300 Mbps, 600 Mbps, etc. Debemos distinguir las dos unidades de medición que se utilizan para registrar la velocidad de Internet (de bajada o subida indistintamente), porque además de los Megabits también se utilizan los Megabytes. Son dos unidades con nombres muy parecidos pero que muestran diferentes volúmenes. El Megabyte utiliza la base octadecimal de la unidad del Megabit, por lo tanto, se divide la velocidad entre 8. Una conexión de 400 Mbps arrojará, como máximo, una velocidad de bajada de 50 Megabytes por segundo, o 50 MB/s. De hecho, la capacidad de almacenamiento de un disco duro o cualquier otro tipo de dispositivo se mide en Megabytes, Gigabytes, etc. En definitiva, dos unidades de velocidad con nombres similares pero que no tienen mucho que ver.
En este caso, debemos saber también si dicha conexión es simétrica o no. Esto significa que una conexión a Internet simétrica es la que nos ofrece la misma velocidad de subida y de bajada, mientras que, si no es así, la velocidad que se nos ofrece es la velocidad de bajada, siendo siempre inferior la velocidad de subida. Por lo tanto, antes de realizar la prueba que mide la velocidad WiFi de nuestra conexión, es importante saber qué tipo de conexión tenemos contratada con nuestro operador. Cada vez son más los proveedores de Internet que ofrecen velocidades simétricas en sus conexiones, pero actualmente no todos lo hacen. Ofrecer velocidades asimétricas responde a las necesidades de los usuarios, no se trata de una limitación técnica. La mayoría del uso que le damos a la red es para descargarnos contenido, ver contenido en streaming (más descargas), etc. Sin embargo, aplicaciones como el almacenamiento en la nube, las videollamadas, etc. hacen que cada vez se demanden velocidades de subida más altas, de ahí que los nuevos operadores ofrezcan cada vez más velocidades simétricas en sus servicios.
Velocidad de bajada
La velocidad de bajada es la que indica la velocidad a la que se descarga la información. Para visitar cualquier web, debemos solicitar dicha información desde el navegador y que se descargue para poderse mostrar. Es, por lo tanto, la velocidad que muestran los operadores en sus ofertas y, por lo tanto, la que influye directamente en la velocidad a la que se cargan los sitios que visitamos, los archivos que descargamos o la que influye a la hora de ver películas o contenidos en streaming.
Generalmente es el parámetro más importante para la mayoría de usuarios porque es la velocidad con la que recibiremos toda la información cuando navegamos por internet, realizamos videollamadas o vemos contenido multimedia en plataformas como YouTube, Twitch, Netflix y demás servicios de streaming.
Velocidad de subida
En esta ocasión, la velocidad de subida es la que hace referencia justamente a todo lo contrario, la velocidad con la que se sube información a la red. Esta velocidad influye para jugar online, subir archivos a la nube, hacer videollamadas, etc. Para la navegación normal, no es una velocidad que nos influya tanto como la de bajada. En conexiones de fibra simétrica, la velocidad de subida y bajada pueden ser la misma. En otros casos, la velocidad de subida es muy inferior a la de bajada.
Sin embargo, es un parámetro al que cada vez se le da más importancia, no ya a nivel de uso profesional sino entre clientes particulares también. Si queremos sincronizar parte de nuestras carpetas del disco duro con un servicio de almacenamiento en la nube, o simplemente queremos hacer una nueva copia de seguridad en Google Drive, iCloud o Dropbox, no será lo mismo disponer de una conexión de 600 Mbps simétricos, que una conexión de 500 / 50 (50 Mbps de subida) como siguen ofreciendo algunos operadores de fibra actualmente.
Latencia (Ping)
La latencia se mide en milisegundos y hace referencia al tiempo en el que tardamos en comenzar a recibir un paquete de datos. Cuanto más baja sea mucho mejor y además más estable nuestra conexión. También conocido coloquialmente como «lag«, éste puede verse afectado por múltiples factores. Las conexiones inalámbricas, por ejemplo, tienen una mayor latencia con respecto a la conexión por cable debido a las interferencias que afectan a la conexión entre dispositivos.
Tener una latencia demasiado alta será perjudicial para algunos servicios como las emisiones en vivo, que acusarán dicho retardo, pero sobre todo para jugar online. De hecho, una alta latencia puede ser motivo para denegar el acceso a ciertas partidas que apliquen un filtro de conexión, ya que las conexiones con demasiado lag hacen que el juego sea impracticable. En las videollamadas también se puede apreciar este retardo en una mala conexión y una comunicación complicada.
