El pasado martes, el Gobierno de Pedro Sánchez estableció en el documento presentado para las votaciones de investidura que la «tasa Google» por la que apostarán será finalmente un impuesto a nivel europeo. Esto ocurre a pesar de que llevan casi un año insistiendo en que iban a aprobarla en España, pero finalmente se han echado para atrás; probablemente por las presiones recibidas desde Estados Unidos.
Francia aprueba su tasa Google: la tasa GAFA gravará a las grandes empresas tecnológicas
Tales fueron las presiones, que hasta Tim Cook, de Apple, y Matt Britting, de Google Europa, se reunieron con el presidente español para que no se implementara este impuesto en nuestro país. Por ello, el gobierno finalmente decidió dar marcha atrás y apoyar el impuesto como algo europeo, a pesar de que Reino Unido y Francia tenían planes para aprobar su propia tasa.
De hecho, Francia no ha querido esperar a la UE, y hoy ha aprobado la llamada tasa GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon), que es prácticamente igual que la que quería aprobar España. Esta tasa francesa será del 3% de los ingresos, gravará a las empresas tecnológicas que generen más de 750 millones de euros anuales en todo el mundo, y 25 millones de euros en Francia. Entre las empresas afectadas se encuentran Google, Facebook y Amazon.
Estados Unidos lleva desde el pasado G20 amenazando con represalias a los países europeos que aprobasen este impuesto, y Estados Unidos empezó a investigar ayer la legislación incluso antes de que se aprobase hoy. De momento, la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos ha dicho que la tasa busca gravar injustamente a las empresas tecnológicas que operan en la UE y tienen sede en Estados Unidos, ya que casualmente son las únicas que cumplen los criterios que ha impuesto la tasa. Una vez que Estados Unidos concluya su investigación sobre la legislación, ofrecerá una respuesta oficial ante el caso.
En la UE hay países tanto a favor como en contra de la tasa
La realidad es que esas empresas pagan pocos impuestos en los países donde generan el dinero, ya que en cada país hay una empresa intermediadora, y el grueso de los ingresos paga impuestos en un único país que suele ser el que tiene una fiscalidad más favorable. Así, para compensar esa pérdida de dinero para las arcas públicas, Francia espera recaudar 400 millones de euros en 2019 y 650 millones de euros en 2020, unas cifras más realistas que los 1.200 millones de euros que preveía el gobierno español.
En la Unión europea, países como Francia, España, Alemania, Reino Unido e Italia son favorables a que se implemente este impuesto en toda la UE, pero hay otros países que están en contra, como Suecia, Dinamarca, Finlandia o Irlanda. Este último es lógico que esté en contra, ya que son ellos quienes le dan una fiscalidad especial a Apple, que tributa allí por los ingresos que genera en toda la UE.