Nintendo Switch se estrenó en marzo de 2017 y, desde entonces, sus ventas se han mantenido a un nivel excelente. Recientemente, la compañía nipona ha anunciado más de 32 millones de unidades vendidas, luego muy cerca de destronar a Nintendo 64 a lo largo de toda su historia. Pero ya hay varios informes que han venido apuntando a una renovación para la consola, una ‘Nintendo Switch 2.0’, por decirlo de alguna manera, que evidentemente seguirá usando los mismos juegos a pesar de una sutil evolución en términos de hardware.
Hace solo unos días surgieron los primeros rumores en torno a la Nintendo Switch de 2019, con mejores especificaciones técnicas que la actual. Ahora, sin embargo, un informe de Nikkei apunta a otra versión de Nintendo Switch que apuntaría a un tamaño inferior y, sobre todo, un precio más bajo. Esto, en realidad, es algo que ya han hecho tanto Microsoft como Sony con sus respectivas Xbox One y PlayStation 4. Y en el caso de la Nintendo Switch tiene todavía más sentido, porque a pesar de que funciona también como consola de sobremesa, en su forma de consola portátil es interesante conseguir un cuerpo más compacto y ligero.
Aseguran que habrá una Nintendo Switch más barata y pequeña este año 2019, pero ¿a costa de qué?
En este informe apuntan a que la reducción de precio de esta nueva versión e la Nintendo Switch podría venir dada, entre otras cosas, por la eliminación del dock. Este dock es el que permite que se conecte al televisor y funcione como consola de sobremesa; sin embargo, tal y como han demostrado los accesorios de terceros, se puede construir un accesorio de forma mucho más simple en tanto que no es más que una conexión USB C a HDMI. Por otro lado, se ha especulado también con que esta versión prescinda de los Joy-Con y apueste por una botonera integrada en el propio cuerpo del dispositivo.
Sería eliminar una de las interesantes características de Nintendo Switch, con todas sus ventajas y con un amplio catálogo de juegos gratis y de pago, pero tampoco sería extraño. Al fin y al cabo, sobre la base de la Nintendo 3DS, la compañía nipona lanzó más adelante la Nintendo 2DS con un diseño más simple y perdiendo las funciones de la pantalla tridimensional. Y efectivamente, consiguieron que la consola fuera destacablemente más barata y se reanimaran sus ventas.
Como decíamos, Microsoft lo ha hecho y Sony también. Pero Nintendo juega con la ‘ventaja’ de que su videoconsola no es solo sobremesa sino también portátil. Así que lanzar una actualización de su generación vigente tiene sentido, y mucho. El enfoque es tan evidente como reanimar las ventas en un punto que en absoluto es negativo. Ahora bien ¿mejorando el qué? Podrían mejorar las características técnicas, pero entrarían en un terreno que no les corresponde y donde ‘batallan’ Xbox y PlayStation. Así que, exprimiendo sus bondades como portátil, qué mejor que reducir tamaño y peso, y también rebajar el precio y cubrir el hueco que, poco a poco, están cediendo sus propias videocosolas portátiles.