Cómo medir
Lo habitual para medir la velocidad de nuestra conexión, es que nuestro navegador se realice una descarga de gran cantidad de datos de algunos de los servidores propios del test. De esta forma, podrá medir el tiempo que se tarda en recibir dicha información. Cuanto más rápida sea la conexión, menos tiempo tardarán en descargarse los datos, con lo cual, podrá medir la velocidad de bajada de nuestra conexión. Después de esto, la propia prueba hará que esos mismos datos se envíen de vuelta al servidor, midiendo nuevamente el tiempo que tarda en completar el proceso y, por lo tanto, medir la velocidad de subida que nos ofrece nuestra conexión WiFi.
Por otro lado, comentar que si lo que queremos es conocer nuestra velocidad de internet, más allá que la que nos puede llegar por WiFi, la mejor forma de comprobar este dato es conectando el router por cable ethernet, ya que la velocidad suele ser más fiable por este tipo de conexión. Sin embargo, como lo que nos ocupa es conocer la velocidad de internet vía WiFi, si nos conectamos por cable Ethernet debemos desconectarlo antes de hacer la prueba. No está de más después comprobar la diferencia en ambos casos.
Consideraciones previas
Para medir la capacidad de nuestra red WiFi en un dispositivo, lo ideal será que tengas en cuenta una serie de aspectos para garantizar que la medición que vas a realizar se corresponda lo máximo posible con la velocidad de la que vas a disfrutar realmente.
- Dónde medir la señal: Obviamente, cuánto más cerca esté tu dispositivo del router y menos obstáculos haya de por medio, mejor será la señal. Pero lo cierto es que si vas a trabajar desde una habitación y el router está en el salón, de nada servirá el resultado que obtengas ya que este variará sustancialmente desde un punto de la casa al otro. Por lo tanto, tendrás que tener en cuenta esto para medir la señal máxima que puedes obtener, o lo que te puede ofrecer el router en el lugar en el que vayas a trabajar.
- Número de dispositivos conectados: Por otro lado, ten en cuenta que cuantos más dispositivos tengas en tu casa conectados a internet por WiFi, peor será la calidad de la señal que llegue a tu dispositivo. Si consultas todo lo que hay conectado, tal vez te sorprenda la cantidad de electrodomésticos que están usando el WiFi de tu casa, además de móvil y PC. Videoconsolas, Smart TV, o altavoces inteligentes son algunos de los más comunes, aunque no los únicos. De nuevo, tendrás que valorar si necesitas saber la señal máxima que vas a recibir en circunstancias normales, es decir, con varios dispositivos conectados a tu red, o por el contrario si te interesa hacer el ejercicio de desconectar el WiFi de todo aparato que lo use, salvo que está llevando a cabo a la medición.
- Medir con cable: Por último comentar que de nada sirve que realices un test de velocidad si estás conectado por cable por ethernet al router, ya que la medición será la que te proporciona el cable y no la señal inalámbrica. Que además, verás como es muy superior a la que ofrece el WiFi.
Por otro lado, hay que decir que los datos que nos ofrecen los test de velocidad son bastante fiables. No obstante, hay ciertos factores que pueden alterar los resultados:
- Interferencias en nuestra conexión.
- Saturación en la central.
- Problemas en nuestro dispositivo o navegador desde el que realizamos la prueba.
- Problemas en el servicio por parte del operador en esos momentos.
Teniendo todo esto en cuenta, lo mejor antes de proceder a ejecutar un test para mediar la velocidad de nuestro WiFi será que cerremos todos los programas o aplicaciones abiertos en el equipo, todas las pestañas que tengamos abiertas en el navegador y comprobar que nadie más esté usando la WiFi en esos momentos. En ese momento, ya estaremos dispuestos a realizar la prueba de velocidad de mi WiFi y obtener unos resultados más fiables en lo que a velocidad y latencia se refiere.
Lo más recomendable es hacerlo desde Chrome o Firefox, ya que internet Explorer no suele dar resultados tan fiables. Así que, si tienes alguno de estos navegadores será el que utilices para hacer la prueba, en caso contrario puedes instalarlos para la ocasión o probar con el que ya tienes.
