La historia del Nexus 4 va camino de convertirse en un gran borrón en el historial de Google. A pesar de resultar un terminal de lo más atractivo y cuyas ventas podrían haberse contado por millones dado su relación calidad-precio, la falta de stock ha alejado a los posibles compradores del equipo.
La situación está llegando a un punto insostenible. Los problemas de abastecimiento del Nexus 4 desde que saliese hace algo más de un mes son una constante que no tiene visos de acabar en los próximos días. En el horizonte no se atisba una solución por parte de Google para que su flamante móvil llegue a tiempo para el periodo navideño, en el cual nos encontramos de lleno.
Días atrás, desde Google se señalaba como culpable a LG, fabricante del terminal, pero cuesta creer que la firma coreana sea la única responsable de una situación que apunta a otro motivo: una falta de previsión alarmante por parte de todos los implicados en el Nexus 4. Cuesta creer que en el momento que se decidió poner como precio 299 euros a la versión de 8 GB de un smartphone de brillante nivel técnico sus creadores no supiesen ver que la demanda del terminal iba a ser masiva, más si tenemos en cuenta la cercanía entre su anuncio y las Navidades.
Igual de difícil es pensar que LG no tiene la capacidad para producir de forma masiva estos terminales, sobre todo si tenemos en cuenta que fue Google quien voluntariamente eligió a esta compañía por la capacidad de los asiáticos. Cualquier mensaje lanzado ya a estas alturas suena a excusa que no cuela entre los consumidores, muchos de los cuales han decidido dejar de revisar a diario la Google Play para comprarlo y han optado por otros terminales en el mercado.
El daño a la imagen de los de Mountain View ha sido enorme dentro de su aventura como desarrollador de smartphones. Tan solo hay que echar un vistazo a las numerosas críticas en la Red sobre su descuidada estrategia. La ocasión que se planteaba para el buscador era propicia para dar un golpe sobre la mesa en este sector, pero a estas alturas Google puede dar la campaña navideña por perdida. En el aire queda el modo en que la compañía resolverá una situación sin precedentes, dado que teóricamente el gigante norteamericano tiene capacidad para ello. A este paso será, eso sí, en 2013.