Cuestionan a Mediapro por su insostenible modelo de negocio y su posición independentista

Cuestionan a Mediapro por su insostenible modelo de negocio y su posición independentista

Redacción

El diario The Economist ha hecho un repaso general a la situación de Mediapro, la productora catalana que tiene en exclusiva los derechos de emisión de la Champions League, y aspira a hacerse con los de La Liga.  Según el rotativo, la compañía catalana tiene dos problemas fundamentales; el primero es su cuestionado modelo de negocio por ser tan solo un revendedor de derechos deportivos. El segundo problema tiene que ver con la posición política de su fundador y sus socios, inclinada en favor del independentismo catalán.

Jaume Roures, Gerard Romy y Tatxo Benet son tres de sus fundadores. Roures y Benet se mantienen en la dirección de Mediapro, después que en febrero de 2018 se cerrase un acuerdo según el cual Orient Hontai Capital entrase a Imagina Media Audiovisual como accionista mayoritario con un 53,5% de las participaciones, tras haber comprado las de TorrealTelevisa y Mediavideo. The Economist recuerda, de Tatxo Benet, que compró las obras censuradas de ARCO, y de Mediapro en su conjunto, el documental sobre el 1-0, o la cesión del espacio a la prensa durante el 1-O.

El modelo de negocio de Mediapro es insostenible, según The Economist. Los derechos de emisión del fútbol ‘ya no son lo que eran’

Hay dos cuestiones que han abordado en The Economist. Respecto al modelo de negocio de Mediapro, la publicación le quita importancia a la compañía de Jaume Roures y Tatxo Benet recordando que son un mero intermediario, y que esa es su gran vulnerabilidad. La empresa no cuenta con suscriptores de su servicio, sino que dependen de los proveedores a los que les venden los derechos de emisión del fútbol. Así que son vulnerables a los grandes servicios de vídeo en streaming como Amazon o Netflix, que sí que cuentan con una impresionante cartera de usuarios suscritos a su servicio de vídeo.

Telefónica ha dado la espalda a Mediapro, y se han sumado el resto de operadores a dejar a Mediapro sin comprador para los derechos de emisión del fútbol. La empresa cuenta con la mayoría de los derechos de La Liga hasta el año 2019, y mantiene otras líneas de negocio como un parque temático en el que están invirtiendo para su apertura en 2020 en China, y cuentan con algunos museos de fútbol. El fútbol es el núcleo de Mediapro, pero respecto a los derechos de emisión son tan solo un intermediario dependiente de compañías como Telefónica y el resto de operadores.

Jaume Roures, ‘elemento capital’ en el separatismo. Un problema para los nuevos propietarios chinos de Mediapro

Entre los problemas de Mediapro no están únicamente los relativos a su modelo de negocio, aunque así debería ser según señalan desde The EconomistHay otra vertiente de problemas, que es la inclinación política de la compañía. La publicación no tiene reparo en tildar de ‘payasadas independentistas’ cuestiones como la producción del documental del 1-O, la compra de las obras censuradas de ARCO, y otras acciones llevadas a cabo por la directiva de Mediapro en favor del independentismo. El fundador de Mediapro, además habilitó un centro de prensa para que miembros del Govern dieran ruedas de prensa durante el 1  de octubre, a medida que se iban conociendo los resultados del referéndum, según describe el mismo documento policial en que se califica a Jaume Roures de ‘elemento capital’ en el separatismo.

Esta posición política de los fundadores de Mediapro, y de la propia empresa, es perjudicial en relación a la entrada de los nuevos propietarios chinos de Mediapro, que cerraron el acuerdo después que Mediapro se hiciera con los derechos de la Serie A italiana. Para The Economist, esta es la situación actual de Mediapro, y lo que convierte a la compañía en vulnerable por diferentes causas. La prensa internacional está haciéndose eco de las debilidades de Mediapro, y los problemas de sus fundadores Jaume Roures y Tatxo Benet, que mantienen aún el 12% de las participaciones de Mediapro, respectivamente, con un 24% en conjunto.

Anterior al documento policial recién mencionado, el Ministerio de Hacienda envió un requerimiento a la interventora de la Generalitat de Cataluña para que remita un informe detallado con pagos y ayudas desde el año 2015, otorgados a personas, empresas y medios que habrían podido financier el procés, o prestasen colaboración en el mismo o el referéndum ilegal del 1 de octubre. En este requerimiento, Mediapro aparecía reflejada por su posible vinculación en la financiación del proceso independentista.

Aún no se ha cerrado el plazo de negociación con los operadores de telecomunicaciones en España. La situación sería aún más grave si finalmente Telefónica mantiene su postura, junto con el resto de operadores, y abandonan la puja por los derechos de emisión del fútbol en nuestro país. En este caso, Mediapro tendría que encargarse de servir el fútbol en sus propias plataformas, como OTT. No sería la primera vez, pero en el pasado Mediapro ya demostró su incapacidad, con la inestabilidad de su servicio Bein Connect para emisión en streaming.

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