Test de velocidad
Para medir la velocidad del WiFi de nuestra casa, lo único que tenemos que hacer es preparar todo según lo mencionado anteriormente y a continuación, visitar alguno de los test más fiables como el que encontramos en testdevelocidad.es. Por lo tanto, visitamos la web desde el enlace anterior y a continuación pulsamos en Iniciar Test de velocidad.
Automáticamente, comenzará el test e iniciará el proceso de descarga de información para medir la velocidad WiFi de subida. Una vez realizado, procederá con el proceso de subida de los mismos datos para medir el tiempo que tarda y calcular la velocidad de subida.
Una vez finalizado todo el proceso, se nos mostrará la información con los resultados obtenidos, indicando la velocidad de subida, de bajada, el pin de nuestra conexión, el operador y la fecha en la que realizamos la prueba.
También podemos recurrir a otras herramientas, aunque siempre considerando que sean confiables o comparándolo con esta. Por ejemplo, el test de velocidad de Movistar porque es el oficial que proporciona la compañía, aunque te contactes desde otro operador, por poner un ejemplo.
Pruebas de velocidad WiFi
Si quieres comprobar realmente cómo va tu conexión WiFi en diferentes circunstancias, lo mejor es que hagas diferentes pruebas de velocidad. Eso sí, prepara todo para hacer una prueba en las mejores condiciones, como ya te hemos dicho con anterioridad.
Por tanto, te recomendamos que empieces a hacerla no solo en tu ordenador sino también en tu smartphone, tablet, iPad, consola de videojuegos o dispositivo que uses con frecuencia. Así verás si hay diferencia de velocidad entre los dispositivos que utilizas con frecuencia.
Por otro lado, puede ser interesante que realices la prueba en ubicaciones distintas porque la distancia con respecto al router puede ser un factor a considerar. No es lo mismo que te conectes desde una distancia más cercana a una mayor. Por eso, independientemente de dónde sueles conectarte, te recomendamos que hagas una prueba cerca del router para ver la velocidad que te llega a esta distancia. Y por supuesto desde donde sueles conectarte con frecuencia. También puede ser bueno hacerlo desde la distancia superior a la que sueles conectarte para comparar velocidades.
Usando iPerf
Aunque a simple vista esta aplicación pueda parecer un poco complicada para los usuarios no avanzados, iPerf es una herramienta muy profunda y detallada con el que poder comprobar los detalles de nuestra conexión de manera más exhaustiva que con otras aplicaciones como las que enumeramos luego (que no obstante, también cumplen su función).
Tal y como indican en su web, «iPerf3 es una herramienta para mediciones activas del ancho de banda máximo alcanzable en redes IP. Admite el ajuste de varios parámetros relacionados con la sincronización, los buffers y los protocolos (TCP, UDP, SCTP con IPv4 e IPv6). Para cada prueba, informa el ancho de banda, la pérdida y otros parámetros«. Lo malo es que su web está en inglés, pero si te defiendes a nivel básico con este idioma, es un programa que deberías probar. Tan solo pulsa en «Download iPerf binaries», y busca tu sistema operativo. Podrás descargar el programa para Windows desde GitHub, mientras que para macOS o Ubuntu, podrás descargar el programa introduciendo un código en la terminal del sistema. Para poder descargarla y usarla necesitarás algunos conocimientos de informática, pero si eres capaz de hacerlo, podrás obtener mucha más información que con otras herramientas. Puedes seguir el tutorial de RedesZone para guiarte mientras la descargas.
Usando FAST.com
Completamente al contrario de iPerf, el servicio de FAST.com está orientado a ofrecer al usuario una forma de comprobar la velocidad de su conexión a Internet de forma muy visual y tremendamente simple. No es necesario apenas ningún conocimiento de informática. Se trata de una web que abrió Netflix, el servicio de streaming, en 2016, con la intención de permitir a cualquier usuario desde cualquier parte del mundo comprobar las velocidades de descarga que recibe de su proveedor de Internet. Netflix lanzó esta web como forma de permitir a la gente entender por qué algunos contenidos de la plataforma les cargan lentos, ya que es necesaria una cierta estabilidad en la conexión para poder ver películas o series por streaming en alta calidad.
Solo tienes que acceder a su web, y en seguida empezarás a ver en pantalla un número cambiante, que será la velocidad de la que dispones en tu red. Mientras los números estén en gris, la web estará analizando exactamente la velocidad media. Al cabo de unos segundos, verás un mensaje en negro con «Tu velocidad de Internet es de …», y te mostrará los megas o gigas por segundo de los que dispones. Si pulsas sobre ‘Más información’, podrás consultar la latencia, velocidad de carga, proveedor de Internet y ubicación del servidor.
