La industria del entretenimiento está librando una batalla contra el torrent y contra el streaming gratis en directo. El IPTV es uno de los principales enemigos de las cadenas deportivas, ya que permiten a muchos usuarios ver deporte gratis por un precio bastante reducido. Por ello, buscan acabar con los que facilitan ese contenido, y uno de ellos se enfrenta ahora a una dura decisión.
Entre 2006 y 2016, John Dodds y Jason Richards crearon una trama que vendía IPTV pirata a 270 pubs y clubs del noroeste de Inglaterra. El precio al que lo vendían era de unos 200 euros al mes, donde incluían todo el fútbol y el boxeo, con un paquete que llamaron “Full Effects HD Sports”.
Más de 50.000 euros mensuales vendiendo IPTV pirata
Esto llamó la atención de la Premier League, que denunció que esta plataforma vendía un servicio de streaming de alta calidad por un precio inferior al que ofrecen las plataformas legales. Por ello, en 2018 ambos fueron condenados a 4 años y medio de cárcel por la actividad ilícita, donde al mes ingresaban más de 50.000 euros. El juzgado determinó que ambos sabían perfectamente lo que hacían, y que estaban llevando a cabo una actividad ilícita en la que conocían que los propietarios de los derechos de emisión no percibían dinero a cambio de usar sus señales. Así, engañaron a muchos consumidores diciéndoles que los servicios eran legales cuando sabían que no lo eran.
Por desgracia para ellos, el caso no acaba aquí, y ahora un nuevo juzgado ha obligado a pagar 521.000 libras (unos 600.000 euros) al erario público. En el caso de que no lo hagan en los próximos tres meses, se le sumará a cada uno cinco años adicionales de condena.
En total ingresaron más de 1,7 millones de euros
El juez describe a Dodds como una persona poco fiable y que ocultó algunas de sus actividades delictivas escondiendo grandes cantidades de dinero en su casa y poniendo algunos de sus bienes a nombre de su hija. El dinero que les piden que devuelva equivale a lo que estiman que ganó cada uno de ellos por la actividad ilícita. Medios locales apuntan que ambos ganaron unos 1,5 millones de libras (unos 1,73 millones de euros), los cuales usaron para comprar coches de lujo y casas en el extranjero.
La Federation Against Copyright Theft (FACT) ha querido hacer de este un caso ejemplarizante, y afirma que espera que ponga en alerta a quienes vendan suscripciones o dispositivos que permiten acceder a contenido sin remunerar a los proveedores legítimos del mismo, ya que no sólo arriesgas pasar tiempo en la cárcel, sino el perder propiedades como los coches, casas y los ingresos de la actividad ilícita.