Mientras que algunas de las normas de la UE van en contra del bien común, como la nueva normativa de derechos de autor aprobada hoy, otras sí que son positivas para el bienestar de los países que la conforman. Esta semana han establecido una nueva medida que quieren introducir cuanto antes en lo que respecta a coches eléctricos tras ver cómo los fabricantes de coches de explosión hacen trampas en las pruebas en los últimos años.
Para el año 2025, el 20% de los coches vendidos deberán ser eléctricos o híbridos enchufables; para 2040, todos
El comité de medio ambiente del Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta para obligar, a partir de 2025, a que las ventas de los fabricantes de coches estén formadas al menos por un 20% de coches eléctricos puros o de “Ultra Low Emissions Vehicles”, conformados principalmente por híbridos enchufables.
Para 2030, esa cifra tendría que ser del 40% de las ventas, y para el año 2040 la obligación sería que ningún coche nuevo podría emitir ningún gas contaminante. Esto adelantaría la fecha aún antes de lo que la industria esperaba. El Gobierno irlandés ha propuesto medidas aún más exigentes, como prohibir la venta de cualquier coche que no sea totalmente eléctrico a partir de 2030.
Las trampas de los fabricantes han enfadado mucho a la Unión Europea, ya que al igual que ocurre en la Fórmula 1 con el reglamento, los fabricantes de coches encontraron vacíos legales para ofrecer datos engañosos en las pruebas de emisiones. Por ello, las pruebas ahora se han hecho más exigentes, con más parte desarrollada en el mundo real que en el laboratorio.
La UE está cansada de que los fabricantes de coches hagan trampas en las pruebas
En 2025 se establecerá una normativa más restrictiva para las emisiones, las cuales estarán basadas en datos de 2021 bajo la nueva normativa WLTP que entró en vigor el pasado 1 de septiembre. Al ser más exigente ahora, para el año 2021 lo tendrán más fácil. Sin embargo, los fabricantes ya están haciendo trampas al respecto para saltarse esos límites, haciendo cosas como desactivar la función start-stop, cambiar los ratios de la caja de cambios o usar baterías gastadas para gastar más combustible.
Con esto, se reducen los objetivos para 2025 y 2030. La normativa es restrictiva en cuanto a reportar cifras irrealistas y excesivamente bajas, pero no lo es para aquellos que elijan inflarlas artificialmente. Por ello, las cifras quedarían distorsionadas y alejadas de los objetivos que está estudiando la UE.
El objetivo para 2021 es que la media de gramos de CO2 por flota de vehículos sea de 95 gramos por kilómetro (obteniendo la media entre los coches que más y menos contaminan). Bajo la nueva normativa WLTP, la cifra se sitúa actualmente en 130 g/km. Así, la propuesta es bajar esa cifra un 20%. La votación al respecto tendrá lugar el mes que viene.