Otras aplicaciones
Además, podemos aprovechar alguna que otra herramienta que tenemos a nuestra disposición para lograr que nuestra conexión vaya más rápido si descubrimos que esta no va todo lo bien que debería, como pueden ser:
BASpeed
Es un programa que trata de optimizar nuestra conexión a Internet para que sea más veloz. Está disponible tanto para Windows como para macOS, Android y iOS. es capaz de regularizar todo lo necesario para que nuestro ancho de banda sea el mayor que nuestra conexión nos permita. Tiene distintos módulos que ayudan mucho en la optimización como:
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- BASpeed: que se encarga de hacer test de subida y bajada.
- BAPing: parte que controla ping de nuestra conexión,
- BACalculator: es capaz de calcular la velocidad máxima a la que puede ir nuestra conexión.
- BAOptimize: es la parte que se encarga de optimizar Internet.
- BATrace: con este módulo el programa es coa de detectar cualquier tipo de fallo o anomalía que exista en el ancho de banda de nuestra red.
- BAMeter: podemos saber la velocidad de nuestra conexión a Internet en tipo real y todo momento.
SpeedConnect
Esta herramienta es capaz de optimizar nuestra conexión para conseguir que todo vaya al máximo de la capacidad que tenga. Además, no solo ayuda a nuestra conexión, sino que modifica lo que necesita y estima oportuna de Windows para conseguir el máximo de nuestro ancho de banda. Con esta aplicación podremos configurar el acceso a Internet para obtener mejores velocidades de bajada y de subida cuando estemos navegando por Internet, descargando o subiendo archivos de gran tamaño, viendo contenido en streaming, realizando videollamadas o jugando online.
La interfaz tiene un sabor clásico que responde a la máxima de «si funciona, no lo cambies». Sus desarrolladores prefieren concentrarse en hacer ajustes en sus funciones e implementar novedades que en cambiar el entorno visual, lo que tampoco resulta un problema. Cuando abras el programa, lo mejor que puedes hacer es utilizar el optimizador rápido (Quick optimizer), con el cual el software realizará diversos ajustes en varios elementos de la configuración de Internet. Puedes elegir el tipo de conexión que utilizas, el ancho de banda y el tipo de optimización que te interesa.
No obstante, para comenzar, lo más práctico es usar el modo automático (Automatic) en el paso 2 de la configuración. Si tienes tiempo para leer las guías que ofrece el software, o tus conocimientos en la materia son altos, sí que te recomendamos bucear en los distintos modos de configuración. Eso posiblemente te permitirá arañar un poco más de velocidad y que tu conexión funcione mejor.
Uno de sus rasgos interesantes son los informes de rendimiento que aporta, el análisis en profundidad que hace de la conexión y la manera en la que sus herramientas internas te permiten tocar parámetros de configuración que, de otra manera, serían de difícil acceso. El resultado, cuando domines el programa, será que conseguirás darle una mayor velocidad a todas las funciones de tu ordenador, desde jugar online con menos lag hasta descargar archivos más rápidamente o mejorar la estabilidad de las videollamadas.
Consejos para mejorar la velocidad de conexión
Es habitual encontrarnos con que, pasado un tiempo, puede que empecemos a notar cómo la velocidad de nuestra conexión puede disminuir considerablemente, algo que por otro lado puede estar provocado por numerosas y diversas causas. En ese caso, estas son algunas recomendaciones o consejos para seguir para mejorar nuestra conexión:
- Reiniciar el router: Un simple reinicio puede solucionar algunos problemas puntuales en el router y, por lo tanto, con nuestra conexión. También podemos probar a reiniciar el ordenador o dispositivo desde el que nos conectamos.
- Reducir el número de dispositivos conectados: Puede que tengamos muchos dispositivos conectados y consumiendo ancho de banda que en un momento determinado no necesitamos tener conectados. También podemos dar permisos diferentes a cada aplicación en función de nuestras prioridades. Podemos hacer lo mismo reduciendo la cantidad de aplicaciones o webs que usamos cada vez.
- Reubicarlo por si hay algo que esté generando algún tipo de interferencia: Siempre es recomendable situar el router en una zona o posición elevada, alejado de aparatos eléctricos u objetos que puedan dificultar la expansión de la señal inalámbrica.
