Todo lo que no ves en algunas películas en tu tele y que sí aparece en un televisor Samsung QLED 8K

Todo lo que no ves en algunas películas en tu tele y que sí aparece en un televisor Samsung QLED 8K

Carlos González

Ni mucho menos es la única, pero la tecnología –o el componente- más importante en un televisor es su pantalla. Y aunque reproduzcamos exactamente el mismo contenido en dos televisores distintos, no vamos a ver siempre lo mismo. Cuanto mejor es esta tecnología, mayores serán los detalles que podremos apreciar, y con una calidad superior. Algo que, por cierto, no se reduce a la calidad de imagen sino también a la de sonido.

El nombre es muy parecido, sí, pero no tiene nada que ver un televisor Samsung QLED, por su tecnología, que un televisor OLED. La reproducción de colores, y la precisión del mismo, es muy superior en un televisor inteligente QLED gracias a la tecnología quantum dot basada en nanopartículas.

Quantum Dot, la base de los televisores Samsung QLED 8K

La complicación en los televisores, a nivel tecnológico, está en mostrar los colores tal y como los perciben nuestros ojos. Esa recreación es compleja; en un televisor Samsung QLED 8K, gracias a la tecnología Quantum Dot, el sistema de retroiluminación es más potente por la eliminación de la capa de fósforo que cubre los LEDs azules. Así, el color azul es más intenso y puro. Pero ¿y el resto de colores? Porque, evidentemente, faltan los componentes rojo y verde para el RGB –Red, Green and Blue- completo.

Una capa adicional se encarga de crear los colores de forma precisa, y son los Quantum Dots. Los puntos cuánticos, en función del tamaño, emiten un color puro específico. Cuando la luz incide sobre estas partículas, las mismas brillan en un verde, rojo y multitud de colores puros sin que se produzcan tonalidades parásitas que sí se dan en la tecnología OLED. Y como en un LCD, la matriz propia de esta tecnología se mantiene para controlar la cantidad de colores que pasa por cada subpíxel para generar los colores en función de la combinación de RGB.

Esta tecnología, como decíamos, permite que el RGB, que son los tres colores básicos, se creen a partir de fuentes de mayor pureza. La longitud de onda de cada uno de los colores se corresponde con tonalidades puras, con un mayor control.

Lo que te estás perdiendo (porque no se ve) con tu televisor y sí verías con un televisor Samsung QLED 8K

Las ventajas de un televisor Samsung QLED 8K están en diferentes áreas: el contraste, el brillo, la pureza de los negros y la precisión de color. Al combinar lo mejor de la tecnología LCD y LED, el QLED elimina las tonalidades parásitas en la creación del RGB; y el resultado, para el usuario, está en que la recreación de colores es notablemente más precisa. En definitiva, lo que vemos en una pantalla de este tipo es lo que realmente existe, y no colores alterados y que no corresponden con lo grabado.

En cualquier tipo de escena los colores son más vivos e intensos, siempre manteniéndose fieles a la realidad. Todo esto, además, con una nitidez muy superior en tanto que un televisor Samsung QLED 8K cuenta con más de 33 millones de píxeles, mientras que un 4K alcanza hasta los poco más de 8 millones de un televisor 4K.

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