Desde su llegada, los drones se han convertido en unos dispositivos que han despertado la curiosidad de muchísimas personas. Algo que seguro ha tenido que ver en el gran auge que han tenido estos aviones no tripulados controlados de forma remota que ya están siendo utilizados para todo tipo de servicios. Desde el mero uso de entretenimiento, cómo cámara de fotos y vídeo para capturar imágenes desde el cielo, socorristas, exploradores de lugares inaccesibles, repartidores a domicilio o ayudantes en labores de extinción de fuegos, son algunas de las utilidades de estos dispositivos.
Sin embargo, hay gente para todo y también hay quien se aprovecha o puede tener intención de aprovecharse del uso de drones para realizar otras tareas con peores intenciones. Y es que uno de estos dispositivos manejados de forma malintencionada puede llegar a resultar un grave peligro. No es la primera vez que hemos visto cómo un drone se ha llegado a estrellar con un avión, pero más grave sería si uno de estos aviones no tripulados consigue introducirse en el motor de un avión o es utilizado para realizar algún tipo de ataque sobre centrales nucleares, etc.
Un sinfín de utilidades que pueden suponer un peligro para la sociedad si no se controla a estos curiosos dispositivos. En ello ha pensado Ayesa, una empresa de ingeniería española, que desde hace ya un tiempo ha abierto una línea de investigación para encontrar la manera de contrarrestar este tipo de utilidades malintencionada de los drones y que garantice la seguridad de algunas infraestructuras críticas como los propios aeropuertos o instalaciones energéticas.
Para ello, están desarrollando una tecnología basada en ciertos sensores capaces de detectar la entrada de un drone en un espacio sensible con lo que a priori podrían ser “malas intenciones”, para poder seguir su trayectoria, inhibir su frecuencia y obligarlo a aterrizar. Una solución basada en la electrónica avanzada y en una potente computación para la gestión de la información. Esta tecnología, se estima que esté en el mercado en un plazo de dos años según afirma Ricardo Galán, gerente de la Fundación Ayesa, entidad que se encarga de dinamizar y coordinar la innovación en todas las empresas del grupo de ingeniería sevillano.
Por lo tanto, de momento habrá que esperar un poco para que esta tecnología vea la luz, pero sin duda podría ser un gran paso para proteger el espacio aéreo de este tipo de intenciones a través de los drones. Es importante saber cuándo tenemos que contar con un seguro para drone y que nos cubre este tipo de pólizas en caso de accidente.