- Reubicarlo por problemas de temperaturas: los routers que nos dan las operadoras no tienen ventilación activa en la mayoría de los casos. Si hacemos un uso intensivo o estamos en plena ola de calor, es posible que el rendimiento del enrutador se vea gravemente afectado. Esto se debe a que los chips que controlan el dispositivo no podrán ejercer su trabajo debido a la temperatura. En este caso, siempre que sea posible, deberíamos mover el router a un sitio donde pueda disipar bien el calor y no bloquear la entrada y salida de aire.
- Elegir un canal que no esté saturado: Comprobar el canal que utiliza nuestra conexión y verificar el menos saturado en nuestra zona puede ayudarnos a mejorar la velocidad de nuestra WiFi.
- Comprobar si alguien conectado a nuestra conexión: Es importante verificar si no hay algún intruso en nuestra red que esté ocupando gran parte de nuestro ancho de banda. En este caso, debemos bloquearlo por dirección MAC para que no pueda volver a conectarse. También es buena idea cambiar la contraseña con frecuencia para evitar que vuelva a suceder, e incluso el nombre si es necesario.
- Vaciar la memoria caché de DNS: Los servidores DNS se encargan de resolver los nombres de los dominios y almacena dicha información para que posteriormente podamos acceder de forma más rápida. Si en algún momento esta información no es correcta, puede provocar que el tiempo de carga de las webs aumente o incluso no carguen.
- Utilizar unos servidores DNS alternativos: Podemos probar a usar unos servidores DNS alternativos como los de Google o Cloudflare en lugar de los configurados de forma predeterminada por nuestro proveedor de Internet.
- Actualizar el navegador que usamos frecuentemente: es importante tener la herramienta con la que navegamos siempre debidamente actualizada.
- Comprobar que estamos usando el dispositivo adecuado: no todos los dispositivos que tenemos en casa son capaces de aprovechar el máximo ancho de banda de nuestra red. Es posible que tengamos una red con bandas de 2,4 y 5 GHz, pero que el dispositivo que estamos usando únicamente sea compatible con la red de 2,4, que es más lenta a pesar de tener una mayor cobertura.
- Actualizar el ordenador y dispositivos. En ocasiones, no obtenemos la mejor calidad de conexión porque nuestros equipos no están actualizados. Tampoco está de más eliminar programas que ya no usamos y pueden estar afectando a nuestra conexión.
- Verificar el estado del router y el cableado. Es necesario asegurarse de que todo está correctamente conectado y que no hay ningún cambie roto, desgastado o dañado. También debemos verificar visualmente el estado del router para comprobar que no tiene nada que pueda afectar a la velocidad de conexión. Si notas que tu cableado está en mal estado, contacta con tu operadora para que te envíen a un técnico y que sustituya todo el material en mal estado.
- Cambiar el router. Puede que cuentes con un aparato demasiado viejo, obsoleto, que no alcanza la máxima velocidad o que ya no funciona como debería, así que otra solución puede ser cambiarlo por otro más moderno y que se adapte a tus necesidades de navegación. En algunos casos, puede darse que tu operadora te ofrezca más ancho de banda, pero que se le olvide enviarte un router más potente. En ese caso, tendrás que ponerte en contacto con el servicio técnico para comunicar el problema.
- Conexión por Ethernet. Puede que haya algunos casos en que, irremediablemente, no nos quede más remedio que utilizar esta opción. Por ejemplo, si usamos Internet en un sitio, pero queremos usarlo en otro que está algo más alejado y además con varias barreras arquitectónicas.
- Utiliza repetidores, PLC o WiFi Mesh: esta es la solución que debes tomar si detectas que cerca del router tienes todo el ancho de banda, pero lo pierdes conforme te vas alejando del mismo. En estos casos, el cableado Ethernet es siempre la mejor opción, pero como hemos comentado, no siempre se puede taladrar la casa para pasar el cable. Por tanto, las soluciones como los PLCs o los repetidores pueden ser interesantes para llevar la conexión a puntos de la vivienda en los que estamos teniendo problemas de subida y bajada.
Si nada de esto funciona, puede que llegue el momento de que contactes con tu proveedor de servicios de Internet para conocer qué está pasando y por qué no adquieres la velocidad que has contratado, la que tenías hasta ahora o qué es lo que pasa para que vaya lento, como puede ser que haya alguna incidencia en la zona.